Capitulo 42

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-Buenos días- contesto dulcemente a Gianluca y me zafo discretamente de sus brazos, pues aun cuando me encanta estar así con él, esto sigue siendo el colegio- no te he visto marcharte ayer...-.

-...Hoy- interrumpe y lo miro desconcertada- eran las 4:00 am así que prácticamente ya era hoy...nos quedamos dormidos en el sofá.

-Y yo he amanecido ahí.

-Pero por unas horas más y amanecemos los dos...-bromea Gian.

Camina a su escritorio y empieza a revolotear en sus papeles como buscando algo.

-Has dejado tu abrigo en mi casa- le digo

-No quería que pasaras frio y no sé dónde guardas las mantas- me dice tiernamente sin detener su búsqueda- ¿me lo has traído?.

-Seguro, moría porque todos me vieran llegar con tu abrigo y contarles los motivos por los que yo tenía el abrigo del Señor Ginoble- me burlo sarcásticamente y Gianluca ríe. Parece haber encontrado el papel que buscaba, lo deja en una esquina del escritorio y se acerca a mí.

-Bueno, eso me da el pretexto para ir a tu casa- susurra en mi oído.

-No tan rápido galan- le detengo colocando dos dedos en sus labios- tu ya conoces mi casa...¿no?

Gianluca asiente.

-¿Cuándo conoceré yo dónde vives?

-Cuando esté seguro de que controlaras tu deseo de encerrarme y hacerme tuyo.

-¡Gianluca!- me quejo mientras siento mis mejillas arder y él suelta carcajadas.

-Ya...-me dice dulcemente pero aun entre risas- perdón, es que predecía que te cohibirías y no lo resistí...

-Eres un tonto- le reclamo.

Gianluca me envuelve con sus brazos por la cintura y me acerca a él hasta que puede colocar su mentón en mi hombro.

-Solo bromeaba Alessa- me susurra al oído y me suavizo un poco, no sé si por sus palabras o por lo bien que se siente tenerle cerca – sé muy bien que puedes controlar los deseos que te provoco.

Me doblo y me echó a reír pues siento que no tiene otro remedio – Eres imposible- le digo en juego y él me sonríe de vuelta

-Claro que puedes conocer donde vivo, advierto que no es tan grande como tu casa, pero es mi pequeño hogar- me dice.

-Podría ser un castillo o una caja bajo el puente, pero si es parte de ti, me gusta-.

-Te parece si te llevo el viernes en la tarde, y cenamos juntos, cocino algo para los dos, rentamos unas pe...-.

-No puedo el viernes-le interrumpo y Gianluca me suelta y me mira con incertidumbre- no puedo...mi papá regresa de Nápoles el viernes, ¿recuerdas?-.

-¡Pues llévalo también!- bromea.

-Gian- le digo.

-Sí, ya sé... ¿le contaras?-.

-¡Claro!-digo sarcástica- al conservador de mi padre le encantara saber que te has liado con su única hija...y eso claro, excluyendo todo nuestro nada ordinario contexto-.

La verdad mi padre es un hippie con traje y modales. Es liberal o bueno, no un papá normal, quizá mi comentario ha sido más que por mi padre, por mí, pues no tengo idea de cómo reaccionaría ante todo esto, vamos, no es que se me haya pasado por la cabeza. Por el momento prefiero mantener el secreto, no se cuanto pueda ocultar algo como esto a mi padre... o a Elena.

-Si...mejor no le cuentes-dice Gianluca con cara de terror pero me provoca gracia y río- bueno, pero ya nos ocuparemos de eso en otro momento, mientras tanto cariño, lo de los papeles que quiero que llenes es verdad.- dice Gianluca entregándome unas hojas, las tomo sin decir nada y comienzo a escribir lo que se me solicita: mi grupo de clase, mi nombre, el número de mi matrícula escolar, mi fecha de nacimiento, etc..,etc..

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora