La Resistencia. (Duología Inmortal.)

Xavier.

Caleb.

Esa había sido una situación muy tensa, pero Isabella supo manejar la situación, fue Genial ver como Malenka y los demás se quedaban boquiabiertos cuando ella destrozó el refugio de ellos.

Estábamos entrando a la gran sala del concejo, Isabella miraba todo encantada... Hasta que se detuvo.

Alcé la vista y pude observar a Lisandro e Isabella de pie mirando a Isa con una sonrisa.

- ¿Que rayos hacen acá? - preguntó mi padre enfadado.

- Callate Mike - gruñó Lisandro.

Me acerqué donde Isa, ella aún no se movia. Le toqué su hombro y ella giró a verme. Tenía lágrimas en los ojos.

- ¿Ellos son ... - preguntó en un susurro.

Asentí y ella volvió a mirarlos.

Nadie dijo nada.

Todos estaban tensos.

Isabella no se movía.

Isabella.

Frente a mi estaba mamá y papá... No sabía que hacer, no sabía que decir. Ellos me habían abandonado pero... ¿Fue por mi bien no?  Estaba confundida.

- Isis - dijo mamá acercándose.

Di un paso atrás.

Ella se detuvo y miró a papá.

Sentí que alguien tomaba mi mano, era Daniel.

- Tranquila, estoy acá contigo. No estas sola. - me dijo el sonriendo.

Apreté su mano y asentí.
Caminé hasta donde estaban mamá y papá aún tomada de la mano de Daniel.

Mamá tocó mi rostro, yo me quedé quieta.

- Eres muy hermosa. Lo has hecho bien mi niña. - dijo Ella.

- Eres una valiente, pero ¿podemos hablar en otro lugar? - preguntó papá mirándome con ojos de amor.

Negué con la cabeza.

- Tengo que hablar con ellos. - dije señalando a los Dioses y semidioses.

Ellos asintieron.

- Esta bien, nosotros también venimos a hablar. - dijo papá besando mi frente.

Tenía que aguantar, me giré a donde estaban todos mirando.

- Empecemos. - dije.

Malenka se veía molesta pero me importaba una mierda.

Daniel.

Estábamos en un lugar que parecía como un juzgado. En la sala estaban reunidos Isabella, Lisandro, Isis, Caleb, Angelica, Malenka, George, Mike, Otros que no sabía muy bien su nombre y mi persona.

Arriba en una especie de sillas estaban todos los Guerreros. Susurraban y decían cosas.

Esto era el concejo.

- ¿Que hace un humano acá? - preguntó uno de ellos mirándome. 

- Viene conmigo ¿Tienes algún problema? - preguntó seriamente Isis.

- El chico se queda. - dijo Lisandro

Malenka suspiró.

- No puedes venir acá y tratarnos así. ¿Se te olvida con quien estas hablando? - preguntó ella a Isis.