Capítulo 44

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Después de muchos años, soy realmente muy feliz. Quizá en el camino más peligroso que jamás haya escogido... pero del que estoy más que orgullosa de haber seleccionado. Mi humor es realmente bueno, me siento tan bien que quisiera ayudar a todos para que se sintieran igual que yo. No lo sé... creo que eso es lo que llaman estar enamorada y eso es algo que creí que yo jamás experimentaría de la forma en que lo hago ahora. Las clases con Gianluca son interesantes. Hay cierta atmósfera de complicidad entre nosotros cuando nos damos miradas rápidas, mientras todos están concentrados en sí mismos o en las actividades. Me estoy a acostumbrando a ver a Gianluca en las tardes, a su compañía, a almorzar juntos y a verlo a mi lado hasta que llega la noche y uno de los dos debe marcharse, y eso podría ser contraproducente, pues hoy vuelve mi papá, esta tarde no veré a Gianluca. Me siento entre la "espada y la pared", amo a mi papá, me gusta estar con él pero si él está aquí yo no podré ver a Gianluca como hasta ahora. Pero ver a Gianluca significa que mi padre no esté... y ambas ideas suenan terrible para mí.

Pero estoy segura que ya me las arreglaré para encontrar una solución a esa situación.

-Alessa, ¿te vienes con nosotros al cine en la tarde? - me pregunta Alfredo mientras estamos todos sentados en una mesa en el patio durante el almuerzo.

-Gracias, pero no puedo-.

-¿No puedes o no quieres? - me cuestiona Elena

-No puedo - le respondo en el mismo tono, las cosas han andado algo ligeramente tensas entre ambas los últimos días, Elena presiente que le oculto algo y yo niego ocultarle algo... en fin, eso tensa un poco las cosas. - Mi papá vuelve hoy de Napoles, voy a ir por el al aeropuerto en la tarde y a pasarlo con él-.

-Pues llévalo también - bromea Donna

-Seguro le encantará la película de Zombies, preciosa - dice Alonzo

-Claro, nada mejor que ver zombis chupasesos después de una cansada semana de negocios. - digo sarcásticamente - Pero en serio, me encantaría salir con ustedes chicos, pero en está ocasión no puedo-.

-No será que porque ya eres presidenta no te juntas con el pueblo - bromea Alonzo y yo lo fulminó con la mirada - está bien dulzura, no he dicho nada-.

-Pero mira quien viene allí - dice Donna a Elena dándole un codazo - como quisiera estar en su grupo, chicos-.

Giro ligeramente mi cabeza y veo lo que puso a Donna tan emocionada. Es Gianluca quien atraviesa el patio e intento no querer sonreír como una estúpida.

-No creo haber conocido a alguien que luciera tan atractivo con gafas - comenta Elena

-Pero ahora imagínatelo solo con gafas - bromea pícaramente Donna y ambas comienzan a reír.

Alfredo, Alonzo y yo las miramos con seriedad, aunque yo debería reírme, Alfredo y Alonzo no se ríen porque obviamente los muchachos no encuentran gracia en imaginarse de tal forma a Gian, ¿y qué hay de mi?, ¿cuál es mi excusa para no reír?, quizá que mentalmente me estoy cargando a palos a Donna por desear lo que no es suyo.

-¿Qué pasa Alessa? - me dice Donna - ¿por qué esa cara?, no me digas que a ti no te apetecería ver al señor Ginoble sin tanta ropa-.

-¡Donna! - le digo entre dientes. Pero para su información, yo ya lo he hecho. Una victoria silenciosa.

-Es que cómo puede ser que tengas a semejante hombre en tus narices y no sentir nada-.

-Quizá no soy muy expresiva - le digo y realmente estoy comenzando a creer eso. No es necesario que agregue más detalles a mi situación con Gianluca y que aún así aparente que no me interesa... debería recibir un premio a la mejor monstruo oculta sentimientos del año, aunque claro, cuando se lleva tanto tiempo como yo controlando a raya sus propias emociones y mostrándose indiferente, bien, las cosas resultan un poco más sencillas.

