Manos a la obra.

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Isabella.

Acababa de llegar a la casa, Caleb pensaba lo mismo que yo asi que era hora de poner nuestro plan en marcha.

- ¿Listo? - le pregunté a Cal

Él asintió.

- Todo sea por la pequeña. - dijo sonriendo

Entramos a la casa y Alisse me miraba preocupada.

- ¿Que hicieron ahora? - le pregunté

- Angelica subió hace unas horas y creo que esta volviendo loco a los chicos, no paran de gritarle y suena la cama contra la pared. Creo que deberías soltarlos ya.- dijo Alisse

- Voy a ver a Elizabeth - dijo Cal.

Asentí.

subí a la habitación de Santiago cuando veo que Angelica esta encima de Santiago poniendo ganchos en su cara para que sonria, por su parte Dan se mira molesto.

- Angelica - le advertí.

Ella se bajo rapidamente, se guardo la camara en el bolsillo y antes de salir se detuvo.

- Fue un placer cuidarlos . - me dijo y se fue.

Me acerqué a Santiago y le quité los ganchos, él respiró mas tranquilo. Empecé a safarlo, ninguno decia nada. Cuando le safe las manos Santiago empezó a sobarse las marcas que esta le dejo. Una vez terminé de safarlo, Santiago se acomodó y se arropó.

Me giré y empecé a soltar a Dan, él aun no me miraba. Rodé los ojos.

Una vez lo solté él se puso de pie y me esperó en la puerta.

- ¿Estaras bien? - le pregunté a Santiago

Él me miró.

- Si, lo estaré. - respondió

- ¿Estas molesto conmigo? - pregunté

- Trastornado con Angelica - dijo un poco palido

Sonreí y le di un beso en la mejilla.

- No vuelvas a hacer cosas imprudentes, termina de recuperarte. - le dije y salí de la habitación.

Entré a la mía y Daniel me seguía en silencio, él cerró la puerta y se cruzó de brazos mirándome seriamente.

- ¿Que? - le dije

- ¿Que? ¿Te parece poco dejarme con ese par de locos? - preguntó

- Te lo merecias, eres un sádico - dije quitándome los zapatos

Él rodó los ojos.

- Solo estabamos jugando. - dijo

- ¿Jugando? Esos no son juegos Dan - le regañe

- Ya nos regañaste y castigaste, ya no tienes derecho a seguir molesta - dijo acercandose.

- Eres un idiota - dije

- Pero asi te gusto - dijo poniendo sus labios cerca de los mios.

Sonrei.

Acorté la distancia entre nosotros y lo besé suavemente, él pasó su lengua por mi labio inferior y le dio un pequeño mordisco. Adentré mi lengua y la entrelace con la de él, él me subió un poco mas a la cama y se puso encima mio, le tomé la cabeza y empecé a sobarla mientras nos besábamos, después de unos minutos él se separó y pasó su dedo por mi rostro.

La Resistencia. (Duología Inmortal.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora