Capitulo 08

3.3K 86 0
                                    

Él estaba enfrente de mi no lo podía creer por fin estaba viendo su rostro sus ojos azules claros, su cabello cobrizo lacio y su estúpida sonrisa arrogante, sin duda es atractivo pero es un criminal es la persona que me robo y secuestro, ahora tenia el descaro en aparecerse delante de mi como si nada.

Me echo hacia atrás pegando la cabeza de la puerta de la camioneta me pregunto donde rayos estará Rocco mi guardaespaldas.

—¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?— Le pregunto asustada.

—No es muy difícil encontrarte, Alice… Eres hija de una de las personas más ricas de Texas— Sigue con aquella sonrisa burlona.

— ¿Alice? Se ve que estuviste revisando mis cosas ¿O me equivoco? Me gustaría que me regresaras mi bolso.

—¿Quién te dijo que cuando robo algo lo regreso?— Soltó una carcajada— Ese bolso se quedara conmigo es como un recuerdo.

—En serio estas loco, al aparecerte aquí puedo ver tu rostro ahora mismo puedo ir a la policía y denunciarte.

—Tu no vas a hacer tal cosa— Se acerca a mi amenazante.

—¿Dame un motivo por el cual no puedo? Me robaste, me secuestraste e intentaste sobrepasarte conmigo en la cabaña ¿O lo olvidaste?

—No lo olvide— Toca mi cabello, enseguida me aparto y él se echa a reír.

—¿Dime que haces aquí? — La cercanía de este hombre me estaba poniendo realmente nerviosa, nunca pensé que mi ladrón fuera tan malditamente guapo.

—Vine a cobrármelas, Musa.

—¡No me llames musa!— Gruño enojada.

—Se que en el fondo te gusta que llame “Musa” — Sonríe.

— Por favor te lo pido… Aléjate de mi y déjame en paz— Trato de ir pero él me agarra fuerte del brazo pegándome mas a la puerta de la camioneta puedo sentir su aliento en mi cuello— ¡Suéltame!

— ¡Cállate y escúchame! Tú harás algo para mí y no podrás negarte.

—¡Yo no hare nada para ti! ¡Es mejor que me sueltes o comenzare a gritar!

—Me encantaría oírte gritar pero en una habitación, solos tú y yo ¿Te gustaría, Musa? Imagínate lo bien que la pasaríamos.

—¡Eres un maldito sádico! ¡Suéltame, te dije!— Coloco mis manos en su pecho trato de moverlo pero no cede este chico tiene demasiada fuerza.

—Estas comenzando a enojarme, Alice… Te puedo jurar que no te gustara ver esa faceta.

—Entonces quita tu asquerosa mano de mi brazo— No iba a dejar que él me intimidara.

—De acuerdo te soltare pero no intentes correr— Entonces me suelta, acaricio mi brazo veo que esta enrojecido.

—Mira lo que hiciste, ahora seguro me quedara una marca— Dije molesta.

—Musa, te aseguro que esa no es la clase de marca que quiero dejar en tu preciosa piel— Sus ojos se desliza por todo mi cuerpo y luego vuelve a mirarme con intensidad.

—Por favor, deja de hablarme y mirarme de esa forma sino vomitare encima de ti.

— Esta bien, debo admitir que te ves preciosa cuando te enojas tus mejillas toman un tono rojizo— Lo miro furiosa— Bien, bien…No volveré a decirte ningún cumplido ya veo que no te gusta de verdad que eres dura, Musa… Relájate un poco.

—¿Cómo quieres que me relaje? Si tengo delante de mí a un criminal.

— Lo que tu digas— Dice indiferente— Me han llamado de peor manera… Harás algo para mí porque me lo debes.

—¡Yo no te debo nada a ti!

—Si me lo debes, los diamantes que robe eran falsos y tu lo sabias.

Me eche a reír al ver lo enojado que estaba.

—¿Entonces si lo sabias? Te burlaste de mi todo ese tiempo que estuvimos en la cabaña.

—Yo no lo sabia— Musito.

—Claro que si, pequeña perra— Gruñe enojado, adiós al pervertido y divertido criminal, bienvenido el hijo de perra y grosero criminal— Vas a ayudarme a robar esos diamantes ¿Entendiste?

—¡Acaso estas demente! ¿Piensas que le robare a mi propio padre?— Lo miro como si se hubiera vuelta loco.

—Sino lo haces acabare contigo, Alice… Si es una amenaza ¿Sabes lo que hago con las personas que juegan conmigo? Todas ellas están muertas, no me temblara el pulso para poner una bala entre tu linda frente.

Mi cuerpo tiembla ante su amenaza parece que lo esta diciendo muy en serio, oh Dios mío, creo que voy a desmayarme del susto.

—No...No puedes estar hablando en serio, no puedo hacerlo… Papá me mataría.

—Sino lo haces entonces te matare yo, aunque tengas un guardaespaldas o un ejercito cuidándote iré por ti, Alice Bledel.

Mi corazón palpita con fuerza me quedado sin aire en los pulmones, volteo buscando ayuda entonces veo a Rocco acercándose a nosotros lo cual me alegra mucho.

—Si le dices de esto a alguien, será peor para ti— Me dice el chico al oído, estremeciéndome.

—Señorita Alice, perdone la demora… Estaba almorzando ¿Se encuentra bien?— Dice Rocco mirando al criminal que esta a mi lado, tengo ganas de decirle la verdad pero me da miedo.

—No, no sucede nada Rocco— Sonrió nerviosa— Solo estoy hablando con….— Dame cuenta que no sabia su nombre.

—Bomer, Matt Bomer— Le dio la mano a Rocco este se la dio con recelo— Soy un buen amigo de Alice.

¿Amigo? Si, claro.

—Soy Rocco el guardaespaldas de la señorita Alice.

—Bien— Sonrió— Yo tengo que irme, Alice… Hablaremos luego sobre nuestro proyecto ¿De acuerdo?

— Si, claro…Matt— Lo miro malhumorada y él seguía con esa estúpida sonrisita en su rostro quería borrársela de un golpe.

—Nos vemos, Musa— Se acerco a mí y contengo el aliento cuando me da un beso en la mejilla ¿Cómo se atreve? Seguro me he puesto roja ¡Mierda! Él me guiña el ojo y luego se va hacia aquella Harley que tiene estacionada en la acera, esa la misma motocicleta que vi esta mañana así que venia siguiéndome.

¿Ahora como me iba a liberar de ese criminal? Me había propuesto robarle los diamantes a mi padre sin duda estaba loco si creía que iba hacer algo como eso por mas que me había amenazado ¿Sera que le cuento a mi papá? ¿A Rocco? No sabia que hacer, sin duda Matt Bomer si es que es su nombre real había llegado a mi mundo para ponerlo al revés.

Ciudad Del Pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora