CUANDO LOS MUERTOS VIVEN -The walking dead (Maggie y Glenn)

Capítulo 10: Recuerdos de inocencia

Mis ojos estaban completamente enfocados en el profesor de comercio operativo que estaba empeñado en hacernos entender la importancia de los aranceles en el comercio y repitiendo mas de una vez el concepto de mercancía. Estaba en modo automático, me arreglaba los lentes, miraba al profesor con mi mejor cara de interés y copiaba lo que decía la diapositiva proyectada en la pared. Una de las pocas cosas que me molestaban de la universidad era el hecho de salir tan tarde por la noche, es que llega un momento en el que te encuentras luchando con el dolor de cuello, con las ganas de dormir y hasta con los ruidos en la panza que indican que estas muriendo de hambre. Miro el reloj y aun falta una hora para que termine la materia, es agradable pensar que mañana no hay clase, pero luego recuerdo que tengo taller a las ocho de la mañana y luego ingles en la academia. Miro el celular un segundo para confirmar que la hora de mi reloj este bien y al instante veo la cantidad de llamadas perdidas que tengo de mi madre. Algo preocupada le pido al profesor para salir un momento y marcó su celular.
-Hola- pronunció mi madre al otro lado del teléfono. -Lo siento pensé que estabas en horario de descanso-continuó.
-¿Qué ocurre, mamá? He salido de la clase- dije algo irritada.
-Algo está sucediendo en el centro de la cuidad, Maggie. Sal de allí de inmediato y ven a casa.
-No puedo irme, mamá. No puedo generar más faltas, no en esta materia.
-Maggie, es serio. Debes venir para casa, encontraron al hombre con los veinticuatro disparos en su cuerpo. Algo pasó, el hombre estaba muerto pero seguía caminando...
En ese momento en mi cabeza aparecieron las palabras del amigo de papá, Chris, bromeando sobre una Apocalipsis zombie. Corté la llamada telefónica y ni bien entre a la clase parecía que todos ya se habían enterado sobre lo que estaba sucediendo a unas cuadras de la universidad. El profesor no tuvo inconveniente en suspender la clase y trató de tranquilizar a algunas cuantas personas nerviosas. Tomé mi bolso y antes de guardar los apuntes releí el ultimo renglón: "Traer el código de comercio la clase del 29 de abril". Esa oración fue la ultima que leí referida a la universidad. Claramente esa clase nunca se concretó y para ese día la universidad ya era un lugar abandonado y lleno de aquellos monstruos andantes.
Cuando crucé las puertas de la universidad todo era un verdadero caos. La cuadra estaba llena de jóvenes, algunos corrían, otros iban tranquilamente hasta sus autos y algunos no dejaban de preguntar qué era lo que sucedía. Y después me encontraba yo, algo indiferente a la situación, no podía negar que estaba algo preocupada pero ponerme más nerviosa no ayudaría así que opte por caminar hacia mi auto rojo.
Una cuadra antes del estacionamiento me sorprendí al ver que en la esquina había una gran aglomeración de personas, tres patrulleros y dos ambulancias. Seguí caminando hacia mi dirección pero algo ocurrió. Un disparo se oyó tan cerca que mis oídos se aturdieron completamente. Abrí los ojos que había cerrado por el susto y aquel grupo de personas que rodeaban vaya a saber que se empezó a dispersar rápidamente. Tomé mi bolso con fuerza y comencé a acelerar el paso. De repente otro disparo se oyó justo detrás de mi. Me di vuelta y lo que vi fue perturbador. Habían casi diez policías apuntándole a dos personas, una mujer y a un hombre, ambos de espalda a mi dejaban caer sus brazos raramente y sus piernas se arqueaban como si les costará caminar. Sus cuerpos estaban cubiertos de sangre y en ese momento uno de los policías le disparó a la mujer en el abdomen. Impactada y horrorizada me quede observando la situación como si fuera la mejor opción. La mujer recibió el disparo que atravesó su cuerpo y nada sucedió, seguía caminando hacia los policías que sostenían sus armas con algo de desconfianza. No podía creer lo que estaban viendo mis ojos. Verlo en la televisión era totalmente diferente a verlo en vivo y en directo. Uno de los oficiales pareció agotarse de la situación y comenzó a disparar sin piedad. Dos de sus compañeros hicieron lo mismo hasta que los disparos dieron en la cabeza de esas personas extrañas y finalmente se desplomaron en el suelo. Mi cuerpo no asimilaba lo que estaba sucediendo así que quede completamente inmóvil hasta que una mujer a gritos comenzó a decirme que me fuera de ese lugar "se acercan más" pronunció y yo aún algo incrédula no sabía a qué se refería, hoy reiría al acordarme de mi inocencia. Llegue rápidamente al auto y lo encendí. Mientras conducía por las calles la gente estaba completamente descontrolada. Observé como un hombre corría con una caja de un televisor de 42 pulgadas, claramente robado. Luego de algunos minutos llegue a casa agotada psicológicamente. Serían cerca de las once de la noche y la locura que había en la cuidad me recordaba a lo que era realmente al mediodía. Mi madre suspiró al verme llegar y comprobar que finalmente estaba a salvo.