Capítulo 56

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Todos mis pensamientos giraban en torno a cómo proteger a Gianluca si no era capaz de controlar esta situación, por mi mente se generaron varios escenarios, cada uno más desalentador que el anterior, vi a Gianluca sin empleo, yo en un claustro, nuestros padres sin sus negocios y Elena se encargó de agregar aquel que no quería ni considerar:  Gianluca en la cárcel por enredarse con una menor de edad.

Elena se fue ayer de mi casa (según ella) dejándome más tranquila, le aseguré que antes de tomar cualquier decisión hablaría con Gianluca, pero la verdad es que no pretendo hacerlo, no tengo el valor. Me aterra la idea de pensar que Gianluca se convenza definitivamente que una colegiala no vale tantos riesgos. Las palabras de Donna los primeros días de clase hacen eco en mi mente: "él podría tener a cualquier mujer con solo chasquear los dedos". De eso no tenía duda, Gianluca era joven, divertido, muy simpático y excesivamente atractivo, y los últimos meses me había demostrado lo maravilloso que era como novio, siempre tenía un detalle conmigo, era dulce, coqueto y cariñoso. ¿Por qué habría de molestarse en correr tantos riesgos por una simplona chica de 17 años?

No pude dormir en toda la noche, las mil probabilidades que atormentaban mi mente no me dejaron pegar ojo en toda la noche.

Vi mi cara en el espejo antes de bajar a desayunar, tenía un aspecto terrible, mis ojos demostraban que no había pasado una buena noche, el frío había hecho su trabajo con mis labios, ásperos, ni el mejor bálsamo podría hacer algo por ellos. Sin lugar a dudas no entendía como Gianluca tomaba tantos riesgos por mí. Sujeto mi cabello en una cola de caballo desaliñado y tomo mis cosas del colegio.

-¿Estás segura de que quieres ir a clases, corazón?– pregunta mi papá sirviéndome el desayuno.

-No quisiera retrasarme en mis actividades – le digo – además ya me siento mejor-.

Mi papá contiene una risita burlona – Pues luces como si no lo estuvieras-.

-Eso es una manera sutil de decir que estoy horrible – acuso.

-Claro que no, grumpy, tu eres muy bonita... solo que hoy se te olvido hacérselo saber a tu cara-.

Le muestro mi lengua jugando. Deseando que los minutos sean eternos para no tener que llegar al colegio. Un nudo en el estómago horrible se forma en mí conforme pasan los segundos. Una parte de mi desea intensamente saltar corriendo de regreso a mi cama e ignorar todo el mundo exterior, aún no sé si tendré el valor suficiente para enfrentar a Alonzo, necesito estar segura de qué es exactamente lo que puede saber antes de dar cualquier paso. La situación es muy delicada, un paso en falso y podría generarle muchos líos a Gianluca.

Maldito mundo complicado.

Intento hacer mi mayor esfuerzo para terminar todo lo que mi padre ha puesto en mi plato, un poco menos de eso y me obligará a quedarme en casa por un día más.

Necesito tanto a Gianluca, sus abrazos, sus palabras que me hacen sentir que no hay nada tan grave que no podamos superar. Lo necesito a él completamente y tristemente no podré tenerle esta mañana más que como mi profesor.

Deberé reunir también las fuerzas necesarias para no lanzarme a sus brazos.

Me siento muy nerviosa, mis manos sudan e intento secarlas con el aire que circula mientras me despido de mi papá en el estacionamiento del colegio.

El cielo amenaza con lluvia, son cerca de las 8:00 am y bien podría ser media noche.

Al caminar por los pasillos recibo ciertas miradas curiosas lo que al principio me vuelven paranoica, pero luego recuerdo lo de ayer: Alonzo, el chico que muchas desean; Mi desmayo, es probable que se cotillee que estoy embarazada; Sr. Ginoble,  soy la "suertuda" chica que recibió las atenciones del Sr. Profesor Ardiente.

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora