La Resistencia. (Duología Inmortal.)

¿Puedo jugar contigo?

Caleb.

- Te estaba esperando. - escuché la voz de mi padre.

Me di la vuelta para ir a ver que se le ofrecía, cuando veo a Malenka  y a George al lado de mi padre.
Malenka es la "Presidenta" del Concejo a la que hacíamos parte todos nosotros. Y George era su protector y compañero.

Caminé hacia ellos tratando de mantener mi rostro neutro.

- Malenka, George. - incliné mi cabeza un poco, saludando.

- Caleb. - Dijo Malenka.

- Hijo, Malenka y George quieren hacerte unas preguntas - Me dijo mi padre seriamente.

- Claro, los escucho. - Dije, y me senté en el sofá. 

- ¿Donde esta ella? - Preguntó sin rodeos Malenka.

- ¿ Quién ? - Respondí igual de serio que ella.

- Ya sabes de quien hablamos, no te hagas el imbécil. Te lo advierto te puedes meter en muchos problemas. Sabéis bien que estamos tras su búsqueda, al igual que ellos. Pero nunca se nos pasó por la cabeza que un joven ejemplar como vos, estuviera tras de esto. - Dijo ella entrecerrando los ojos.

- Primero que todo, no puedes venir a mi casa a amenzarme. Segundo, no tengo la menor idea de a quien o que te refieres. Y tercero, dile a tu perro Guardián que deje de mirarme así o esto se pondrá feo. - Le dije.

- ¡Caleb M'clow! Haz el favor de respetar. - Gritó mi padre.

Lo ignoré.

- Hace unos días se nos fue notificado que uno de nuestros guerreros en la búsqueda de ella estaba desaparecido. Después de varios días lo encontramos muerto, y como sabrás después de días de muerto, sólo podemos ver a la última persona que este vio. Y ¿Adivina? Eras tú. - Dijo ella, roja de la ira.

- ¿Y? - le pregunté

- ¿Y? ¿Y? ¿Es en serio? Mira imbécil esta más que claro que ¡tú la tienes escondida! - Gritó George tomandome por mi camiseta.

Le quité las manos inmediatamente, él tomó su daga y se abalanzó sobre mí, pero logré tirarlo antes de que me tocara, me lancé encima de él, le di un fuerte puñetazo en el rostro, lo tomé de sus ropas holgadas y lo lancé sobre la mesa de vidrio que estaba cerca. Esta se rompió en mil pedazos.

-¡¡Ya basta!! - Gritó Malenka.

Suspire, me volví a sentar en el sofá.

- Yo lo maté, pero fue porque el muy Cabrón se estaba pasando de listo conmigo. Y como te has dado cuenta, no soportó las estupideces. - dije mirándola aburrido.

Ella me quedó mirando, tratando de entrar en mi mente, pero como a mí de pequeño me enseñaron a bloquearla. No pudo ver nada.
La miré fijamente. Ella igual. Luego suspiró.

- Caleb, no podéis ir matando a cada guerrero de nosotros, sabéis bien que están para protegernos y luchar en nuestro nombre. Te lo pasaré sólo porque tu padre hace buena labor como miembro del concejo, pero que no os vuelva a repetir. - Dijo Malenka.

Ella tomó a George y desapareció. Me quedé en la habitación con mi padre.

- ¿Seguro que no sabéis nada? - me preguntó.