La Resistencia. (Duología Inmortal.)

¿Amigos?.

Daniel.

Isabella había vuelto con Caleb, me sentía bien porque Cal había regresado pero necesitaba hablar con él.

- ¿ Podemos hablar? - le pregunté a Cal.

<<No creo que sea el momento. >> me dijo Isa.

- Esta bien, vamos al patio. - dijo Cal.

<<Confía en mi >> Le dije.

Salimos al patio y Cal se sentó en el césped.

- ¿Como estas? - dije tratando de romper el hielo.

- Como mierda. - dijo

- Lo siento, sólo enloquecí. - dije

Él asintió.

- Yo en tu lugar hubiera hecho lo mismo. ¿Por qué no me lo dijiste? - me preguntó.

- Los padres y ella pensaron que era mejor así. - dije.

Él se miró los pies.

- ¿Recuerdas el día en que Isa estaba en la cueva con el cuerpo de Santiago? - preguntó.

Asentí

- Ese día fuiste el único que pudo traspasar la protección de Isa. Me di cuenta y afirmé que ustedes tienen una unión fuerte. Lo sabía, yo lo vi, pero aún así guardaba una esperanza. - me dijo.

Me quedé en silencio. El volvió a hablar.

- Se que estas con ella y lo respetaré Daniel, pero mis sentimientos seguirán siendo los mismos y si en algún momento le haces daño no dudaré en luchar por ella, aparte de cortarte los huevos. - dijo Cal serio.

Sabía que él lo decía en serio.

- No lo haré, sabes bien cuanto la quiero. - dije.

Él me miró y luego asintió.

- Lo se, ¿Como obtuviste tus poderes? - me preguntó.

- Pues tal parece que Isa y yo estábamos unidos como tu dices y al juntarnos ella traspaso alguno de sus poderes a mi. - dije.

No le iba a dar detalles, primero por respeto a Isabella y segundo por respeto a Caleb, eso sería cruel.

- Me sorprendió ver como me lanzabas. Debo admitir que fue Genial. - dijo sonriendo.

Sonreí igual.

- No me gusta pelear contigo y esta es la primera vez que te golpeo, no me gusto. Sólo me salí de control. - dije

Él sonrió.

- A mi tampoco me gusta estar así contigo. - dijo él.

- De todas las personas ambos teniamos que enamorarnos de la misma. - dije.

- Ni que lo digas hermano. Eso es un juego malo. Pero ambos sabíamos que esto algún día pasaría. Ella tendría que elegir. - dijo él mirando el césped.

- Lo siento. Sabes que no quería estar en esta posición, solo pasó. - dije.

Él asintió.

- ¿Que haremos ahora? - pregunté.

- Seguiremos como veníamos, puedes estar tranquilo respetaré su relación, pero no podemos estar peleados a cada rato, tenemos cosas graves en las que centrarnos. Ella esta preocupada con todo lo que esta pasando, no debemos recargarla más con nuestros sentimientos. Debemos apoyarla. - dijo Cal