advertencia

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Capítulo 72:

Al día siguiente, la atmósfera en el paddock estaba llena de actividad. La carrera estaba cerca de comenzar, pero algo se sentía extraño. Natasha, aunque intentaba mantener la calma, había llegado al lugar con una expresión algo distante, lo cual no pasó desapercibido para Charles, quien caminaba a su lado sosteniendo a Katherine.

De repente, un grupo de periodistas los rodeó, atacando a Natasha con preguntas rápidas y persistentes.

-Natasha, ¿qué ocurrió ayer con tu padre? ¿Por qué saliste del café llorando? -preguntó uno de los periodistas, mostrándole una revista con fotos de Natasha saliendo del café con su padre, visiblemente afectada.

La sorpresa fue inmediata. Charles, al ver las imágenes en la revista, frunció el ceño y no pudo evitar sentirse molesto. Agarró la revista de las manos de un periodista y comenzó a mirar las fotos con furia. La incomodidad en el aire era palpable.

-¿Por qué no me dijiste nada de esto? -le preguntó Charles a Natasha, enojado y confundido, mientras la miraba directamente a los ojos. No podía entender por qué ella no le había contado lo sucedido.

Natasha trató de mantener la calma, pero el peso de la situación la estaba afectando. Su rostro mostraba señales de cansancio emocional, pero intentó desviar la conversación.

-No quiero hablar de eso ahora, Charles -respondió ella, suavemente, tratando de calmar la situación.

Max, que había estado observando desde lejos, se acercó al grupo, notando la tensión en el aire. Al ver a su hermana visiblemente alterada, miró a Charles, quien aún sostenía la revista, y luego a Natasha.

-¿Qué está pasando? -preguntó Max, mirando a ambos, con el rostro lleno de preocupación-. ¿Qué ocurrió?

Charles, visiblemente molesto, le entregó la revista a Max y le explicó lo que había pasado.

-Ayer Natasha salió del café llorando. No me dijo nada. Ahora, los periodistas están bombardeándonos con estas preguntas, y ni siquiera sé lo que está pasando -dijo Charles, con un tono molesto, mirando a Natasha esperando una explicación.

Max miró la revista y luego se centró en Natasha. Algo no encajaba, pero él también comprendía la dificultad de la situación. Siempre había estado protector con su hermana, y el hecho de que su padre hubiera causado tanto daño lo enfurecía.

-Natasha, ¿qué pasó? -preguntó Max, con más suavidad, acercándose a ella. Podía ver que algo la estaba afectando, pero ella no decía nada.

Natasha, con los ojos llenos de tristeza y algo de impotencia, respiró profundamente antes de hablar.

-Mi padre... me llamó ayer -comenzó, con la voz temblando-. Quería verme, y cuando fui... me dijo cosas horribles. Me trató como si fuera un estorbo en su vida, me dijo que nunca me quiso, que no era su hija. Y... me dijo que Katherine no era de Charles. Dijo que... que mi hija no era suya, que era del abusador del pasado.

El aire se llenó de silencio al instante. Max apretó los puños con rabia, mientras que Charles no podía creer lo que escuchaba. Natasha había soportado todo eso sola, y él no tenía idea de lo que había estado pasando.

-¿Qué? -exclamó Charles, visiblemente furioso-. Ese hombre no tiene derecho a hablar de ti así, Natasha. ¡Ni de nuestra hija! ¡Nunca debió haberte dicho algo tan horrible!

Max, a su lado, también estaba devastado. Aunque había tenido una relación distante con su padre, nunca pensó que las palabras de él pudieran llegar tan lejos.

-Lo siento, Natasha -dijo Max, acercándose y abrazándola con fuerza-. Nadie tiene derecho a tratarte de esa manera. Tú eres mi hermana y... todo lo que necesitas saber es que estamos aquí para ti. Siempre.

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