Capitulo 04

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Lo primero que hice en la mañana al despertarme fue llamar al banco para bloquear mis tarjetas de crédito, no quería que el ladrón vaciara mis cuentas pero por suerte me informaron que no habían sacado nada.

Baje a desayunar con mis padres y mi hermano, me senté en mi asiento habitual, la señora Miriam me sirvió el desayuno, tostadas, bol con frutas en cuadritos, jugo de naranja y una humeante taza de café.

- Gracias, Miriam- le dije con una sonrisa.

- A la orden, señorita- con un movimiento de cabeza, se retiro a la cocina.

- Hija, tu hermano nos conto que ayer te robaron- dice mi padre dejando el periódico en la mesa.

- Si, pero no fue nada grave. Solo se llevo mi bolso- digo bebiendo un poco de café.

- Me imagino que bloqueaste tus tarjetas- dice mi madre.

- Si, fue lo primero que hice… En el banco me dijeron que no hicieron ningún movimiento en mi cuenta.

- Menos mal, Alice… Tienes que tener mas cuidado cuando salgas de noche a esos clubes nocturnos- me regaña mi padre, trato de ignorarlo.

- Estaba con mis amigos, sino hubiera salido sola no me hubieran robado- explico.

- De todos modos primero esta tu seguridad, por ese motivo te contratare un guardaespaldas.

- ¿Un guardaespaldas?- Repito- No necesito uno, estoy bien.

- No te lo estoy preguntando, Alice… Tu hermano Vicent buscara a alguien que te cuide las 24 horas del día no quiero que te pase nada.

- Es absurdo- resoplo enojada- puedo cuidarme sola.

- Alice, no contradigas a papá- dice Vicent mirándome con intensidad- si, él dice que tendrás un guardaespaldas eso tendrás, recuerda que no eres la hija de cualquiera, somos gente muy rica y poderosa hay muchas personas mala en la calle.

- Tu hermano tiene razón, más cuando han llegado los diamantes rosas esta mañana.

- ¿Los diamantes rosas?- digo emocionada, olvidado por completo el asunto del guardaespaldas - ¿Puedo ir contigo a verlo, papá?

- No, en la noche cuando se abra la exposición. Esos diamantes valen 30 millones de dólares cada uno, viene mucha gente importante.

- Por cierto, hija ¿Ya sabes que te vas a poner para la exposición?- Me pregunta mamá.

- Si, escogí un bonito vestido negro de Roberto Cavalli- tomo el tenedor picho una de las frutas llevándolo a mi boca.

- Buena elección, luego subo a tu habitación para verlo me imagino que Jason ira contigo.

- Si, por supuesto. Viene a recogerme como a las 7 de la noche.

Seguí desayunando pensando en la idea de tener a un guardaespaldas siguiéndome día y noche como un halcón seguramente iba hacer bastante tedioso pero lo que decía mi padre en casa era ley, sobre todo siendo quien es, es dueño de una de las joyerías mas importante del mundo “Diamonds Bledel” esta noche abría una exposición sobre varios diamantes rosas antiguos de los tiempos Egipcios que valían una fortuna, mis padres estaban emocionados habían gastado mucho dinero para que todo vaya a salir perfecto.

Como es sábado, fui directo a la peluquería arreglarme el cabello, pintarme las uñas de manos y los pies. Después cuando llegue a casa, me coloque mi vestido de 2,000 dólares, un collar de diamantes que me había regalado mi padre en mi cumpleaños 18, unos zarcillos a juego y mis lindos tacones de Jimmy Choo. Estaba lista para la exposición, recibí un mensaje en mi nuevo celular se trataba de Jason que estaba abajo esperándome, agarro mi bolso de Prada. 

Ciudad Del Pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora