fin de semana de carreras

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Capítulo 99:

Al llegar el fin de semana, la emoción invadía a la familia mientras se preparaban para la carrera. Katherine y Alexander, ahora jóvenes adultos, disfrutaban cada momento, animados por la energía de ver a Charles y Max en acción. Natasha, sonriente y orgullosa, había organizado todo para que pasaran un tiempo de calidad juntos en el circuito.

En el camino hacia la pista, Katherine, que solía ser la más tranquila, no podía ocultar su entusiasmo. -¡No puedo esperar a verlos en la pista! Papá y el tío Max van a arrasar, lo siento.

Alexander rió, asintiendo. -Bueno, creo que no seré el único en morderme las uñas.

Natasha, escuchando la conversación de sus hijos, miró a Charles con una sonrisa.
-Parece que los tienes bien entrenados, ¿eh?

Charles le devolvió la sonrisa.
-Solo espero estar a la altura de sus expectativas.

Max, sentado junto a ellos, soltó una carcajada.
-de eso me encargo yo, hermano. Ya verán que hoy les daremos un espectáculo.

Al llegar, todos se acomodaron en la zona de familiares. Katherine y Alexander observaban cada movimiento de Charles y Max desde la pantalla mientras se preparaban para la carrera. La tensión aumentaba, y aunque Katherine intentaba mantenerse calmada, apretaba la mano de Alexander cada vez que los autos se acercaban en la pista.

Finalmente, el momento de la largada llegó, y Natasha, Katherine y Alexander contuvieron el aliento. A lo largo de la carrera, los autos de Charles y Max avanzaban con gran habilidad, adelantando a sus rivales con precisión. Katherine se levantaba de su asiento, gritando emocionada cuando veía a su padre en el primer lugar, mientras Alexander animaba a Max.

La carrera fue un espectáculo lleno de emociones. Max cruzó la línea de meta en primer lugar, seguido de Charles en segundo y, justo detrás de ellos, Carlos en tercero. Al escuchar el anuncio de los ganadores, Katherine y Alexander saltaron de sus asientos, abrazándose y gritando de felicidad mientras Natasha los observaba con una sonrisa de orgullo.

Cuando Max y Charles bajaron del podio y se reunieron con la familia, no estaban solos. Carlos, Checo, Lando y Franco también se acercaron para felicitarlos, y de paso aprovecharon para molestar un poco a los chicos.

-Creo que Katherine fue nuestra mayor fan hoy, ¿verdad?
-bromeó Carlos, guiñándole un ojo mientras ella rodaba los ojos con una sonrisa divertida.

-Pues si fuera así, ya tendría un equipo propio
-agregó Checo, haciendo reír a todos mientras Katherine se sonrojaba.

Lando, con su típica sonrisa juguetona, se dirigió a Alexander. -¿Y tú? ¿Te animas a seguir los pasos de tu papá? Seguro que con un par de lecciones de nosotros estarías listo.

Alexander sonrió, mirando a su tío Max y a su papá Charles.
-Primero tendrían que alcanzar a estos dos, y entonces quizá lo piense.

Franco, dándole una palmada en la espalda, se unió a la broma.
-Oye, solo asegúrate de no quitarnos a Katherine como nuestra animadora número uno.

Katherine fingió indignación y cruzó los brazos.
-Por favor, chicos, no me hagan arrepentirme de haber venido a apoyarlos.

Natasha, observando la escena, rió suavemente y miró a Charles.

-Me encanta verlos así, juntos y felices. Este tipo de momentos no tienen precio.

Charles asintió, rodeándola con un brazo.

-Sí, es una bendición ver que todos somos como una gran familia.

Esa noche, la familia y sus amigos se reunieron para celebrar la victoria en un ambiente lleno de risas y bromas. Max y Charles eran los héroes de la jornada, y Katherine y Alexander, el centro de la atención de los pilotos, que no dejaban de bromear y hacerlos reír. A pesar de la competencia en la pista, todos sabían que, al final del día, lo más importante era el cariño y la amistad que los unía.






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