La Mazmorra.

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Vicent.

Ya han pasado cuatro días desde que la capturamos o debo decir desde que ella vino con nosotros, la razón por la que lo hizo me enfurecía y no sabía muy bien por que.

- Vicent ve a verla. - dijo mi padre.

Me levanté y fui a la mazmorra. La última celda era la de ella, cuando llegué la vi tirada. Algo me molestó. No estaba acostumbrado a verla así.

- ¿Estas despierta? - pregunté.

Mi padre ha estado haciendo estudios con su sangre, tratando por todos los medios de traspasar el poder de ella a otros. La chica permanecía casi siempre drogada por las cosas que le inyectaban para que no hiciera absolutamente nada. Era el conejillo de indias de mi padre.

Ella se movió un poco.

- A.. Agua. - dijo con una voz que desconocía.

No sabía que hacer. Si entraba ella podría estar planeando algo para salir. Pero verla así con el cabello sucio, más delgada que hace dos días y con esos ojos hondos me perturbaban.

Me fijé que nadie estuviese viendo y abrí la celda, hice aparecer una botella de agua y se la tendí.

Me quedé en cuclillas mientras ella bebía el agua.

- ¿Quieres comida? - pregunté.

¿Que estas haciendo Vicent?

- ¿Por que me ayudas? - preguntó

- Por lástima. - respondí.

Ella sonrió.

- Eres un idiota. No quiero que me tengas lástima. Ya vete y gracias por el agua. - dijo.

- ¿Estas bien? - pregunté.

- ¿Te parece que lo estoy? Pero saldré de acá y les partiré los huevos. - dijo mirándome.

Sonreí, esta era la chica que me gustaba ver. Aunque sus ojos estuvieran hondos aún su personalidad seguía.

- Ya veremos preciosa. - dije.

Salí de la celda.

- ¿Donde estamos? - preguntó.

- No te lo diré. - respondí.

- Venga ya, ¿Que puedo hacer? Estoy bajo sus experimentos. Dime. - insistió.

La miré y enterré los ojos. Si le decía que tal que intentara algo. Pero no puede hacer nada porque esta drogada ¿no?

- Bajo tierra. - fue lo único que dije.

- ¿en donde exactamente? - preguntó.

- Vaya, vaya... Aquí estabas. - escuché la voz de Jezz.

Isabella agachó la cabeza y yo me giré hastiado hacia donde Jezz.

- ¿Que quieres? - pregunté

- Te estaba buscando, pero ahora que la veo me entra la inquietud. ¿Extrañas a Daniel? - preguntó divertida Jezz a Isabella.

Ella no respondió. Jezz se acercó más a la celda.

- ¿Sabes? Él hubiera sido feliz si nunca te hubieras aparecido en su vida. Aunque quien sabe tal vez ya esté muerto. Mi hermano tan patético, el idiota "enamorado" de ti. Mirate eres una escoria. Debe estar llorando en su cuarto porque no te tiene, de seguro se ha ahorcado... Hay pero no lo sabrás nunca porque... - Jezz no pudo terminar.

La Resistencia. (Duología Inmortal.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora