Capítulo 21:
El bullicio en el paddock continuó mientras los periodistas y miembros del equipo de McLaren seguían rodeando a Ethan, el nuevo piloto, quien ya había comenzado a hablar sobre sus expectativas y su integración al equipo. La euforia por su llegada no parecía cesar, pero para Natasha, el ambiente se volvía cada vez más denso. Algo no encajaba, y su cuerpo le estaba enviando señales que no podía ignorar.
Charles, Max, Carlos, Franco y Checo se reunieron en torno a Ethan, quienes lo recibieron con sonrisas y palmaditas en la espalda, mostrándole su apoyo y dándole la bienvenida al equipo. Todos parecían emocionados, pero Natasha no podía quitarse esa sensación extraña que la perseguía.
Mientras observaba a Ethan interactuar con los chicos, sus ojos se encontraron por un breve segundo. En ese instante, algo sucedió. Su cuerpo se tensó, un escalofrío recorrió su espina dorsal, y en su pecho comenzó a latir con fuerza. Era como si el tiempo se detuviera por un instante, y ella sintiera un impulso de apartarse, de huir. No podía entenderlo. ¿Por qué su cuerpo reaccionaba de esa forma?
Cuando Ethan comenzó a acercarse al grupo, saludando con cordialidad a todos, Natasha sintió que su corazón se aceleraba aún más. Él sonrió, su rostro era imponente, con una mirada confiada y algo arrogante. Era un hombre atractivo, sin duda, pero para Natasha, había algo perturbador en su presencia.
-Natasha, ¿todo bien? -preguntó Max, notando la expresión tensa en su rostro.
Ella asintió rápidamente, tratando de disimular la incomodidad que sentía. No quería preocupar a su hermano, ni a nadie, pero el mal presentimiento seguía creciendo en su interior.
Ethan llegó finalmente frente a ella, extendiendo la mano con una sonrisa encantadora.
-Mucho gusto, Natasha -dijo con una voz suave, pero firme, como si ya la conociera. Aunque no podía identificar la causa exacta de su incomodidad, Natasha sintió un extraño deseo de retroceder. Su instinto le decía que debía tener cuidado, pero no podía dejar de mirarlo, como si algo en su interior le estuviera gritando que lo conocía, que su rostro estaba marcado en algún rincón oscuro de su memoria.
-Igualmente -respondió Natasha, extendiendo la mano con una sonrisa forzada, aunque sus dedos temblaron ligeramente al tocar la mano de Ethan. Un estremecimiento recorrió su cuerpo, y no pudo evitar sentir una conexión extraña con él. Algo en su toque, algo en su mirada, le hizo sentir un nudo en el estómago.
Ethan no parecía notar nada extraño en su reacción. De hecho, parecía disfrutar de la atención, sonriendo ampliamente mientras estrechaba la mano de Natasha. Sus ojos brillaban con una intensidad que, por alguna razón, solo aumentaba la ansiedad de Natasha.
-Estoy seguro de que seremos grandes amigos -dijo Ethan, y sus palabras, a pesar de sonar amables, tuvieron una cualidad inquietante para Natasha, como si realmente intentara decir algo más, algo que ella no podía captar completamente.
Charles, que estaba observando de cerca, notó el cambio en Natasha. Algo no estaba bien, pero no sabía exactamente qué. Decidió intervenir para aliviar la tensión.
-Bueno, chicos, mejor nos reunimos todos para una pequeña charla de bienvenida -dijo Charles, tratando de romper el silencio incómodo que se había creado.
Pero para Natasha, la sensación de incomodidad no se desvaneció. Mientras el grupo se dirigía al lugar para hablar, ella no podía dejar de mirar a Ethan. Su mente luchaba por conectar los puntos, por entender por qué él le causaba esa sensación tan perturbadora. Había algo en él, algo de su postura, algo de la forma en que la miraba, que la hacía sentir vulnerable. Como si conociera una parte de su pasado que ella misma no quería recordar.
El resto del grupo continuó conversando animadamente sobre el futuro del equipo y sus planes para la temporada, pero Natasha estaba atrapada en su propia mente, intentando entender las emociones que Ethan despertaba en ella. ¿Era solo su imaginación, o había algo más? ¿Estaba siendo paranoica o había una razón real detrás de su mal presentimiento?
Mientras todos intercambiaban palabras con Ethan, Natasha sentía una presión en el pecho, como si algo estuviera a punto de romperse, como si ese encuentro con él fuera el principio de algo oscuro. Pero no sabía qué.
Ethan, por su parte, parecía disfrutar de la conversación. Su actitud era relajada, pero sus ojos nunca se apartaban por completo de Natasha, como si estuviera estudiándola, esperando ver cómo reaccionaba.
"Es solo un piloto nuevo, Natasha. No tienes nada que temer", se dijo a sí misma, pero las palabras no lograban calmar su mente. Algo, en lo más profundo de su ser, le decía que este hombre, Ethan, no solo estaba allí como parte de McLaren. Había algo más. Algo que ella no podía recordar, pero que lo reconocía en su cuerpo, en sus reacciones.
El ambiente seguía siendo festivo, pero para Natasha, la pesadez de la situación seguía flotando en el aire. No podía apartar esa sensación de que había algo de él, algo en su historia, que estaba esperando ser revelado. Pero aún no sabía qué era.

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CORAZONES EN LA PISTA
Teen FictionEn el apasionante mundo de la Fórmula 1, donde cada segundo cuenta y la velocidad lo es todo, Natasha Verstappen regresa tras años de ausencia para reencontrarse con su hermano, Max Verstappen. Pero su regreso al paddock no es solo por nostalgia; Na...