destrozada

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Capítulo 86:

Max estaba junto a Natasha, dándole consuelo mientras ella se enfrentaba a las noticias devastadoras de la traición de Charles. La foto de Alexandra besándolo había hecho que todos los miedos de Natasha se hicieran realidad, volviendo a la herida de un pasado reciente, cuando él había mentido y la había hecho sufrir de una manera que nunca imaginó. Pero ahora, al ver esa imagen y las palabras de Alexandra, Natasha sintió que todo se repetía, que la mentira y el engaño volvieron a infiltrarse en su vida.

Charles había prometido que lo que pasó tiempo atrás era un error, una situación en la que había fallado, pero el beso con Alexandra parecía destapar la vieja herida. Natasha había creído en él, pero ahora sentía que todo era una mentira.

Cuando Max se enteró de lo sucedido, una furia contenida lo invadió. No solo porque su hermana estuviera destrozada, sino porque recordaba lo que había pasado antes, cómo Charles había herido a Natasha en el pasado y, ahora, parecía que todo esto era una repetición de lo mismo. Max no entendía por qué Charles seguía repitiendo los mismos errores.

Natasha, por su parte, sentía que todo se desmoronaba. La emoción, el dolor y las inseguridades la abrumaban mientras miraba la foto de ese beso. ¿Cómo podía ser que, después de todo lo que habían pasado juntos, Charles cayera en la misma trampa? ¿Cómo podía ser tan ciego para permitir que alguien como Alexandra tuviera la oportunidad de acercarse a él?

Max la abrazó con más fuerza, reconociendo el dolor en su rostro.

-Natasha, sé que esto te está destrozando, pero recuerda lo que vales. Y, si Charles no lo sabe, yo sí -dijo Max, mientras la sostenía, con el corazón pesado por lo que veía en los ojos de su hermana.

Natasha intentó respirar hondo, pero las palabras de Max solo parecían añadir más peso a su angustia. Sentía que no podía confiar en Charles, y no solo por la foto. Recordaba cómo había sido engañada anteriormente, y parecía que nada había cambiado. El temor de que todo esto fuera una repetición de los errores pasados la consumía, y no sabía si podría seguir adelante con una relación que parecía condenada a la traición.

Al mismo tiempo, Charles estaba en otro lugar, intentando encontrar una explicación, sin saber que su silencio estaba cavando aún más profundo el abismo entre él y Natasha. Él sabía que se había equivocado, pero en ese momento, su prioridad era mantener a su familia unida, sin saber cómo hacerlo sin empeorar las cosas aún más.

Sin embargo, lo que Natasha no sabía era que, en ese mismo instante, Charles había apartado a Alexandra con firmeza después del beso. Cuando Alexandra se acercó a él y lo besó, él no pudo resistir el momento y la tensión del pasado. Pero en cuanto la besó, se dio cuenta de su error y la apartó. Charles sabía que había cometido un gravísimo error y, aunque no justificaba lo que sucedió, había intentado parar todo en ese mismo momento.

-¡No! -le había gritado a Alexandra en cuanto la besó-. Esto no es lo que quiero. Estoy con Natasha, y no quiero que esto se convierta en algo más.

Pero Alexandra, cegada por sus propios sentimientos y deseos, no se detuvo. Trató de convencerlo de que lo que habían compartido no había sido un error y que ella aún lo quería, pero Charles fue tajante, empujándola lejos de él y diciéndole que no volviera a buscarlo.

A pesar de su firme decisión, las fotos de ese beso habían caído en las manos de Natasha, y el daño ya estaba hecho. Natasha, al ver las imágenes y escuchar las palabras de Alexandra, no pudo entender que todo el sufrimiento que había pasado con Charles, su perdón, sus promesas de cambio, pareciera estar desmoronándose por algo tan repentino. Lo peor de todo es que no tenía idea de lo que realmente había sucedido, solo escuchaba las mentiras de Alexandra, sin que Charles tuviera la oportunidad de defenderse o explicar lo ocurrido.

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