Capitulo 26.

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-Se ve mal- me dice Gianluca rompiendo el silencio que nos había envuelto

-Solo Arde-le digo- no es tan grave-.

-¿Quieres que te lleve con el médico?- me ofrece.

-No Gian, no es necesario, es solo algo exterior, cuando el ardor baje estaré mej...-un estornudo interrumpe mi frase- perdón-.

-Eso también es mi culpa-me dice- por la lluvia de ayer-.

-Fue solo un estornudo, no creo que sea un resfriado y lo de la taza de chocolate...eso ha sido cosa mía-.

Hace una mueca ligera con sus labios, y respira como tomando valor.

-Lo siento, siento mucho haberte arrastrado, tu...has sido estupenda conmigo, y no tienes idea de lo bien que me haces sentir, el no ser juzgado y ser simplemente aceptado, tomaste esos pedacitos de mi que estaban rotos y has intentado componerme...pero no soy algo que puedas reparar. Mira lo que he causado....-.

-Gianluca, basta ya- le digo molesta y me incorporo, ahora estoy sentada en mi cama-esto, que no se precisamente como describirlo, no es tu culpa, no me has obligado a nada, si asignamos culpas, entonces asígname la parte que me corresponde, sabes Gian, he pasado mucho tiempo viviendo con personas que sienten lastima por mí, por la pobre chica huérfana de madre, con un padre que siempre está ocupado....creen que haciéndome ver como víctima conseguirán hacerme sentir mejor, pero no es así...no quiero que tu te conviertas en ellos-.

-Tienes razón, la culpa es tuya- bromea y yo rio, porque simplemente cuando es así de espontaneo me hace divertir.

-Eres extraño- le digo- y eso me gusta-.

Gianluca y yo reímos, con pocas palabras hemos dejado claro que sea lo que sea que esté ocurriendo entre nosotros...ambos somos los responsables.

-¿Qué traes en el tazón? - pregunto recuperando la compostura

-Ah- dice Gian- lo había olvidado, corte unas hojas de aloe vera...de la macetita que tienes en la ventana de la cocina, su savia te ayudara con el ardor-.

-¿Seguro? - le cuestiono y sonrió ante su cara de duda

-¿confías en mí? - pregunta, pero siento que esto se trata más que de su preparación

Lo miro a los ojos, directamente-Si- le respondo sincera.

-No deberías- dice negando la cabeza pero sonriendo al mismo tiempo.

-Pues lo hago, y no me arrepiento-.

Su sonrisa se ensancha mucho más.

-¿Cómo es que sabes de remedios caseros?- pregunto mientras él toma el tazón de la mesita de noche.

-Tengo un hermano menor y me gustaba la cocina-.

-Cocinabas a tu hermano pequeño- bromeo

-Si- me sigue el juego- hago un Ernesto a la parrilla delicioso.

Rio libremente, es tan agradable estar con el.

-Solo bromeaba, si entendí. ¿Hay que untar eso?-.

Gianluca asiente y entiende a que me refiero. En un arranque de valentía, extiendo mis piernas

-De acuerdo...hazlo-le digo.

Me mira como preguntándome si estaba segura de lo que acababa de decir, a lo que asiento con la cabeza para convencerlo. Toma un poco de savia entre sus dedos y comienza a untarla en donde el chocolate caliente ha hecho efectos en la piel de mis piernas, mientras Gianluca realiza mis "curaciones" yo le observo, una de mis cosas favoritas últimamente consiste en contemplarlo. Su cálida y varonil mano en contacto con mi piel hace que un revuelvo en el estómago se extienda por todo mi cuerpo.

-Listo-dice una vez terminado- ahora sería preferible que te quedaras aquí, en lo que hace efecto.

-Como usted ordene- le digo- ahora...creo que seguimos teniendo una conversación pendiente.

Gianluca se limita a asentir, deja nuevamente el tazón en la mesita y se acomoda a mi lado, ambos estábamos sentados en mi cama, pero ninguno de los dos comenzaba a hablar

-Cuando era joven...mucho más joven- dice Gian rompiendo el silencio- hay un error del que me arrepiento como no tienes idea-.

-¿Cuál?-.

-Haber dejado de ser yo mismo por complacer a los demás...todo por miedo a estar solo-.

Asiento para hacerle saber que entiendo lo que dice.

-Jessica es el amor de mi vida- sus palabras son sal en mis heridas, heridas provocadas por primera vez por él, al pronunciar esas palabras- Bueno, de eso estaba completamente convencido hasta que...-.

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora