La Resistencia. (Duología Inmortal.)

Recuerdos.

Isabella.

- ¿Qué les hiciste? - preguntó Cal

- Los encerré a los dos juntos y los amarré. - dije enojada.

Andrés empezó a reír.

- Ya decía yo que hacía falta control en esta casa - dijo Andrés divertido

Suspire.

- ¿Debería ir a verlos? Se escuchan gritos. - dijo preocupada Alisse

- Ya se cansarán - respondí.

Isa cuando me vio se sentó a mi lado, estaba comiendo una paleta. Le sonreí.

- George la formula si funcionó, creo que deberíamos empezar a aplicarla en los guerreros. - dije

- A mí me gustaría ser el siguiente - dijo apareciendo de la nada Eduard

Asenti.

En esas entro Elizabeth y una vez vio a Caleb se sonrojó.

- Voy a jugar con tía Angi - dijo la pequeña.

Asentí, ella me dio un beso y se fue. Cuando paso por el lado de Elizabeth le sacó la lengua.

Solté la risa, Cal sonrió.

- Tiene carácter - dijo Cal

- Sí que lo tiene. - dije estando de acuerdo

- Creo que me odia - dijo Elizabeth

Me encogí de hombros.

- Son niños, además ella se puso celosa desde que tocaste a Dan - dije

Ella se puso aún más roja.

Bueno esa reacción a mí no me gusto, debo admitir. Miré a Caleb y vi que tenía el ceño fruncido.

- ¿Quieres practicar combate conmigo? - pregunto Elizabeth a Cal

Cal la siguió mirando así, de repente cambio su expresión y le dio una sonrisa radiante.

- Claro vamos. - le dijo y le dio la mano.

Sí señor, ellos dos se traían algo.

Eduard tenía una expresión indescifrable, miraba enojado algo. ¿Qué le pasaba?

Eduard es raro.

- ¿Entonces? Vamos yo seré el siguiente, ya después puedes tratar con los demás - dijo cambiando la expresión Eduard.

George se fue con Eduard.

- ¿Alguno de ustedes conoce el pasado de Eduard? - les pregunté

Andrés quedó pensativo.

- En realidad él no habla mucho, de lo único que habla hasta por los codos es cuando estamos en eso de las formulas. ¿Por qué? ¿Te molesta? - me preguntó Andrés

Negué.

- No, solo que tiene un aura misteriosa. A de ser mis ideas - le dije quitando importancia.

Alisse tenía cara de espanto.

- ¿Qué te pasa? - le pregunté preocupada

- Ya no se escucha los gritos, eso me asusta mas - dijo

Andrés y yo soltamos la risa.