Capítulo 84:
Los meses pasaron rápidamente, y Natasha ya estaba a punto de tener a su segundo hijo, el varoncito que todos esperaban con mucha ilusión. Katherine, llena de emoción por ser la hermana mayor, no paraba de contarle a todos lo mucho que quería a su hermanito y cómo lo iba a cuidar. Charles, también emocionado, se veía más atento que nunca con Natasha, apoyándola en todo lo que podía mientras ella avanzaba en su embarazo. Max, como siempre, estaba feliz y no dejaba de consentir a su hermana, llenándola de regalos para el pequeño "mini VerstappenLeclerc", como él lo llamaba, ya imaginándose cómo sería ser el tío de un niño tan especial.
Una mañana, llegaron al paddock, donde Charles ya estaba adentro, preparándose para una de las tantas carreras. Max estaba con él, organizando algunos detalles, y Natasha había llegado con Katherine, que iba saltando y riendo mientras su madre la sostenía de la mano. Era un día lleno de actividad, pero también de emoción, con todos los nervios por el nuevo bebé.
Al entrar al paddock, Natasha se sentó junto a Max, que estaba en su teléfono. Sin embargo, la atmósfera cambió en cuanto empezaron a escuchar los murmullos de los periodistas que se acercaban rápidamente a ellos. Natasha intentó ignorarlos al principio, sabiendo que en estos eventos, siempre había algo de ruido, pero pronto se dio cuenta de que las preguntas iban dirigidas a su esposo, Charles.
—¡Charles! —gritó uno de los periodistas, tomando nota—. ¿Es cierto lo del beso con Alexandra? ¿Qué opinas de las especulaciones sobre tu relación con ella?
Las preguntas siguieron sin cesar, y Natasha, al escuchar su nombre y el de Alexandra en las conversaciones, sintió que el aire se volvió más pesado. La primera reacción fue de confusión, luego un sentimiento de incomodidad se apoderó de ella. Recordó ese momento, pero sabía que había quedado atrás, que era parte del pasado. Por eso, decidió no hacerle caso a los rumores.
Max, que estaba junto a Natasha, notó la tensión en su rostro, pero ella rápidamente se recompuso, tratando de mantener la calma. Sabía que esos chismes podrían ser solo eso, chismes, y no quería que algo así estropeara el momento tan especial que estaba viviendo.
Los periodistas seguían acosando a Charles, y aunque él mantenía la calma en su rostro, Natasha pudo ver que también le incomodaba. Parecía que el asunto no estaba cerrado para todos, pero ella decidió no darle más importancia.
Sin decir una palabra sobre lo que había escuchado, Natasha sonrió a Katherine, que estaba jugando cerca, ajena a lo que sucedía, y luego se acercó a Charles cuando vio que terminaba con las preguntas.
—¿Todo bien? —le preguntó Natasha en voz baja, dándole una mirada profunda, pero sin demostrar la inquietud que sentía por dentro.
Charles sonrió con cierta tensión, pero la abrazó con cariño, como si quisiera transmitirle tranquilidad.
—Sí, todo bien. No pasa nada, cariño. Solo son rumores de siempre —dijo, aunque Natasha notó una ligera incomodidad en su tono.
Sin embargo, no insistió más. Sabía que ahora había cosas más importantes por las que preocuparse. En su mente, lo único que importaba era el bienestar de su familia y el bebé que estaba por llegar. A pesar de las tensiones, se enfocó en ese momento de felicidad que aún podía disfrutar con los suyos.
Con una sonrisa, Charles abrazó a Katherine, que se acercó corriendo hacia él. Mientras tanto, Max, viendo la situación, se acercó también y comenzó a bromear, aligerando el ambiente.
—No te preocupes, Natasha —dijo Max, guiñándole un ojo—. Los periodistas siempre encuentran algo de qué hablar. Lo importante es que estamos aquí todos juntos y con muchas ganas de recibir al nuevo miembro de la familia.
Natasha sonrió al escuchar a su hermano. Aunque sabía que aún quedaban cosas por resolver, como las inseguridades de Charles y los rumores, en ese momento, decidió concentrarse en lo que realmente importaba: el amor que compartían como familia.
En los próximos días, seguirían adelante con sus vidas, con los preparativos para la llegada de su hijo, mientras Charles continuaba con su carrera y Max seguía siendo ese hermano protector y divertido. La familia se mantenía unida, sin dejar que los rumores o las dificultades del pasado les robaran la paz que tanto necesitaban en este momento tan especial.
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CORAZONES EN LA PISTA
Teen FictionEn el apasionante mundo de la Fórmula 1, donde cada segundo cuenta y la velocidad lo es todo, Natasha Verstappen regresa tras años de ausencia para reencontrarse con su hermano, Max Verstappen. Pero su regreso al paddock no es solo por nostalgia; Na...