Capitulo 12

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Hago caso omiso a su comentario obsceno y entro a su apartamento, lo observo detalladamente es bastante bonito las paredes son blancas con detalles en negro, el piso es de madera, los sofás son caoba, los estantes son negros… Sin duda es un apartamento de un hombre soltero.

Me volteo a mirarlo, él sigue sonriendo me distrae es que esta semi desnudo enfrente de mi puedo hablar de un asunto tan serio y él sin camisa.

—¿Podrías ponerte una camisa o algo?

—¿Por qué? ¿No te gusta lo que ves?— Seguía coqueteando conmigo.

—No puedo hablar contigo, si estas semi desnudo eso es de mal gusto.

—De acuerdo, Musa… Lo hare esta vez, pero debo decirte que en mi casa hago lo que me da la gana— Se va hasta el sofá y se pone la camiseta que estaba encima de ella— Además antes que llegaras estaba haciendo ejercicio.

—Bien por ti— Digo fastidiada.

Veo a un perro labrador entrando en la sala de estar, enseguida va a donde estoy asfaltándome me agacho a su altura para acariciarlo es realmente adorable este perro quien me lame la mano y mueve la cola entusiasmado.

—Eso es raro— Dice Matt frunciendo el ceño.

—¿Por qué es raro?

—Sam no soporta a los extraños ni menos a las mujeres.

— Veo que soy la excepción— Vuelvo mi atención al perro, acariciando su pelaje— Amo a los perros, mis padres nunca me dejaron tener uno.

—Cada mujer que he traído aquí, Sam las espanta con sus ladridos… Debes haberle caído bien.

Me pregunto a cuantas mujeres habrá traído a este apartamento seguramente que a muchas, no se porque eso me molesta además no debería interesarme en lo más poco lo que hace con su vida privada, recuerda a lo que has venido hacer. Me pongo de pie y me cruzo de brazos. Sam enseguida desaparece de la sala de estar.

—Es momento que tú y yo hablemos.

—¿Por qué no mejor nos ponemos cómodos en mi sofá?— ¿Es que iba a seguir en ese plan de coqueteo? Comenzaba a cansarme.

—No voy a sentarme además no pienso durar mucho tiempo aquí.

—Bueno, termina de decirme sobre ese “trato” que querías hacer conmigo, tengo una cita muy importante hoy.

—¿Una cita? Pobre de la mujer a la que vas a ver, no sabe en lo que se mete la pobre — Digo burlándome.

—¿Quién te dijo que es una mujer, Musa?— Su sonrisa se hace mas grande— ¿Estas celosa? Puedo darte amor si eso quieres, mi corazón es muy grande y caben todas.

—Ya quisieras— Lo miro enojada— Es mejor que dejes de coquetearme, tu no me gustas para nada Matt.

—Hare que te creo— Sonriendo— ¿Entonces que vas a decirme?

—Quiero pagar la deuda de Steven Harrison.

—¿Steven Harrison?— Me mira sorprendido— ¿Conoces a ese tipo?

—Ese tipo, es mi mejor amigo… Quiero pagar los 50 mil que te debe.

—¿En serio? Pero que gran amiga eres, pagar la deuda de Steven ¿Sabes que él es un drogadicto?

—Si lo se y es culpa tuya por venderle esa porquería— Le reclamo furiosa.

—Ey, ey. Para tu tren, yo no le puse una pistola en la cabeza a tu amigo para que consumiera “mi droga” él es quien nos busco a nosotros simplemente se la vendimos.

Ciudad Del Pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora