La Resistencia. (Duología Inmortal.)

Te reto.

Dos días después.

Isabella.

Estábamos Santiago, Caleb, Daniel y mi persona en el club. Le he enviado varios mensajes a Angelica pero no me ha respondido. Estoy preocupada por ella. ¿Le habrá pasado algo? Tendría que averiguar donde vive.

- ¿A si que prácticas esgrima Eh? - le preguntó Santiago a Daniel.

Daniel lo miró con un poco de rabia. No le respondió.

- Si, le gusta el esgrima. - le dije a Santiago sonriendo para que no se sintiera mal.

- ¡Que bien! A mi también. - dijo Santiago.

Le iba a responder cuando me entró una llamada. Era Angelica.

<<¡Hey!, me tenías preocupada >> le dije.

<< Lo siento tuve algunos problemas familiares, quiero verte ¿Donde estas? >> me preguntó.

<<En el club, con los chicos. ¿Vienes? >> le pregunté.

<<Dale, nos vemos allá>> me dijo.

- Angelica viene para acá - les dije a ellos.

Todos me miraron y pusieron un rostro raro.
Santiago fue el primero en cortar el silencio.

- Isa, vamos a jugar algo - me dijo él.

Le iba a responder cuando Daniel me interrumpió.

- Ya se, mejor te reto en esgrima Santiago - dijo Daniel con una sonrisa malévola.

Ya se iban a pelear este par.

Santiago lo miró con el ceño fruncido. Luego se levantó.

- Reto aceptado. - dijo él.

- Esto será divertido - dijo Caleb riendo.

- Vamos - dijo Dan.

Caleb pasó un brazo por mis hombros y seguimos a ese par de niños.

- Se van a pelear - le dije a Cal.

- No, sólo quieren jugar- dijo Cal riendo.

Hum no le creí nada.

Llegamos al cuarto en el que se practicaba el esgrima, Daniel estaba con Santiago cambiándose la ropa. Me senté en una banca alejada con Caleb, para poder verlos a los dos.

Daniel salió con la vestimenta de esgrima, minutos después salió Santiago.

Tomaron posición.

Se dieron el saludo correspondiente con las espadas.

- ¡En Guardia! - dijo Daniel.

Santiago fue el primero en atacar, pero Daniel era mucho más ágil. Aún así Santiago le dio la pelea. Llegó un punto en el que Daniel logró quitarle la espada a Santiago. La espada cayó al Suelo.

Se escuchó la risa de Daniel. Santiago tomó la espada de nuevo.

- Otra vez - pidió Santiago.

Y volvieron en combate, esta vez eran toques más fuertes. Se escuchaba el ruido de las espadas. Se veía que estaban enojados ambos.

- Vaya, se nota la tensión desde acá - escuché que decía una mujer sentándose a mi lado.