Capitulo 05

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Estaba allí enfrente de mi secuestrador y también el chico que me había robado la otra noche, tenía más impotencia y rabia que miedo. Él me mira desafiante pero no le iba a dar  el gusto de verme asustada, llevo mis manos a la cadera y lo observo con rabia esperando lo que vaya a hacer.

Da un paso hacia y yo doy otro hacia atrás, él simplemente se echa a reír.

-      Eres una niña tonta ¿Quién te da derecho a pegarme?

-      ¿Quién te da derecho a ti a secuestrarme?- Le grito- Exijo que me dejes libre ahora.

-      ¿Sino que harás?- De nuevo se acerca a mi esta vez me agarra de la cintura trato de que me suelte pero es mas fuerte que yo.

-      Suéltame en este mismo instante- Me retuerzo en sus brazos pero se niega a soltarme.

-      Sabes para hacer una niñita de papá  y mamá, eres una guerrera y eso me gusta- Su voz coqueta, hace que me enferme.

-      Eres un imbécil, te aseguro que cuando salga de aquí e iras directo a la cárcel donde perteneces.

-      De eso no estoy seguro- Se ríe, sus intensos ojos grises me miran de forma burlona, sino tuviera las manos atrapadas entre sus brazos le daría otro golpe.

-      ¿Acaso no sabes quien soy? Apenas se den cuenta que no estoy en la fiesta, vendrán por ti.

-      Se quien eres- Me suelta haciéndome tropezar con la cama.

-      ¿Qué? ¿Todo este tiempo lo sabias? Entonces fue tu intención secuestrarme- Lo mire incrédula.

-      Claro, niña… Yo fui quien te robo tu bolso la otra noche, vi tu documento de identidad así que eres hija de Martin Bledel uno de los hombres mas ricos de Texas, ante mi a su encantadora hija Alice Bledel, no sabia que eras tan hermosa.

Su mano toco mi cabello enseguida me aparto de su agarre, lo ultimo que quiero es que este hombre me ponga una mano encima. Tengo que hacer algo para salir de este lugar lo más pronto posible, no me gusta para nada en la manera que me mira este chico.

-      No debes temerme miedo, no te hare daño.

-      ¿Tenerte miedo?- Suelto una carcajada irónica- Más  bien tengo un inmenso odio hacia a ti.

-      De verdad eres una chica muy valiente, inspirador como una Musa, oh si, ese nombre te queda bien, Musa.

-      ¡No me llamas así!- Mis mejillas seguro están encendidas este hombre me produce cólera- Tienes los diamantes de mi padre ¿Qué mas quieres de mi?

-      ¿Qué tu crees? – Su mirada recorrió todo mi cuerpo causándome escalofríos, no podía ser capaz, lo había escuchado decirle a sus amigos que no iban abusar de mí.

-      No se que te refieres- Balbuceo esta vez asustada.

-      Claro que lo sabes, mi bella Musa- De nuevo se acerca a mí.

-      Por favor,  quédate con los diamantes no tienes porque hacer esto, prometo no decirle a nadie sobre esto… Tú dijiste que no me trajiste aquí para…

Antes de que pudiera terminar de hablar, él me agarra otra vez entre sus brazos grito por la sorpresa mientras mi cuerpo comienza a temblar por su cercanía, sus ojos grises oscurecen de pronto, mierda, no puedo creer que esto me este pasando a mi.

-      Así que estabas escuchando, es que en tu casa no te enseñaron a no escuchar conversaciones privadas- Me aprieta mas fuerte, lanzo un quejido de dolor.

Ciudad Del Pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora