todo iba bien hasta que

81 1 0
                                    

Capítulo 56:

Las semanas pasaron rápidamente, y el siguiente destino era México. La emoción en el paddock era palpable, y Natasha estaba ansiosa, aunque algo nerviosa, mientras veía a Max y Charles en la pista. Desde la zona de invitados, seguía cada movimiento en las pantallas, enfocada en los autos y en el desarrollo de la carrera.

Todo iba bien, hasta que, de repente, el ambiente cambió en un instante. En una curva cerrada, Max perdió el control del monoplaza tras un contacto inesperado, y el auto se volcó, girando sobre sí mismo en medio de una nube de polvo y chispas. Natasha, al ver la escena, quedó en completo shock. Su corazón latía tan fuerte que apenas podía pensar; el temor se apoderó de ella, y, en ese instante, olvidó todas las recomendaciones de mantenerse calmada por el bebé.

Natasha se puso de pie de inmediato, intentando contener las lágrimas y con la respiración agitada. Sin dudarlo, buscó con la mirada a Charles, quien en ese momento, desde su monoplaza, también había presenciado el accidente. A pesar de estar en plena carrera, Charles trató de recibir información sobre el estado de Max a través de la radio del equipo.

-"¡MAX! ¿Estás bien? ¿Me escuchas? Respondeme, ¿estás bien?" -se le escuchó preguntar con una voz tensa y preocupada.

Mientras tanto, Natasha sintió una mano en su hombro; era uno de los miembros del equipo, que le pedía que se sentara y tratara de calmarse. Pero la angustia era demasiado fuerte. Minutos después, llegó la noticia que tanto temían: Max estaba siendo evaluado por el equipo médico y, aunque consciente, había sufrido golpes fuertes en el impacto. La calma de Natasha apenas mejoró, pero saber que estaba consciente le devolvió un poco de alivio.

Charles, aún en carrera, intentaba mantener el foco, pero su preocupación era evidente. Con la mente dividida entre la pista y el estado de Max, logró cruzar la línea de meta en el tercer lugar, aunque la celebración fue casi inexistente. Tan pronto como pudo, dejó el monoplaza y corrió hacia donde estaba Natasha.

Al verla, la abrazó con fuerza, y ella, finalmente, rompió en llanto, dejando salir toda la tensión acumulada. Charles, con voz suave, le dijo:

-Max es fuerte. Él está bien, lo sé. Vamos a verlo juntos.

Tomados de la mano, fueron hacia el centro médico, donde encontraron a Max, algo magullado y cansado, pero con una sonrisa calmante.

-¿Creías que iba a dejar de ser el mejor tío tan fácil? -bromeó Max, tratando de aliviar el ambiente.

Natasha y Charles lo abrazaron, aliviados de que, una vez más, Max había demostrado su fuerza. Sabían que, a pesar del miedo y los accidentes, siempre estarían allí para apoyarse mutuamente.

-tonto me asustaste demasiado, no podría perderte max. -dijo natasha mirándolo.

-jamás te dejaré sola, además tengo que conocer a mi sobrino o sobrina, y enseñarle que seré el mejor tío.- dijo max sonriendo.

Natasha y Charles sonrieron al escuchar la broma de Max, aliviados por verlo bien y con su humor intacto a pesar del accidente. Max, sin perder su característica confianza, tomó la mano de Natasha y le dio un apretón suave.

—Bueno, ¿ves? Aquí estoy, más duro que una llanta nueva. —dijo, guiñándole un ojo.

Natasha se secó las lágrimas, sintiéndose un poco más tranquila. El momento de tensión había pasado, pero el susto le recordaba lo frágil que podía ser todo en ese mundo de velocidad y riesgo.

ChatGPT

Dijiste:
Las semanas pasaron rápidamente, y el siguiente destino era México. La emoción en el paddock era palpable, y Natasha estaba ansiosa, aunque algo nerviosa, mientras veía a Max y Charles en la pista. Desde la zona de invitados, seguía cada movimiento en las pantallas, enfocada en los autos y en el desarrollo de la carrera.

Todo iba bien, hasta que, de repente, el ambiente cambió en un instante. En una curva cerrada, Max perdió el control del monoplaza tras un contacto inesperado, y el auto se volcó, girando sobre sí mismo en medio de una nube de polvo y chispas. Natasha, al ver la escena, quedó en completo shock. Su corazón latía tan fuerte que apenas podía pensar; el temor se apoderó de ella, y, en ese instante, olvidó todas las recomendaciones de mantenerse calmada por el bebé.

Natasha se puso de pie de inmediato, intentando contener las lágrimas y con la respiración agitada. Sin dudarlo, buscó con la mirada a Charles, quien en ese momento, desde su monoplaza, también había presenciado el accidente. A pesar de estar en plena carrera, Charles trató de recibir información sobre el estado de Max a través de la radio del equipo.

—"¡MAX! ¿Estás bien? ¿Me escuchas? Respondeme, ¿estás bien?" —se le escuchó preguntar con una voz tensa y preocupada.

Mientras tanto, Natasha sintió una mano en su hombro; era uno de los miembros del equipo, que le pedía que se sentara y tratara de calmarse. Pero la angustia era demasiado fuerte. Minutos después, llegó la noticia que tanto temían: Max estaba siendo evaluado por el equipo médico y, aunque consciente, había sufrido golpes fuertes en el impacto. La calma de Natasha apenas mejoró, pero saber que estaba consciente le devolvió un poco de alivio.

Charles, aún en carrera, intentaba mantener el foco, pero su preocupación era evidente. Con la mente dividida entre la pista y el estado de Max, logró cruzar la línea de meta en el tercer lugar, aunque la celebración fue casi inexistente. Tan pronto como pudo, dejó el monoplaza y corrió hacia donde estaba Natasha.

Al verla, la abrazó con fuerza, y ella, finalmente, rompió en llanto, dejando salir toda la tensión acumulada. Charles, con voz suave, le dijo:

—Max es fuerte. Él está bien, lo sé. Vamos a verlo juntos.

Tomados de la mano, fueron hacia el centro médico, donde encontraron a Max, algo magullado y cansado, pero con una sonrisa calmante.

—¿Creías que iba a dejar de ser el mejor tío tan fácil? —bromeó Max, tratando de aliviar el ambiente.

Natasha y Charles lo abrazaron, aliviados de que, una vez más, Max había demostrado su fuerza. Sabían que, a pesar del miedo y los accidentes, siempre estarían allí para apoyarse mutuamente.

—tonto me asustaste demasiado, no podría perderte max. —dijo natasha mirándolo.

—jamás te dejaré sola, además tengo que conocer a mi sobrino o sobrina, y enseñarle que seré el mejor tío.— dijo max sonriendo.

Natasha y Charles sonrieron al escuchar la broma de Max, aliviados por verlo bien y con su humor intacto a pesar del accidente. Max, sin perder su característica confianza, tomó la mano de Natasha y le dio un apretón suave.

—Bueno, ¿ves? Aquí estoy, más duro que una llanta nueva. —dijo, guiñándole un ojo.

Natasha se secó las lágrimas, sintiéndose un poco más tranquila. El momento de tensión había pasado, pero el susto le recordaba lo frágil que podía ser todo en ese mundo de velocidad y riesgo.

Charles, aún con la preocupación reflejada en su mirada, se inclinó hacia Max y le habló con seriedad.

—Nos diste el susto de nuestras vidas. La próxima vez, ten un poco más de cuidado, ¿sí?

Max asintió, entendiendo la preocupación de ambos. Sabía que ellos también se preocupaban profundamente por él, especialmente Natasha, y que ahora, más que nunca, debía cuidar no solo de sí mismo, sino del bienestar de quienes lo amaban.

—Lo prometo, hermano —respondió Max, dándole una palmada en el hombro a Charles.

Después de asegurarse de que Max recibiría la atención médica adecuada, los tres salieron juntos del centro médico, sintiéndose más unidos que nunca. El miedo había pasado, y aunque sabían que la próxima carrera llegaría con nuevos desafíos, estaban decididos a enfrentar todo juntos.

Natasha, tomando la mano de Charles, miró a Max y dijo con una sonrisa renovada:

—Bueno, será mejor que empieces a planear tus clases de "mejor tío". No tengo dudas de que tendrás un fan número uno esperándote cuando llegue el momento.

Max se rió y respondió:

—Cuenta con ello. Ese pequeño va a tener a su tío siempre cerca, asegurándose de que sea igual de apasionado y fuerte como su mamá y su papá.

Y, con esa promesa, dejaron atrás el susto, listos para lo que el futuro les trajera, confiando en que, sin importar las caídas, siempre se levantarían juntos.

CORAZONES EN LA PISTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora