Capítulo sesenta y cuatro.

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- Quiero hacer un pequeño alto al concierto  por una razón muy especial. - anuncia Shawn y las fans comienza  a gritar como locas. Lo que pasa por mi mente no me gusta. - Hoy es el cumpleaños de una chica muy importante para mi y quiero compartir con ustedes este momento. Así que, cuando la llegue, quiero que todos le deseemos un feliz cumpleaños juntos, ¿de acuerdo?
- Yo no estoy de acuerdo. - me dice al oído Abby.

Globos azules comienzan a esparcirse por todo el estadio y las fans los elevan en el aire una y otra vez. Es un escenario perfecto y, aunque no quiera admitirlo, me desearía ser la persona por la que Shawn planeo todo esto.

Lamentablemente, no lo soy y debo asimilarlo y seguir adelante con ello.

- ¡Anahí! - la llaman todos a mi alrededor y la pequeña joven de cabello negro entra tímida al escenario.
- ¡Feliz cumpleaños! - exclama Shawn, dejando su guitarra para ir a abrazarla.

Cameron, quien ya volvió junto a nosotras, no nos contó qué pasó en el camerino mientras nosotras no estábamos; pero sea lo que sea, parece que las cosas entre Shawn y Anahí ya están bien.

- Gracias. - dice Anahí por el micrófono. - Esto es increíble. Tú eres increíble. - lo ultimo lo dice viendo fijamente a Shawn, para luego lanzarse a sus brazos.

Desde donde nos encontramos, ese abrazo parece más un beso. No sé si lo sea, no sé si solo lo imagino, pero tengo que salir de aquí.

- Nena...- escucho a Abby gracias a que todo el estadio se ha quedado en completo silencio ante la escena.
- Yo no puedo... - Anahí sigue sin soltar a Shawn y siento algo moverse en mi pecho. - Necesito aire.

Comienzo a sentirme atrapada, como si estuviese dentro de una caja tan pequeña que no puedo ni mover un dedo.

- ¿Gabbie? - esta vez es Cameron quien me llama, pero mis ojos siguen clavados en el escenario. - Pequeña, respira.

Solo cuando Cameron lo menciona, me doy cuenta que he contenido la respiración.

- Me quiero ir. - le digo, viéndolo al rostro para no seguir matándome con Anahí y Shawn.

Abby se apresura a tomar mi mano y comienza a abrirse paso hasta la entrada a backstage. Cameron, quien viene detrás de nosotros, se quita la chaqueta y la pone sobre mis hombros.

Tal vez nunca debí venir al concierto.

- ¿Por qué no vamos a pasear un rato? - sugiere Cameron mientras se detiene ante una luz roja. - Será bueno para despejarte un poco.
- Uhm.
- Vamos, nena, podemos usar a Cameron para que cargue lo que compremos.
- Ya no me parece tan buena esa idea de salir. - se queja Cam no una cara de espant¿o. - Podemos ir por un helado.
- ¿Que dices, Gabbie? - pregunta Abby y todas las miradas recaen sobre mi.

Los amo por preocuparse por mi, pero no quería arruinarles la noche al sacarlos del concierto conmigo. Lo menos que puedo hacer es acceder a lo que ellos quieran.

- Bueno, necesito un vestido para la apertura de la tienda.
- ¡Vamos de compras! - exclama Abby y Cameron, lejos de ponerse triste, sonríe.

Bueno, al menos ellos disfrutaran un poco. Iremos de compras por Abby y luego a comer algo por Cameron. Lo mejor de esto es que no estaré sola ni un minuto y eso me agrada.

Llegamos a mi casa de noche, con las compras hechas y con nuestros estómagos llenos de pizza.

- ¿Te quedas? - le pregunto a un Cameron exhausto por caminar con nosotras por horas.
- Por favor. - responde, lanzando un suspiro al mismo tiempo que alguien llama a la puerta.
- Yo voy. - escucho a Abby decir mientras pasa de la cocina al pasillo principal.
- Perfecto. Llamare a Matthew para avisarle que todo esta bien.
- ¡No es necesario! - me grita Abby desde la puerta. - Él está aquí y trajo compañía.

¿Compañía? ¿Qué demonios? Matt no me dijo que vendría con alguien... No me dijo que vendría en absoluto.

Me levanto del sillón arrastrando los pies y a penas pongo un pie en el pasillo, siento un empujón que me tira al suelo al instante.

- ¡Dolce! - exclamo alegre, mientras intento quitarme de encima a mi bebe. - ¿Como has estado, hermosa?
- Pensé que necesitabas un poco de animo. - me dice la familiar y cálida voz de Matthew.
- ¿Como lo sabes? - pregunto, sentándome en el suelo mientras acaricio la cabeza de mi golden retriever.
- Dos chicas me enviaron tweets como locas. - explica, poniéndose de cuclillas junto a mi. - Seguí a una de ellas y me envió un DM explicando todo lo que paso en el concierto. - agacho la cabeza al instante, ya había dejado ese tema a un lado en el transcurso de la noche. - Siento tanto no haber estado allí contigo. - se lamenta y Dolce pone una lata en su pierna.
- No es tu culpa, Matt, haces todo lo posible para protegerme pero hay cosas que saltan de tu control.

Sus brazos me atraen a su cuerpo y me aprietan contra su pecho. Dolce ladra un par de veces y coloca su cabeza entre ambos.
Niña celosa.

- Oh, jamás te dejare de amar, bebe. - le digo a Dolce.

Ella se recuesta junto a mi para que acaricie su cabeza nuevamente, pero en vez de eso, yo la abrazo.
Esta pequeña no tan pequeña ha sido mi compañía durante muchas tardes y noches, no hay mejor amiga que ella.

- Gracias por traerla. - le susurro a Matt.
- La necesitas más que yo en estos momentos.

Y vaya que la necesito.

Capítulo corto, lo se, pero voy a salir un rato a pasear en bici.
Cuando regrese subo otro poquito.
Las amo mucho!

Since You've Been Gone | I.G. Shawn Mendes 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora