Since You've Been Gone | I.G. Shawn Mendes 2da temporada

Capítulo cincuenta y ocho.

Michael sale de su habitación a los segundos y, en su intento por separarlos, termina enfrascándose en una pelea con Cameron.
Bravo, Michael.

- ¡Gabbie, reacciona! - me grita Abby, logrando que salga de la especie de trance en el que me encontraba por presenciar la pelea.
- Hay que hacer algo. - le digo, volteando a verla solo por unos segundos. - Llama a alguien, pide ayuda, lo que sea.
- Bien, bien, tranquila, ya llame a Luke.

Lo que sea que Abby haya dicho después, no lo escucho porque mis ojos vuelan rápido hacia Shawn cuando el puño de Ashton golpea su mandíbula.

- ¡Maldición, ya basta! - grito con todas mis fuerzas. - ¡Ashton, déjalo en paz!
- ¡Él comenzó! - se defiende Ashton, esquivando un golpe.
- ¡No permitiré que hables desea forma de ella! - dice Shawn, arremetiendo contra él con otra ola de puñetazos y patadas.
- ¡Solo digo la verdad!

Basta que Ashton diga eso para que me hierva la sangre. Él sabe bien que entre nosotros nunca pasó a más de besos.
Aprieto mis puños, clavando mis uñas en mis palmas, y doy un paso hacia ellos, dispuesta a meterme a la pelea. Pero, antes de eso llega Luke y me tomar la cintura, alejándome de los chicos.

- ¿A dónde crees que vas? - pregunta, frunciendo el ceño. - Tú no te meterás, yo intentare separarlos.
- Pero... Ashton... - Luke coloca un dedo sobre mis labios y niega con la cabeza.
- Gabbie, quédate aquí. - ordena. - Calum y yo nos encargaremos.

De alguna forma, logran tomar a Cameron por los brazos y empujan lejos a Michael para que dejen de golpearse. Calum arrastra por el suelo alfombrado a Cameron, llevándolo hasta donde Abby se encuentra. Luke, por su parte, devuelve a empujones a Michael a su habitación y cierra la puerta.
Me acerco rápido a Cameron y, al ver como sangra, me dan escalofríos. Si Cameron, que es mayor que y está más en forma termino así, no quiero imaginarme como estará Shawn.

- ¡Luke! - escucho a Calum gritar y volteo inmediatamente.

Ashton intenta golpear a Shawn pero Calum lo tiene sujeto, impidiendo que se acerque más. Pero Luke sigue sin poder retener por completo a Shawn.
Demonios, demonios, demonios.

- ¡Shawn, basta! - grito y cuando voltea a verme, veo rabia en sus ojos. - Por favor, basta. - pido, concentrándome en sus heridas.
- Bien. - musita, soltándose del agarre de Calum. - Vamos.

Extiendo mis brazos para que se apoye en mi y podamos ir al ascensor, y él me rodea por el cuello.
Noto la mirada de Ashton sobre mi y bastan unos breves instantes para notar lo mal que ha terminado él también.
Cielos, mi corazón se destruye porque todos terminaron heridos en un intento fallido de ponerle fin a las cosas de manera pacífica.

- ¿Tienes las llaves? - le pregunto a Shawn cuando llegamos al auto y él señala su bolsillo derecho del pantalón.

Saco el llavero y quito la alarma del auto para que Abby y yo podamos ayudar a subir a los chicos. Ambos se ven muy mal, pero repiten una y otra vez que todo estará bien.

- ¿Shawn, estás seguro que no quieres que maneje?
- Tranquila, puedo hacerlo hasta la casa de Matthew. - dice con tanta paz que comienzo a creer que no le duelen los golpes que recibió.

Todo el camino sostengo su mano y la aprieto fuertemente. Verlo debilitarse frente a mis ojos ha sido la cosa más terrible que he sentido en mucho tiempo y no creo poder soportarlo una vez más.
Sentía que lo iba a perder y ese es el peor sentimiento del mundo.

