Capitulo 40

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Despierto en una habitación de mi casa, Justin esta a mi lado y hay otra persona que no reconozco esta revisando la herida de bala que tengo en el hombro.

—   Menos mal que despertaste, tranquilo Phillips es medico te curara la herida.

—   Lo mejor seria llevarlo al hospital— Dice Phillips colocándose unos guantes de látex.

—   No puedo ir a un hospital— Me quejo cuando presiona la herida con la gasa.

—   Entonces tratare sacarte la bala, has perdido una buena cantidad de sangre pero te sientes tan débil pero la herida no es tan grave.

—   Toma un poco de esto— Dice Justin ayudándome a beber un poco de Ron quema mi garganta cuando lo pruebo— Dolerá como la mierda pero tienes que aguantar.

—   Pásame esa botella de Ron, ayudara a desinfectar la herida, ardera— Me advierte luego aplica el Ron en mi hombro.

—   ¡Joder!— Gruño adolorido es realmente insoportable.

Phillips saca otros instrumentos de su bolso es como un cuchillo comienza a sacar la bala, duele demasiado Justin me da mas Ron para soportarlo me gustaría estar en este momento inconsciente, después de sacar la bala de mi hombro comienza a coser sin anestesia solo quiero que termine siento que vuelvo a sentirme mareado y con ganas de vomitar, Justin me da otro trago de Ron.

—   He terminado, aun creo que deberías ir a un hospital por suerte la bala no toco ningún nervio.

—   Gracias, Doctor— Dice Justin— Ya sabe ninguna palabra de esto a nadie.

—   No se preocupe, nada saldrá de mi boca… Por favor descanse, no trate de levantarse de la cama puede se que abran los puntos.

—   Esta bien, gracias— Digo cansado.

Justin acompaña al Doctor fuera de la habitación y luego regresa a mi lado.

—   Estuvo cerca, por un momento pensé que te habías muerto— Sonríe.

—   No es la primera vez que me pegan un tiro— Trato de moverme enseguida siento una punzada de dolor en el hombro vuelvo a recostarme en la cama— Ojala esta herida se me cure rápido porque necesito hacer algo importante.

—   Lo bueno es que robamos las pinturas y salimos del lugar sin que la policía nos siguiera.

—   Pásame mi teléfono, necesito llamar a Bruce para decirle que hice el trabajo.

Justin hace lo que le pido me trae el teléfono, marco el numero de Bruce en mi agenda.

—   Bomer, que gusto escucharte ¿Lograste robar las pinturas?

—   Si, las tengo todas en mi poder.

—   ¿Qué pasa? Te escucho raro.

—   Tuve un pequeño percance cuando estaba en el museo, uno de los guardias me disparo pero estoy bien.

—   Me alegro escuchar eso, socio. Mandare uno de mis hombres a tu casa para que busque el encargo depositare tu parte en tu cuenta.

—   Gracias, Bruce… Sabes que cuando quieras otro robo puedes llamarme, solo espero que no me disparen de nuevo— Me rió.

Bruce también se ríe al otro lado de la línea.

—   Esta bien, Bomer… Recupérate pronto— Finalizo la llamada y cierro los ojos estoy demasiado cansado.

—   En cualquier momento llegara uno de los hombres de Bruce a buscar los cuadros, baja y se los entregas.

—   Enseguida, Jefe— Justin se va de la habitación dejándome solo.

Ciudad Del Pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora