Ciudad Del Pecado.

Capitulo 27 (2º temporada)

Bruce me da un vaso que contiene Ron luego se sienta a mi lado le calculaba que podría tener unos 50 y tantos años, le doy un trago a mi bebida el cual necesitaba después de toda la mierda que había pasado además aún estaba cabizbajo por lo de Alice.

—   Entonces Bruce ¿Cuál es el trabajo que me tiene esta vez?

—   En realidad no hay ningún trabajo.

—   ¿No? No entiendo entonces porque razón me llamaste— Confundido.

—   Solo quería conocer a mi mejor socio a la persona que me ha hecho ganar una fortuna.

—   Debo admitir que también quería conocerte de hecho te debo 15 millones a la final no robe los diamantes rosas.

—   No te preocupes por eso es lo de menos,  le compre los diamantes a Martin Bledel— Sonríe mientras le da un sorbo a su bebida.

—   ¿De verdad? Bueno me alegro que ambos saliéramos ganando.

—   Matt, en serio te admiro durante estos 2 años me he dado cuenta que eres un chico con muchos talentos, eres arriesgado, no le temes a nada y eso en este negocio es fundamental.

—   He manejado el negocio de mi padre adoptivo desde los 15 y me ha ido muy bien.

—   Te ganaste rápidamente el respeto de todos tanto así que eres el mafioso mas adinerado y poderoso que hay en USA.

—   Solo hago mi trabajo y tiene sus frutos.

—   ¿Nunca has pensando salirte? Para comenzar una nueva vida.

—   ¿Por qué me preguntas eso?— De nuevo me desconcierta.

—   No lo se, me imagino que alguna vez has querido renunciar se que no es fácil manejar una organización criminal.

—   No lo es pero trato de mantenerlo  y si en varias ocasiones lo he pensando pero es complicado solo hay una manera de salir de esto y es muerto.

—   No necesariamente aún eres joven creo que tienes la oportunidad única de salirte ahora hasta puedes contar conmigo para lograrlo.

—   No entiendo ¿Por qué quieres ayudarme a salirme?— Frunce el ceño— ¿Para eso me llamaste? Quieres convencerme de dejar mi negocio ¿Por qué?— Mi cuerpo se sentía tenso— ¿Acaso me he convertido en tu competencia? Me quieres sacar del juego, Bruce.

—   No, no quiero que me malinterpretes Matt solo quiero protegerte de lo que implica estar metido en la delincuencia.

—   ¿Por qué me estas diciendo estas cosas? Sabes algo que yo no sepa.

—   Te voy a contar una historia primero quizás entiendas. Tenía 30 años para ese entonces estaba casado con una bella mujer creí que al principio que la amaba pero me equivoque todo cambio cuando llego la nueva sirvienta estaba apenas en la plena etapa de su juventud cuando se mudo a mi casa me di cuenta que me sentía atraído por esa chica pero era un error involucrarme con ella hasta que un día pudo más el deseo que la razón.

Veía como ella recogía algunas flores del jardín las colocaba en un cesto llevaba un coqueto vestido blanco y su cabello dorado suelto que hacía contraste con la luz del sol parecía un ángel cada día que pasaba la deseaba aún más pero no quería lastimar a mi esposa no podía hacerlo.

Se acerca a mí con una hermosa sonrisa enseguida aparto la mirada de ella sintiéndome  avergonzado de haber estado espiándola.

—   Buenos días, señor Geller.

—   Buenos días— Balbuceo me siento como un adolescente ¡Que estúpido!— ¿Para que son esas flores?

—   La señora me pidió cortar algunas para colocarlas en el comedor.