La Resistencia. (Duología Inmortal.)

Malenka e Isabella.

Daniel.

Me sentía completo, tener a Isabella saber que ella me ama es algo que me inundó de felicidad.

Isabella nos reunió en la sala.

- Tenemos que ir a verlos. - dijo Isabella seriamente.

Se veía Sexi cuando se ponía Seria. Sonreí. No podía quitar mi cara de estúpido sonriendo.

- ¿Hoy? ¿Estas segura? - preguntó Caleb

Ella asintió.

- Te seguiremos donde vayas - dijo Leandro.

Ella le sonrió. Isabella se veía diferente, se veía más segura... Sus ojos se cruzaron con los míos y le Sonreí. Ella se sonrojó. Amaba cuando se sonrojaba.

Alguien me pegó por la cabeza. Miré y era Angelica.

- Quita tu cara de estupido, disimula. - me dijo al oído.

Rodé los ojos.

- Alistense. En unos minutos Saldremos a el dichoso lugar del concejo. - dijo Isa.

Vi que Caleb hablaba con Isabella y sentí un poco de celos. ¿Pero bueno que me pasaba? Parecía adolescente. Me reí ante mi propio pensamiento, subí las escaleras y entré a mi habitación.

Tomé la Daga y la guardé detrás de mi espalda, fui al baño interno de mi cuarto a lavarme el rostro... Iba a tomar mi espada pero no la encontré.

- ¿Buscas esto? - preguntó Isa sosteniendo mi espada.

Sonreí, atraje a Isabella e iba a besarla pero ella me detuvo.

- Humh - dije.

- No te besaré. Primero dime ¿Por que Angelica te habló al oído? - dijo ella seria.

Estaba celosa.

- ¿Estas celosa? - pregunté divertido.

- No. Sólo tengo curiosidad - dijo Ella.

Sonreí, la atraje y la besé.

- Me dijo que quitara mi cara de estúpido. Que disimulara. - le dije y volví a besarla.

Ella abrió su boca y me besó con una pasión inmensa, antes de terminar su beso me mordió el labio. Fue la cosa más Caliente que pudo hacerme.

- No pones cara de estúpido, te ves tierno - dijo Ella sonriendo.

Ella miró abajo luego levantó la mirada con una sonrisa.

- Dan... Tu amiguito quiere salir a jugar - me dijo divertida.

Miré abajo y Sonreí.

- ¿No podemos dejarlo jugar? - pregunté alzando una ceja.

Ella me dio un golpe suave en el brazo, se separó de mi y cuando estaba en la puerta se volteó.

- Te esperó abajo. - me dijo.

Asentí.

Tomé a Buldí y bajé.
Todos estaban ya en la puerta. Isabella tomó mi mano.

- Yo te llevaré. - me dijo.

Y en cuestión de segundo desaparecimos y aparecimos en un lugar se miraba como en las películas antiguas...