Capitulo 17.

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{Gianluca}

Alessa no contestó el teléfono, una y otra vez, ¿Habría llegado a su casa ya? ¿Le habría pasado algo? , ingrese a un bar, era algo rústico, no tan extravagante, camine hacia la barra, había poca gente que parecía disfrutar del chico con la guitarra al frente, me tumbe en una silla, la cabeza me daba vueltas de tanto pensar.

-¿Qué va a beber?- me preguntó un hombre tras la barra sin interrumpir la limpieza de la copa que sostenía en manos

-Lo que sea- le dije- fuerte, de preferencia- no era experto en bebidas, pero esta noche deseaba olvidar, todo, la culpa me comía vivo, el regreso de Jessica había vuelto a generar ese dolor que durante el día Alessa se llevó, ella, me hacía sentir bien a su lado, la necesitaba, y eso me hacía sentir culpable, egoísta. Sentía que la utilizaba, quería estar cerca de ella porque me hacía sentir bien, me entendía y no juzgaba, entonces, porque le había pagado de tal forma, solo se preocupó por mí, ¿y yo que hice?, le grite, descargue mi furia con la persona equivocada.

El primer trago de la copa ardía por mi garganta, quemaba, su sabor era desagradable, amargo, mi lengua palpitaba, pero era como una dosis de inconsciencia, Alessa, sus ojitos asustados, esa imagen en mi mente, Yo había llegado a su vida por obra del destino y me había infiltrado casi sin pedir permiso y ella me acepto dulcemente, me brindo su compañía, su tiempo, su amistad....un trago más, ardía aún, pero ahora era más cálido, más inconsciencia, con qué cara la vería ahora, evitarla no era una opción, era mi alumna, y yo era su profesor, debería verla en mi clase, mínimo, hasta que ella partiera a la universidad, Alessandra, perdón, no deseaba que el día terminara así , no quería gritarle, descargar mi furia con ella, pero lo había hecho, siguiente trago y otro más, y otro más....hasta que todo...parecía olvidado.

***

Una suave mano toco mi hombro, volviéndome un poco a la realidad y una familiar voz susurro, pero me sentía en una nube, no era capaz de responder.

-No Gian-insistió la voz- iremos a CA-SA-.

Esa dulce voz, sabía quién era, levante con un esfuerzo sobrehumano la vista y mis ojos se toparon con un bello ángel en vestido negro y de largas pestañas.

-Alessa-su presencia me alegraba pero que hacia ella aquí- que bueno que eres tú....ah...pero que haces aquí, espera...que hago yo aquí- al hablar era como si alguien controlara mis palabras

Lo siguiente fue como en cámara lenta, la lluvia fría, quemaba al contacto, pero ahora estaba con Alessa, ella no estaba obligada a ayudarme, pero lo hacía, era una buena persona, y yo un egoísta que solo pensaba en sí mismo. Estaba Harto de todo, de sentirme así cada día, cansado, dolido, prisionero en mi mundo, con miedo a sentir...

-Gian, vamos, no te detengas que llueve mucho- me dijo Alessa.

-No tengo fuerzas Alessandra- le confesé, sabría que ella entendería, mi pequeño ángel sabría de que hablaba.

-Yo estoy aquí Gian, no te dejare solo- a veces, esas palabras son todo lo que uno necesita...y sacar todo el dolor que hierve por dentro, aunque lamentablemente para Alessandra, era algo que ella no podía reparar.

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Les dejo un videito que me dio muchos celossss...DIOS QUE GANAS DE SER ESA CHICA! :(

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora