Capítulo ochenta y cinco.

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Las cinco horas de vuelo desde Los Ángeles hasta Toronto se me hacen eternas. No puedo esperar para llegar e intentar arreglar las cosas.

- No te odian, solo están consternados por las cosas que dijo Anahí. - recuerdo que Shawn me dijo por teléfono y bastó eso para que comprara un asiento en el siguiente vuelo a Canadá.

¿Quién se cree Anahí? ¿Que le hice yo para que hablara mal de mi? Esto ya sobrepasó el limite. Una cosa es que a ella le guste Shawn y otra muy diferente es que intente envenenarle el cerebro a su familia.

- Se pide a todos los pasajeros que abrochen sus cinturones y coloquen sus asientos en posición vertical para comenzar el descenso a la ciudad de Toronto. - dice una mujer por el altavoz.

Me preparo mentalmente para lo que se vendrá en las horas siguientes, pero ni siquiera cuando estoy caminando por el aeropuerto, se me van los nervios.
He venido antes a Canadá, pero nunca sola y este lugar es enorme.Deberían ofrecer mapas para orientar a los que, como yo, tenemos un pésimo sentido de la orientación.

- Hey, bonita. - contesta Shawn por teléfono. - Estoy buscándote, ¿donde estas?
- Créeme, si lo supiera, te lo diría. - me detengo, rindiéndome completamente al hecho de que no podré encontrar a Shawn por mi misma.
- Dime qué traes puesto.
- Abrigo negro, jeans y zapatillas. - respondo, colocando un mechón detrás de mi oreja. - ¿Donde estás tú?
- Estoy viendo a una chica preciosa.
- ¿Que?

¿Que demonios, Shawn?

- Te estoy viendo a ti, pequeña celosa. - esta vez es su voz en mi oído la que me habla y me vuelvo hacia él para abrazarlo.
- Estas aquí. - susurro en su cuello, sintiendo claramente sus brazos envolver mi cintura y apretarme contra su cuerpo.
- No sabes cuanto te he extrañado. - se aleja unos centímetros para ver mi rostro y luego me ataca con besos cortos en la frente. - No sabes cuanto he deseado abrazarte y ver tu sonrisa.
- Estoy muy feliz de estar aquí. - admito cuando él deja de besarme. - Solo lamento que sea por una circunstancia tan terrible. - su rostro refleja mi expresión de descontento y asiente varias veces. - Vamos a hablar con tus padres, ¿verdad?
- Claro, nos esperan para la cena. - suspiro lentamente. - Pero antes, hay alguien que quiere verte.
- ¿Quién? - preguntó, arqueando una ceja.
- Lo sabrás en el auto. - me extiende una mano y no dudo en tomarla, olvidando a las personas con celulares apuntándonos y a las cámaras que posiblemente estarán afuera.

Y vaya que fue una gran sorpresa.

- ¡Gabbie! - escucho a la tierna voz de Aaliyah gritar desde el auto de su hermano. - ¡Llegaste! - extiendo mis brazos hacia ella y dejo que se estrelle contra mi cuerpo.
- No puedo creerlo. - repito una y otra vez mientras la estrecho fuertemente. - Te he extrañado como no tienes idea.
- Y yo a ti. Me alegra que hayas venido, Anahí necesita alguien que la ponga en su lugar. - me vuelvo hacia Shawn, no sabiendo si reír o mantener la seriedad.
- Bueno, tal vez tiene razón. - Shawn se encoge de hombros y abre la puerta para que su hermana entre. - Solo promete no pelear con ella.
- Solo planeo decirle las cosas claras y directas.
- Gabbie... - me advierte, acercándose hacia mi. - Por favor, no quiero que cargues con todo esto.
- Ella cruzo los límites, Shawn, y no voy a permitir que crea que puede hacerlo sin sufrir consecuencias. No me importa si me odia, pero no puede pretender que todos los demás también lo hagan.
- ¿Que puedo hacer? - su mano sube por mi brazo hasta mi cuello y se detiene allí. - Dímelo y haré lo posible por cumplirlo.

Esa es una proposición muy fuerte. Podría pedirle cualquier cosa, pero solo una quiero: que aleje a Anahí.
El problema es que es su mejor amiga de la que hablamos.
Bien, entonces, debes pensar en algo más, Gabbie.

- No me dejes. - es la respuesta que sale de mi boca y no solo sorprende a Shawn, también me sorprende a mi.

Él abre ligeramente la boca, buscando qué palabras decir, pero nada sale de sus labios. Solo atina a atraerme a su pecho mientras asiente varias veces.

- No podría dejarte, Gabbie, eres una luz en mi vida. - escucho que murmura en mi oído. - Soy capaz de ir a Marte contigo.

Cuando llegamos a la casa de los Mendes, siento mi corazón acelerarse. ¿Cómo voy a hablar con sus padres? ¿Que se supone que les diga?

- Tranquila, ellos te adoraban cuando ustedes estaban juntos. - me recuerda Aaliyah, posando su mano en mi hombro. - Las cosas que Anahí dijo no importan ahora que estas aquí.
- Gracias, nena. - digo antes de que ella baje y toque la puerta de su casa.
- Ella tiene razón, bonita, mis padres solo necesitan volver a hablar contigo para que recuerden lo extraordinaria que eres. - entrelaza nuestros dedos entre nuestros asientos y acerca ambas manos a sus labios para besar el dorso de la mía.
- ¿Que fue exactamente lo que ella dijo?
- Les hablo sobre el tiempo en que estuviste desaparecida con Matthew.
- Dime que no les insinuó lo que creo que les insinuó.
- Desearía poder hacerlo.
- ¿Que rayos le pasa? Matthew y yo somos amigos.
- Mis padres saben eso, bonita, lo que les incomodo fue otra cosa...
- ¿Que cosa?
- Ella les dijo que nosotros íbamos a... - suelto su mano intempestivamente y cubro mi boca. Tenía la esperanza de que los Mendes pudiesen quedar fuera de todo el drama.
- No tiene ningún derecho, Shawn. - él me atrae a sus brazos con suavidad y acaricia mi cabeza. - No tenía por qué mencionar a nuestro bebe.
- Ya, Gabbie, tranquila. - me pide casi cantándome al oído. - Le dije exactamente lo mismo esa noche.
- Dime que no vendrá esta noche, por favor.
- Le dije que no viniera más hasta que entienda que no puede hablar de esa forma ni de ti ni del bebe. - responde, dándome un beso en la cabeza. - Ahora vamos, nos esperan.

Con mi brazo alrededor el suyo, caminamos hacia la puerta abierta de su casa cuando llegamos a ella, una mujer de rostro alegre sale a recibirnos.
Bien, este es el momento de la verdad. Aquí se vera si su madre me odia o no.

- Hola, Gabbie. - saluda Karen Mendes con una sonrisa.

Bien, todo bien.

- Buenas noches. - le respondo  el saludo imitando su gesto.

La madre de Shawn da un paso hacia un costado para dejar que pasemos y, justo cuando pongo un pie dentro de la casa, se escucha el grito de Aaliyah.

¿Que demonios pasa aquí?

Nenas, se que es un poco tarde, pero aquí esta el nuevo capítulo.
Gracias a todas las que me comentan dándome ánimos para mi semana en la universidad, gracias por su apoyo incondicional.
Espero disfruten el nuevo capítulo. Me gustaría saber que piensan de todo este drama Anahí-Sabbie, así que dejen sus comentarios aquí abajo.
Las amo!

Since You've Been Gone | I.G. Shawn Mendes 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora