Estaba en mi casa rodeada de policías, mis padres, mi hermano y mi novio están como histéricos después del intento de robo que acabamos de sufrir e incluyendo mi breve secuestro, estoy sentada en el sofá con una taza de te que me preparo la señora de servicio, aun estaba temblando por los nervios de haber estado en la mano de esas personas.
— ¿Segura que no quieres a ir un hospital?— Me pregunto Jason por decima vez.
— No es necesario, en serio estoy bien solo algo nerviosa.
— No todos los días te secuestran— Se sienta a mi lado pasa su brazo alrededor de mis hombros, me recuesto de él agradecida que este aquí dándome su apoyo.
— Señorita Bledel tiene mas información sobre los secuestradores, algo que nos ayude a dar con ellos— Me pregunta el policía.
— No, es todo lo que puedo decirles estaban encapuchados.
— Haremos todo la investigación para dar con el paradero de estos criminales.
— Los quiero presos a esos hijos de perra, por haber querido robarme — Me dice mi papá enojado.
— Al menos no eran los diamantes verdaderos— Dice Vicent y mira a mi novio quien esta muy serio.
— Si, menos mal que se me ocurrió hacer esos de cristal a la fiesta y no los reales— Suspira aliviado papá.
— Alice esta semana no ha sido muy fácil para ti, cielo— Dice mi madre angustiada.
— Mañana mismo te vamos a poner un guardaespaldas no podemos correr ningún riesgo que te suceda algo— Dice mi padre.
Pongo cara de pocos amigos en realidad no quiero una persona que este detrás de mi siguiéndome a todos lados, siempre me he considerado una chica libre a pesar que mi familia es rica y poderosa nunca necesite que nadie me cuidara esta ciudad siempre me pareció demasiada segura ya que conocía a la mayoría de los que vivos aquí y ahora tener un guardaespaldas seguro iba a hacer un dolor de cabeza pero no quería contradecir a mis padres.
— Si es lo mejor, señor Bledel… No quiero que nada malo le pase a mi dulce Alice— Dice Jason besando mi frente.
— Lo raro es que te hayan dejado libre siendo quien eres— Dice papá intrigado.
— Supongo que les importaba más los diamantes que yo. En este momento solo quiero descansar y olvidar esta noche— Me pongo de pie y Jason también lo hace.
— Te acompaño— Yo asiento con la cabeza y le entrego la taza de te a medio a terminar a mi madre quien me da un breve abrazo.
Jason y yo subimos a mi habitación lo cual es raro nunca lo ha hecho y mis padres no pusieron ninguna objeción seguro es porque tienes cosas mas importantes que atender que preocuparse que mi novio y yo estemos solos en mi habitación, me siento en la cama me quito los zapatos y doy un largo suspiro.
Jason se siente a mi lado comienza a masajear los hombros, oh eso se siente realmente bien.
— Hmmm eso se siente bien— Murmuro cerrando los ojos relajándome por el delicioso masaje que me esta dando mi novio.
— Estoy aquí para complacerte— Besa mi cuello— Lamento que esto sucediera, es mi culpa Alice.
Me volteo haciendo que se detenga con su masaje y lo miro incrédula, él se ve realmente afectado por lo que paso esta noche aunque no entiendo porque.
— Tu no tienes la culpa de nada Jason, la única que tiene la culpa soy yo no debí ir a la bodega sola, debí quedarme contigo pero sabes que soy un imán para los problemas— Me encojo de hombros.
— Yo debería estar allí para protegerte, de ahora en adelante prometo que no te dejare sola.
— Eres tan lindo— Le doy un pequeño beso— ¿Me ayudas con el cierre de mi vestido?— Le pregunto inocentemente, Jason sonríe juguetón.
— Con gusto, ayudo a mi princesa. Date la vuelta— Hago lo que me pide y baja el cierre de mi vestido, besa mi nuca y después baja hasta mi espalda.
— Ja…Jason, debes parar ahora— Contengo el aliento al sentir sus manos acariciando mi espalda desnuda.
— Alice, no sabes como te deseo— Murmura contra mi piel, un escalofrió pasa por mi cuerpo.
— Habrá un mejor momento para esto, Jason— Él se aparta malhumorado y se pone de pie— No lo dije para que te enojaras.
— Lo se porque tienes razón, necesitas descansar. Iré abajo, tu esta tranquila, mañana será otro día— Me da otro beso en los labios— Que descanses.
— Tu también. Y gracias— Él sonríe antes de salir de mi habitación.
Me cambio de ropa y me cuesto en mi cama tratando de conciliar el sueño pero no puedo lo único que pienso es el chico que me secuestro y que también me robo eso no se lo conté a la policía tenia que averiguar de quien se trataba ese momento cuando estábamos solos en la forma como miraba me inquieto mucho me sentía expuesta cuando estaba entre sus brazos, sus intensos ojos grises nunca los iba a olvidar, me quedo dormida pensó en su fría mirada.
****
A la mañana siguiente estoy lista para ir a la universidad bajo al comedor donde desayuno rápidamente para no llegar tarde, entonces veo a mi padre entrar con un hombre.
— Menos mal que te veo, cariño.
— ¿Qué sucede?— Veo al hombre moreno que lo acompaña es alto, musculoso, calvo y tiene cara de asesino en serie.
— Quiero presentarte a tu guardaespaldas su nombre es Rocco.
— Es un placer conocerla señorita Bledel— Dice el Hulk.
— Bueno… Creo que tendré que acostumbrarme a esto.
— Es por tu bien, Alice. No quiero que te suceda nada malo— Me acerco a mi padre y lo abrazo.
— Lo se y estoy agradecida que me protejas, papi.
— Me alegro que estés bien, que no te haya pasado nada porque si ellos fueran visto los diamantes falsos cuando estabas bajo su poder ni me quiero imaginar que hubiera sucedido.
— Ni yo tampoco— Murmuro— De algo es seguro deben estar cabreados porque no lograron robar los diamantes— Me rio mentalmente del chico de ojos grises seguro debe estar botando fuego por la boca.
— Mejor vete a la universidad y Rocco va a contigo.
****
Rocco aparte de ser mi guardaespaldas es mi chofer me lleva directamente a la universidad, reviso mi celular entonces veo una moto del lado donde estoy sentada es una Harley el chico tiene un oscuro que no me deja ver su rostro pero se me queda viendo por unos segundos antes de seguir por la autopista eso me pareció un poco extraño, pero no le doy importancia y sigo mandándole un mensaje a Ashley.
Cuando llegamos siento que alguien me esta observando, volteo mirando alrededor pero no veo a nadie sospechoso, tal vez me estoy volviendo loca.
— ¿Le sucede algo, señorita?— Me pregunta Rocco a mi lado.
— No nada, es que creí ver algo pero no es nada.
— Esta bien— Dice no muy convencido.
****
Me quedo allí fumándome un cigarrillo mientras la veo entrando con aquel gigantón a la universidad, esa perra ni siquiera se imagina lo que voy hacer cree porque tiene guardaespaldas no voy acercarme a ella esta equivocada, lo siento Musa pero ahora seré tu peor pesadilla.

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Ciudad Del Pecado.
RomantizmEs la historia de Alice Bledel una chica de alta sociedad que esta por terminar su ultimo semestre en la Universidad de Texas decidí irse a celebrar con unos amigos a un bar en una noche loca y de copas conoce a Matt Bomer un chico problemático etiq...