La mejor noche de mi vida.

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Daniel.

Entré a la habitación molesto, estaba enojado sólo quería tratar de ayudarla y ¿que hace ella? Me aleja. ¿Como rayos la voy a cuidar si no me deja?

¡Maldición!

Dos minutos después tocan la puerta. Es Isa.

- Dan, abre la puerta. - dijo.

No respondí.

Y la puerta salió volando. Abrí mis ojos con sorpresa y entró una cabreada Isabella.

La miré y ella a mi. Me tomó de la mano y desaparecimos.

Llegamos a un lugar apartado, ni siquiera sabía donde estábamos. Traté de aguantar las ganas de vomitar, ella se giró y me miró con rabia.

- ¿Se puede saber que diablos te pasa? - me gritó ella.

- ¿Que diablos te pasa a ti? - le grité igual de enfadado.

- ¿Por qué no me respondiste? - preguntó enojada.

- No me dio la gana. - le dije

Eso pareció enfurecerla más, trate de no reírme.

- ¡Eres un imbécil! - me gritó.

- Mira quien habla. - dije.

- ¿Por qué estas molesto? - preguntó.

- ¿Te parece poco lanzarme lejos? - le dije mirándola fijamente.

Ella se quedó unos minutos en silencio, pero no apartaba su vista de mi. Luego suspiró.

- No quería que te lastimarán. Vicent es peligroso. - me dijo más calmada.

- Quería protegerte. ¿Estas tonta? Todos son peligrosos pero no por eso tienes que apartarme. Pensé que algo malo te podía suceder. Sólo quería ayudar. - le dije.

- Lo siento. - dijo Ella y se sentó.

Me senté a su lado en silencio.

- Vicent es muy poderoso. Tiene una fuerza brutal y hace casi las mismas cosas que yo. - me dijo.

No respondí.

- Me habló en mi mente y eso que la tengo bloqueada Dan. Él pudo romper mis barreras. Lo odio. - dijo.

Luego de unos minutos se levantó. La miré y se veía enfadada.

- ¿Que pasa? - pregunté.

Ella me miró furiosa.

- ¡Oh! Al fin el dueño del mundo se digno a hablarme. ¡Vete a la mierda Daniel! - me gritó y se dio la vuelta.

Solté la risa, nunca podía estar enojado con ella por mucho tiempo. Ella y su sarcasmo. Me levanté y la atrapé.

Ella se quedó quieta.

- Eres una niñita. - le susurré en el oído.

Ella tembló.

Sonreí.

- Eres un idiota. - susurró.

Le di la vuelta y la besé. Al principio ella no movió sus labios pero después no se resistió. Caímos ante el deseo. Después de besarnos la miré.

La Resistencia. (Duología Inmortal.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora