CUANDO LOS MUERTOS VIVEN -The walking dead (Maggie y Glenn)

Capítulo 39: Intuición

Desperté sobre su pecho. Uno de sus brazos me rodeaba por la espalda y su cabeza se encontraba casi apoyada en la mía. Se me hacía muy fácil escuchar su corazón latir y su respiración en mi rostro. La tranquilidad nos rodeaba y hasta me hacía sentir que todo seguía siendo como antes, sentía esa sensación a hogar que tanto me faltaba. Podía sentir el cantar de los pájaros y como algunas ramas de los árboles chocaban entre sí. Parecía ser un hermoso día por la luz brillante que ingresaba por la ventana y chocaba con mis ojos. Me quedé mirando a Glenn  fijamente, por algunos minutos, sabía que debía despertarlo ya que probablemente nos iríamos de ese lugar nuevamente. Me daba miedo la idea de salir, hacía mucho tiempo que no teníamos un lugar tan seguro, un lugar en donde no había que estar alerta toda la noche. Fue, probablemente, cuando moví una de mis piernas que él comenzó a despertarse. Sus ojos se entreabrieron y mi rostro fue lo primero que vio. Sonrío y yo hice lo mismo, seguramente recordando lo que había pasado la noche anterior. Sentía un poco de vergüenza aún, pero el amor podía más. Me dio un beso en la frente y se sacudió el cabello con sus manos. El hermoso momento se vio interrumpido cuando Jessica ingresó a la habitación dejándonos a los dos perplejos. En menos de un segundo analicé cuál era mi situación. Me encontraba toda despeinada, sin ropa interior y con la remera de Glenn puesta, que se me resbalaba en el hombro derecho. Miré a Glenn quien aún no había separado la cabeza de la almohada, puse mi mejor cara de circunstancia y miré a Jessica, aunque su rostro no presentaba sorpresa alguna.

-En diez minutos nos vamos-pronunció y volvió a cerrar la puerta. El tiempo era relativo y en cierta parte me daba gracia, ninguno de nosotros llevaba un reloj en su muñeca y los que se encontraban al rededor de la casa estaban sin batería y probablemente llevaban en ese estado un largo tiempo, por lo tanto no sabíamos con exactitud que hora era, pero de todas formas parecían ser al rededor de las diez de la mañana, intuición.

Luego de algunos minutos ya nos encontrábamos todos reunidos en el living. Mark terminaba de aprontar su bolso mientras Richard guardaba los fósforos y velas sobrantes dentro de su mochila. Kyla pasaba más tiempo del habitual con Richard, lo que me hacía pensar que en cualquier momento podía surgir una relación entre ellos, pero a diferencia de ella, Richard no parecía darse cuenta o por lo menos no la trataba como si estuviese enamorado, sino como a una amiga, o peor, como una hermana.

-Seguiremos caminando durante algunos días, necesitamos un lugar donde haya comida y en lo posible hallar armas y municiones-exclamó Mark.

-¿Que ocurre si nos encontramos con "los bravos"?-preguntó Sofía.

-Lidiaremos con ellos, es nuestra única alternativa-pronunció Mark.

Salimos de la casa algún rato después, cuando todos se encontraban listos para partir. La idea de no saber a donde dirigirnos era lo que acaba con nuestras esperanzas. Por suerte todavía no habíamos tenido la oportunidad de cruzarnos con ninguna horda de caminantes lo que podría llegar a ocurrir en cualquier momento teniendo en cuenta que tarde o temprano llegaríamos a los suburbios de una gran ciudad. En este tipo de ciudades fue donde el caos comenzó, la concentración masiva de personas fue lo que probablemente hizo que el virus se propagara tan rápido, lo que significaba que miles de personas habían quedado atrapadas en esos centros. Al estar atrapados los caminantes tenían el camino más fácil, así que las grandes ciudades ahora no eran más que una gran aglomeración de muertos vivientes esperando gente como nosotros, perdidos y sin rumbo, a los cuales poder devorar.

Una agradable brisa hacía que el sol no se sintiese tan denso sobre nuestros cuerpos, a pesar de que íbamos cargados, haber dormido sin problema durante una noche sin duda alguna nos había ayudado a reponer energías. La comida seguía siendo el factor más importante, los supermercados o almacenes a los cuales habíamos ingresado se encontraban totalmente saqueados y en caso de encontrar algún producto éste ya había caducado hacía algún tiempo. Algunos podrían pensar que con hambre se puede comer cualquier cosa, estuviese en fecha o no, pero la realidad era distinta, teníamos hambre, si y mucha, pero ingerir un alimento en malas condiciones podía significar algún tipo de infección o enfermedad a la cual claramente no estábamos preparados, así que preferíamos sufrir por hambre que sufrir por enfermedad. Las latas de comida que llevábamos no pasaban de cinco, teníamos una botella de agua cada uno y la mía ya se encontraba por la mitad. 

Llegamos a lo que parecía ser una granja, estaba cercada con alambre alrededor y dentro de la propiedad habían dos autos, uno de color blanco y otro de color azul. A uno de los costados de la casa se encontraban una gran variedad de cultivos, estaban bastante cuidados por lo que nos dio la sensación de que había gente allí adentro.

-Podríamos recoger alimentos de esa huerta-dijo Kyla.

-Debemos asegurarnos de que no haya nadie en la casa, no queremos más problemas-dijo Richard.

-Richard tiene razón, Kyla. Todo está demasiado cuidado como para que no haya nadie viviendo aquí-dijo Jessica.

Mark atento escuchaba pero a la vez pensaba seguramente una forma de ingresar a la propiedad. 

-Si hay gente adentro creo que lo más lógico sería llamar a la puerta-dijo Glenn y rió. 

-Es lo que haremos-pronunció Mark- pero solo iremos algunos de nosotros, por si acaso-continuó.

-Está bien-exclamó Rita.

-Maggie, tu irás con Mike y Richard, no queremos lucir como amenazantes así que irán ustedes-dijo Mark- sujeta tu arma, Mike, debes estar preparado para cualquier cosa-continuó y el niño asintió. Lo más gracioso de todo es que de haber personas en esa casa lo más probable es que ya hubiesen notado nuestra presencia allí, es decir, la propiedad tenía ventanas que apuntaban directamente hacía donde nos encontrábamos, así que nuestro pequeño plan de resultar inofensivos no sería más que un gran espectáculo para ellos.

Sil

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