- ¿Tienes todo? - le pregunto por quinta vez a Matt. - Ya estamos a unas calles.
- Sí, nena, todo está aquí. - responde él muy tranquilo, lo cual me hace amarlo más por soportarme siendo irritante.
- ¿Esta libre el camino?
- Uhm, no me he fijado. - escucho como camina por su apartamento y luego maldice por lo bajo. - Demonios, nena, lo siento mucho. Tendrán que entrar directo al estacionamiento.
- ¿Cuantos son?
- Diez.
- Rayos.
- Lo sé. Pediré que abran el acceso al estacionamiento para que pasen sin problemas, los esperaré allí.

Cuando corto la llamada, guardo mi celular y veo por el retrovisor a Abby. Ella esta muy cómoda en el hombro de Cameron y está quedándose dormida. Cameron mira por la ventana y aprieta los labios con fuerza, lo que me hace pensar que le duelen mucho sus heridas.
¿Cómo se supone que les diga que hay diez paparazzis fuera de la casa de Matt? Eso no es algo que le cae bien a nadie en nuestra posición.

- ¿Qué pasa? - me susurra Shawn, sacudiendo mi mano. - ¿Qué dijo?
- Diez, son diez. - murmuro con pesar.
- ¿Cómo se supone que entremos?
- Matt pedirá que abran el estacionamiento para nosotros y tendremos que hacerlo rápido. - Shawn suspira.
- Bien, podemos hacerlo.
- Tal vez deberíamos cambiar de sitio. - sugiero. - Yo podría hacer cualquier maniobra si es que veo que es muy complicado entrar. - él niega. - Shawn, no te hagas el fuerte.
- Gabbie, estoy bien, enserio.
- Pero tu sabes como son esos tipos.
- ¿Cuáles tipos? - pregunta Cameron desde el asiento trasero.

Perfecto. Bien hecho, Gabbie.

- Paparazzis.
- ¿Están en casa de Matt? - asiento, dirigiéndole la mirada a través del espejo retrovisor. - Demonios.
- Sí, dije lo mismo.
- Todo saldrá bien, Gabbie. - me asegura Shawn.

Y, a pesar de que no lo creía, las cosas si logran salir bien para variar un poco mi caótico día.
No logramos pasar desapercibidos, pero sí avanzamos tan rápido que no tienen tiempo de tomar más que una o dos fotos. Eso no nos afecta en nada, eso es tolerable.
Lo que no es fácil de soportar es el rostro deformado por el dolor que Shawn muestra mientras ayudo a desinfectar su labio roto y trato los golpes de Ashton en su rostro y pecho.

- Dejemos que descansen un rato. - sugiere Matt, levantando las bandejas de agua fría en las que sumergimos toallas para colocarlas en las frentes de Shawn y Cameron.
- Bien. - accedo, pero antes de levantarme, Shawn toma mi mano.
- Tenemos que irnos, no quiero traerte más problemas.
- Shawn, tu no me trajiste problemas, me defendiste, eso es algo que no voy a olvidar y por lo que te estaré agradecida siempre. - él sonríe débilmente y recuesta su cabeza en el sofá.
- Nos quedaremos un rato, pero en la noche nos iremos. - asiento, eso si me parece razonable.

Acaricio su cabeza al compás de sus respiraciones y él comienza a parpadear lentamente.
Se ve indefenso, se ve vulnerable, y está dejando que yo lo vea de esa forma.

- ¿Estás bien? - le pregunto y él acerca mi mano a sus labios.
- Lo estoy ahora que estás aquí.

Espero que Shawn se quede dormido antes de soltar su mano e ir con Matt. Mi mejor amigo está preparando algo de comer para recobrar fuerzas luego de la tarde más terrible de mi vida.

- ¿Dolor de cabeza? - asiento, presionando mis sienes con fuerza. - Tengo unas pastillas en mi habitación, te las daré en cuanto termine esto.
- Déjame ayudarte. - ofrezco, levantándome de mi sitio en la barra de la cocina y acercándome a él.
- Bueno, esta bien. - accede, extendiéndome la espátula.
- ¿Matt?
- ¿Si?
- ¿Recuerdas que me preguntaste si quiero a Shawn? - él asiente. - Ya tengo una respuesta a eso.
- Gabbie, no tienes que responder si no lo quieres.
- Matt, sí le quiero.

Chan chan chan!
Nenas muro de suelo y hambre, así que iré a comer algo y en un rato mas a dormir.
Hoy fue un día muy bueno, pero agotador. Espero que a ustedes les haya ido igual de bien .
Las amo!