CORAZONES EN LA PISTA

picnic familiar

Capitulo 73:

La mañana siguiente amaneció tranquila, aunque la tensión de los eventos previos aún pesaba en el aire. Natasha despertó sintiéndose un poco más segura, arropada por el apoyo de Charles y Max, pero también sentía el vacío de las palabras hirientes de su padre. Sin embargo, sabía que no estaba sola; su pequeña familia era su refugio.

Mientras desayunaban, Charles y Max intercambiaron miradas cómplices. Tenían un plan en mente, uno que esperaban pudiera brindarle algo de paz a Natasha. Sin decir nada, Charles le acarició la mano suavemente y le sonrió.

-Natasha, hoy tienes una cita especial -dijo Max, haciendo que ella lo mirara con curiosidad-. Y no te preocupes, no es nada de lo que piensas.

-¿Una cita? -preguntó Natasha, con la sorpresa pintada en su rostro-. ¿Qué están planeando?

Charles y Max se rieron, disfrutando de su intriga. Luego, con un guiño, Max le indicó que se preparara y que no hiciera preguntas. Intrigada y un poco emocionada, Natasha decidió confiar en ellos, dejándose llevar.

Unas horas después, llegaron a un hermoso parque en las afueras de la ciudad, donde ya estaba todo listo para un picnic familiar. Bajo un gran árbol, un manto de flores adornaba el césped, y sobre una manta, había una canasta con frutas, bocadillos y algunos de los dulces favoritos de Natasha.

Charles tomó su mano y la guió hasta el lugar mientras Max la seguía, sosteniendo a Katherine. Era un ambiente de calma, lejos del bullicio del paddock y de los problemas familiares. Natasha no pudo evitar sonreír con gratitud.

-Quisimos darte un respiro -le dijo Charles, acariciándole el rostro-. Sabemos que ha sido difícil para ti, y queríamos recordarte que estamos aquí, solo para ti y para Katherine.

Natasha miró a Charles, sintiendo una calidez en su pecho. Max se sentó a su lado, colocándole una mano en el hombro.

-Eres nuestra familia, Tasha -dijo Max con ternura-. Nada de lo que diga nuestro padre puede cambiar eso. Tú eres fuerte, pero también tienes todo el derecho a apoyarte en nosotros.

Natasha se dejó llevar por sus palabras, agradecida y conmovida. Sabía que el camino para sanar sería largo, pero en ese momento, sintió que podía enfrentarlo, porque tenía una familia que la amaba de verdad.

Mientras disfrutaban del picnic, Natasha se sentía cada vez más relajada. La calidez de su familia y el entorno tranquilo eran justo lo que necesitaba. Katherine reía en los brazos de Max, que la entretenía con un pequeño peluche, haciendo que todos compartieran momentos de risa y ternura.

Luego de un rato, Charles tomó las manos de Natasha entre las suyas, con una expresión seria y llena de amor.

-Quiero decirte algo importante, Natasha. Lo que pasó con tu padre... no define quién eres ni quién es nuestra hija. Todo lo que él dijo es solo veneno que intentó esparcir. No lo escuches, porque aquí estamos nosotros, tu verdadera familia, para recordarte siempre cuánto te valoramos.

Natasha asintió con lágrimas en los ojos. Su corazón estaba dividido entre el dolor y el amor que ahora la rodeaba. La sensación de que siempre tendría a Charles y Max a su lado comenzó a darle fuerza. Inspirada, decidió abrir su corazón también.

-Siento mucho haberme guardado esto -dijo Natasha, mirando a Charles y luego a Max-. No quería que ustedes se preocuparan o sintieran rabia. Solo... pensé que podía con todo sola, pero ahora sé que eso no es necesario. Gracias, en serio, gracias a los dos.

Max le dio una sonrisa tranquila, mientras Charles le besaba la mano, haciéndole saber que todo estaba bien.

-Eso es lo que hacemos por la familia -contestó Max-. Y aunque algunas heridas tardan en sanar, no estás sola para enfrentarlas.

Natasha, sintiéndose más aliviada, acarició la cabeza de Katherine, quien sonreía alegremente. Ver la inocencia en los ojos de su hija le recordaba que había mucho por lo que seguir adelante.

Al atardecer, mientras el cielo se teñía de tonos cálidos, Charles la abrazó y le susurró al oído:

-Este es solo el inicio de una nueva vida, Natasha. No importa lo que venga, yo siempre voy a estar a tu lado.

Natasha asintió, dejando que sus palabras la llenaran de esperanza. Sabía que, aunque su padre intentara ensombrecer su felicidad, su pequeña familia estaba lista para enfrentar el futuro, y ella ya no tenía dudas de que con ellos, cualquier desafío podía ser superado.