Capítulo 49: Separados del infierno

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Una fresca brisa golpeaba con nuestros cuerpos haciéndonos acordar que pronto empezaría el invierno. El primer invierno luego de que la sociedad se evaporara. Suponíamos que todo sería igual, que el frío no sería un gran problema mientras nos mantuviéramos en un lugar con techo. Agradecía encontrarme en el refugio y rezaba cada noche para que nada malo sucediera, nada que nos hiciera salir corriendo de allí. Glenn seguía abrazándome por la espalda mientras mirábamos como los árboles se movían por el viento. El sol estaba a punto de ocultarse por completo lo que creaba una vista magnífica. Hacía mucho tiempo que no observaba algo tan bonito. A pesar de todos los problemas que podíamos llegar a tener el sol seguía allí, alumbrándonos e indicándonos el camino, recordándonos que no todo había cambiado. Cuando ya nada podía ser mejor mis ojos notaron cierto movimiento entre los árboles, me aparté de Glenn y él confundido me siguió hacía el borde de la azotea.

-¿Que ocurre?-me preguntó.

-Creo que he visto algo, trae tus binoculares-le respondí y enseguida fue en busca de ellos. Tras utilizarlos llegamos a la conclusión de que si había algo entre los árboles, caminantes. No eran un par ni un grupo pequeño, era una horda que estaba, probablemente, pasando por el camino de tierra más próximo.

-Vayamos a alertar a los demás-dijo Glenn quien salió corriendo hacia adentro del refugio. Me quedé observando unos minutos más allí arriba viendo si de verdad representaban peligro alguno. En cuanto bajé las escaleras ya todos estaban cargando sus armas y podía escuchar a Mark dando algunas indicaciones. Tomé una de mis armas y me la coloqué en el cinturón, cargué otra y me decidí a llevarla preparada.

-Están cerca, si no hacemos demasiado ruido seguirán su camino, lo más probable es que ni siquiera nos noten-dije mirando a Mark quien asintió.

-Richard puedes ir a hacer guardia al tejado. Toma los binoculares de Glenn y quédate allí-dijo y Richard emprendió marcha hacia la escalera- Sofía, tu quédate en la sala de cámaras y vigila el perímetro-hizo una pausa ya que el resto de nosotros seguíamos esperando algún tipo de indicación- No haremos nada, como dijo Maggie tal vez sigan su paso, pero si no lo hacen tendremos que salir, el sol está bajando así que debemos tener cuidado-concluyó Mark y caminó hacia la entrada del refugio.

La noche llegó en cuestión de minutos dejándonos en una profunda oscuridad. Si bien el refugio contaba con luces exteriores creímos que sería mejor apagarlas para no llamar la atención. Lo mismo haríamos con las interiores cuando los caminantes se acercaran. Apenas podíamos visualizar nuestro alrededor lo que hacía todo mucho más terrorífico. Glenn, Jessica y yo nos dirigimos a las puertas traseras, nos quedamos aguardando allí y observando por la pequeña ventana cuanto faltaba para que aquellos monstruos se acercaran al lugar. 

-Espero que Richard se encuentre bien allí arriba-exclamó Jessica ante la situación sentimental en la que se encontraba él.

-Estará bien-pronunció Glenn y asentí ya que opinaba lo mismo.

Las luces de adentro del  refugio se apagaron por completo lo que nos dio a entender que Sofía había visualizado movimiento cerca del lugar. 

-No podemos ver nada-pronunció Jessica.

-Los sentiremos cuando pasen por aquí-dije. Glenn aprontó su arma y se posicionó frente a la puerta. Sus lentos pasos comenzaron a escucharse a tan solo algunos metros, al igual que sus respiraciones profundas y esa clase de gemidos que se producía cada vez que el aire pasaba por sus gargantas en estado de descomposición. Hacía demasiado tiempo que no los escuchaba tan de cerca. La situación me hacía recordar a mi familia convertida tras una de las puertas de mi apartamento. La piel se me erizaba de solo pensar en ese momento. Una puerta nos separaba otra vez del infierno, después de tanto tiempo ellos pasaban a ser el verdadero problema. 

Un grito se oyó desde la puerta principal, nos dimos la vuelta aterrados y pude notar como nuestras respiraciones se aceleraban.

-Iré a ver qué sucedió-exclamó Glenn y asentí.

-Ten cuidado-le dije y se perdió en la oscuridad. Me quedé con Jessica que se encontraba lo bastante asustada como para que su arma temblara.

-Estará todo bien-le dije y me sonrió levemente.

Los caminantes comenzaron a pasar por la puerta trasera, de verdad que eran cientos de ellos y no existía probabilidad alguna de enfrentarnos con ellos y ganar. Algunos pasos de oyeron detrás de nosotras, era Rita que algo agitada trataba de hablarnos.

-Es Richard, salió-dijo.

-¿Qué?-exclamó Jessica desesperada.

-Bajó por la escalera exterior, está peleando con ellos afuera, los demás salieron a ayudar-contestó Rita.

-¿Glenn salió?-dije preocupada y subiendo el volumen de mi voz.

-Si, está afuera-respondió Rita.

-Voy a matar a ese imbécil-dije refiriéndome a Richard. No podía creer que fuera tan inconsciente de poner a todo el grupo en peligro. Los disparos no tardaron en aparecer y podía sentir como mi corazón se aceleraba cada vez más. Tras comprobar que no había forma de que ninguno de los muertos ingresara por la puerta trasera, nos dirigimos con Jessica hacía la entrada principal. Allí estaban Mike, Rita y Sofía. 

-Vayamos a la azotea, podremos disparar desde allí arriba y así abrirles el camino-dije y Rita y Mike accedieron mientras Jessica y Sofía se quedaban al cuidado de la puerta.

Subimos las escaleras rápidamente y enseguida visualizamos al resto del grupo. Glenn no dejaba de disparar, rodeado de caminantes. A escasos metros se encontraban Dean, Richard, Mark y Tom, mientras que del otro lado Simon se encontraba solo.

-Despéjale el camino a Simon-exclamé y Rita comenzó a disparar. Mike se ocupó de su padre y yo de Glenn. Los caminantes no dejaban de llegar y probablemente todos los que ya habían pasado estaban volviendo hacia nosotros por el ruido que provocaban los disparos. Estaba totalmente dispuesta a insultar de una buena vez a Richard, lo que había hecho no tenía excusa que sirviera, estábamos todos en esa situación solo por él y de pasar algo malo todo sería su culpa. 

Las balas parecían acabarse enseguida, Mike corría cada algunos minutos al interior del refugio en busca de más municiones. Simon logró abrirse paso entre los muertos e ingresó al refugio, lo mismo hizo Dean. Afuera quedaron Glenn, Mark, Richard y Tom. Mis municiones se acabaron por completo y por algunos minutos me quedé observando la situación y rezando para que nada malo le sucediera a Glenn. En ese instante algo comenzó a tornarse raro y difuso. Mi estómago comenzó a doler de repente provocando que mi cuerpo se tensara. Mis piernas comenzaron a temblar y dejé de sentirlas. Otra punzada en mi estómago logró dejarme en piso. Rita dejó de disparar y se acercó a mi.

-¿Que sucede?-dijo casi gritando ya que con los disparos no era fácil hablar.

-Me duele-dije presionando con las manos mi panza-no puedo respirar-dije.

-Iré en busca de Simon y Dean, quédate tranquila, ya vuelvo-pronunció y bajó las escaleras. El dolor cada vez era más fuerte y me dificultaba respirar por momentos. Sentía como si me estuvieran apretando todos los órganos al mismo tiempo. Simon y Dean aparecieron cubiertos de sangre de caminante y me levantaron del suelo, provocando que otra punzada apareciera haciéndome ver las estrellas del dolor. 


Sil

Bueno, dos capítulos en menos de dos días no es muy normal en mí pero espero que lo disfruten!! Besos, comenten que les está pareciendo la fanfic!! 



CUANDO LOS MUERTOS VIVEN -The walking dead (Maggie y Glenn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora