Años después de aquella noche, la vida en la familia Verstappen-Leclerc había seguido adelante, siempre guiada por el amor y la camaradería.
Natasha y Charles continuaron su relación, y su hogar estaba lleno de risas, momentos especiales, y sobre todo, una unión que los hacía fuertes.
Katherine y Alexander habían crecido rodeados de las enseñanzas y valores de su madre y su padre, así como de su tío Max, quien siempre estuvo allí para ellos como una figura incondicional.
Las carreras seguían siendo una parte importante de sus vidas, pero era el amor familiar lo que les daba la verdadera fortaleza.Un día, después de otra carrera exitosa en la que Charles había conseguido la pole y Max había asegurado el segundo lugar, la familia se reunió en el paddock para celebrar.
Alexander, quien ahora era ingeniero en el equipo de su padre y su tío, estaba tan emocionado como todos los demás.Max se acercó a Alexander y le dio una palmada en el hombro, sonriendo con orgullo.
-¿Ves, Alex? Te dije que estarías aquí un día, al frente de todo esto. No tenía dudas de que ibas a ser un genio. -lo felicitó Max con una sonrisa cálida.
Alexander se rió, encogiéndose de hombros.
-Bueno, solo intento estar a la altura de ustedes. Aunque, siendo sincero, no me veo tan tranquilo en el auto como tú y papá. -miró a Charles, quien escuchaba atento.
Charles se unió a la conversación y pasó un brazo por los hombros de su hijo.
-Y no tienes que hacerlo, Alex. La pista siempre será nuestra, pero los ingenieros... -le dio una mirada a Max-. Son los que realmente mantienen las cosas en orden aquí.
Natasha, que observaba la escena con orgullo y cariño, se acercó y abrazó a Alexander.
-Tu camino ha sido diferente, y me enorgullece cada paso que has dado. Eres mi orgullo, Alex te amo hijo-Le acarició el cabello, algo que aún seguía haciendo desde que era un niño.
Alexander la miró y sonrió, sintiéndose en casa en ese momento familiar.
-Gracias, mamá. Sabes que siempre quise ser como ustedes tres. Quizás no en la pista, pero sí en la manera en la que trabajan juntos. Creo que eso es lo que más he aprendido. Te amo más mamá -miró a su madre y le dio un suave beso en la frente.
Por otro lado, Katherine, ahora una joven valiente y apasionada, había seguido su propio camino en el mundo del automovilismo, convirtiéndose en una piloto prometedora. Al verla, Max se acercó con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Y tú, Kath? ¿Lista para darle una lección a tu papá y a mí? -bromeó Max, haciéndole un guiño.
Katherine puso las manos en su cintura, con una sonrisa desafiante.
-¿Qué te hace pensar que no podría? -le dijo con una carcajada-. Quizás no hoy, pero pronto me verán en el podio junto a ustedes dos. -miró a su padre, que observaba orgulloso, y añadió-. Papá, ¿alguna vez pensaste que estaríamos todos aquí?
Charles la abrazó, emocionado y riendo.
-¿Qué si lo pensé? -la miró con ojos brillantes-. Lo soñé, Kath. Sabía que iba a tener la mejor compañera de carreras, y no puedo esperar para verte en esa pista, dándolo todo.
Natasha observaba a su familia con el corazón lleno, recordando cuán lejos habían llegado desde aquellos días en que todo era incierto. Se acercó a Charles y lo tomó de la mano, suspirando.
-Sabes, nunca pensé que podríamos construir algo tan hermoso como esto. Cuando veo a nuestros hijos, veo el amor que construimos y el hogar que formamos, gracias por todo amor me haces la mujer más feliz te amo mucho mi char.
Charles la miró sonriendo en calma, dándole un suave beso en la frente.
-Este es nuestro legado, Natasha. Más allá de los trofeos y las carreras, nuestra verdadera victoria ha sido construir esta familia, y no sabes lo feliz que soy contigo a mi lado esposa mia, te amo mas mon amour.-miró a Alexander y Katherine, y añadió-. Estoy tan agradecido de tenerlos a todos en mi vida.
Finalmente, cuando las luces del paddock comenzaron a apagarse, la familia se reunió para una última foto.
La carrera del día había sido agotadora, pero la satisfacción en sus rostros era innegable. Katherine, aún emocionada por todo lo que se avecinaba en su futuro, tomó la mano de Alexander y miró a sus padres.-Gracias, mamá, papá. Por enseñarnos todo esto, por mostrarnos que la verdadera victoria es estar juntos. -miró a Max y bromeó-. Y a ti también, tío Max, porque sin tus bromas nada sería igual.
Max sonrió y puso una mano en el hombro de Katherine.
-¿Qué te hace pensar que me voy a ir a algún lado? Estaré aquí siempre, en cada carrera, en cada victoria. Y cuando estés en el podio, quiero ver esa misma sonrisa, ¿eh?
Los pilotos, la familia y los amigos celebraron esa noche en una pequeña reunión privada, recordando viejos tiempos, riendo y abrazándose.
El futuro les deparaba muchas sorpresas y desafíos, pero todos sabían que, sin importar lo que ocurriera, la familia y el amor los mantendrían unidos.Mientras se despedían para volver a casa, Natasha se quedó un momento con Charles, observando las luces de la pista.
-¿Sabes? A veces siento que todo esto es un sueño -dijo, apoyándose en él-. Pero es un sueño del que nunca quiero despertar.
Charles la abrazó suavemente, besándola.
-Entonces sigamos soñando juntos, Natasha. Porque mientras estemos juntos, nada podrá romper lo que hemos construido.
Con esa promesa, la familia dejó el lugar, con el corazón lleno y la certeza de que, aunque la vida los llevara por diferentes caminos, el amor y la unidad que los unían serían su verdadera victoria. Y, en cada carrera ganada, el verdadero trofeo sería siempre el lazo que los mantenía juntos.
Fin.
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CORAZONES EN LA PISTA
Fiksi RemajaEn el apasionante mundo de la Fórmula 1, donde cada segundo cuenta y la velocidad lo es todo, Natasha Verstappen regresa tras años de ausencia para reencontrarse con su hermano, Max Verstappen. Pero su regreso al paddock no es solo por nostalgia; Na...