disfrutando con familia

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Capítulo 100:

La noche continuó con una fiesta improvisada en el lugar, organizada por los amigos y la familia de Max y Charles para celebrar la victoria. Los pilotos, aunque cansados por la intensa carrera, no podían dejar de sonreír al ver cómo su familia y amigos los apoyaban. La atmósfera era relajada y cálida, llena de risas y conversación animada.

Katherine y Alexander, al principio un poco tímidos por la atención de los pilotos, pronto se sintieron como en casa, riendo y disfrutando de las bromas de Carlos, Checo, Lando y Franco. Aunque su naturaleza protectora seguía presente, Alexander se relajó al ver lo mucho que respetaban a su madre y su familia.

Max, con una copa en mano, se acercó a los chicos mientras ellos conversaban con Lando.

-¿Quién iba a decir que íbamos a tener tantos nuevos miembros en la familia? -comentó, bromeando mientras miraba a sus amigos.

Checo, levantando la copa también, respondió en tono de broma:
-Lo que pasa es que somos los favoritos de la familia Verstappen, ¿verdad?

Katherine se echó a reír.
-Claro, claro, solo porque apoyan a mis papás en las carreras.
-le dio un golpe juguetón en el brazo a Checo.

Franco, siempre dispuesto a provocar un poco, se acercó a Alexander.
-¿Y tú, Alex? ¿Qué tal si te unes a nosotros en la pista? Ya sabes que no estamos tan mal para enseñar.

Alexander, aunque halagado, levantó las manos.
-Lo mío es más tranquilo, chicos. No sé si soy tan valiente como ustedes.

Lando, con su estilo despreocupado, se acercó a Katherine.
-Me sorprende que no me hayas pedido autógrafos, ¿eh? Pensé que era la gran oportunidad. -dijo con una sonrisa burlona.

Katherine hizo una mueca y levantó las cejas.
-Creo que con ustedes no es necesario. Pero tal vez a Alexander le gustaría algo de cada uno de ustedes para su colección.

Max, viendo la broma en marcha, intervino.
-De todos modos, lo importante es que estamos juntos y todos están bien. Esa es la verdadera victoria.

Natasha, sentada cerca, observaba a su familia con una mezcla de cariño y nostalgia. La vida había cambiado tanto desde aquellos días en que todo era incierto, pero ver a sus hijos, Max y Charles, rodeados de amigos tan cercanos, le llenaba el corazón de felicidad.

Los pilotos seguían haciendo bromas y jugando con los chicos, creando un ambiente de complicidad entre todos. La noche pasó rápidamente, y aunque la fiesta estaba llena de celebraciones por la victoria en la carrera, la verdadera recompensa para Natasha y su familia no era el trofeo, sino el amor y la unidad que se respiraba en el aire.

Finalmente, cuando las luces se apagaron y todos se comenzaron a despedir, Katherine y Alexander se acercaron a Max y Charles.

-Gracias por todo, papá, tío. -dijo Katherine, abrazando a ambos. -Hoy ha sido un día increíble.

Alexander, con una sonrisa más tranquila que antes, se acercó y abrazó a su madre. -Te quiero, mamá. Sabes que siempre quiero lo mejor para ti.

Natasha le acarició el cabello, sonriendo.
-Te quiero mucho, mi alex. Gracias por estar siempre ahí.

Con la noche ya en su fin, la familia dejó el lugar con la sensación de que, aunque el futuro los llevaría por caminos distintos, siempre tendrían ese lazo tan especial que los mantenía unidos. La carrera había sido solo el reflejo de un amor incondicional que jamás se rompería.


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