-Eso es cierto - dice Elena - a Alessandra le encanta mantener sus cosas solo para ella... ni te esfuerces Donna...-.

Una vez más, indirectas.

-Ahora comprendo porque no aceptas nuestro amor lindura - habla Alonzo quitando algo de tensión al momento pues todos comenzamos a reír

-¡Claaaaro! Es eso... - le digo sarcásticamente

-Es que Alessa - chilla Donna moviendo mi hombro, está sentada en la mesa de concreto donde estamos almorzando por lo que su mano queda en la altura perfecta para una sacudida - Ahí va, ¡mírale y dime que no es divino!

Donna casi quiebra mi hombro al girarme ella. Gianluca va de regreso al edificio pero ahora con una cajita de nutella en la mano, supongo que ha eso había salido, la habrá ido a comprar a la cafetería. Debe sentir nuestras miradas pues voltea hacia donde estamos nosotros. Dedica una sonrisa y nos saluda agitando suavemente su mano más no detiene su paso y desaparece al entrar al edificio.

-Aahhhh! - exclama Donna - ¡nos saludo!, ¡nos saludo!... mi dios, es tan sensual, han visto como menea sus labios mientras come-.

-Te imaginas ser la suertuda que logre hacer que esos labios se muevan para ella - fantasea Elena

-Yo creo saber quién es ella - escucho decir y veo que es Julieta que camina hacia nuestra dirección

-¿Cómo que sabes quién es esa perra suertuda? - pregunta exaltada Donna ante la nueva de Julieta.

-Vaya Donna, con esa boquita besas a tu mamá - la acusa Alonzo por la expresión que acaba de usar, pero ella lo ignora. Julieta toma asiento entre Elena y yo.

-No creo que debamos meter las narices donde no nos llaman - les digo pero en lugar de tranquilizar las cosas parezco haber despertado la curiosidad

-¿Por qué Alessa? - me cuestiona Julieta y su tono me hace sentir en un interrogatorio de un delito por el que soy culpable. Quizá sepa algo o yo me estoy volviendo una completa paranoica.

-Solo creo que no es asunto nuestro

-No le hagas caso Juli - dice Donna - ella también ha de morir por saber pero no lograras que lo acepte-.

-Creenos - apoya Elena a Donna

-Julissa y Sophie se volvieron a topar con el señor Ginoble. Eso fue ya unos días atrás pero apenas se está filtrando la información - imagino que con eso quiere decir que su prima recién ha abierto el pico - Pues, vale, el lunes Sophie y mi prima estaban en el centro comercial por donde está Bambino's restaurant y entrando a ese lugar estaba, ¿adivinen quién estaba allí?

-El señor Ginoble supongo - responde Donna a lo que yo considero era una pregunta retórica.

-¡Exacto!... - continua - pero la sorpresa fue que no estaba solo-.

Ahora sé que no se refieren a mí, pero si sé con quién Gianluca se encontró el lunes...

-Estaba con una mujer - confiesa Julieta y Donna y Elena ahogan un grito

-Y yo que creía que era gay - alardea Alonzo

-Quizá no era mujer quizás era un hombre - agrega Alfredo mientras yo me limito a no hacer ningún comentario.

Julieta toma su móvil y comienza a usarlo rápidamente.

-Esto te parece un hombre- Julieta le extiende su móvil a Alfredo y Alonzo a quienes los ojos se les desorbitan inmediatamente.

-¡Vaya!, ¡Vaya! - exclama Alonzo

-Pero que... - Alfredo tartamudea - ... ¡wow!-.

-¿qué es?, ¿qué es? - pregunta hiperactivamente Donna

-También queremos ver - le dice Elena

- Esta foto la tomo mi prima ese día - explica Julieta - esta es la mujer con la que se vio el Sr. Ginoble. Me ha costado $20 para verla y tenerla... pero yo se las muestro gratis - bromea y pasa su móvil a Donna y Elena se pega a ella para ver, ambas ponen esa cara de shock-sorpresa que no sé cómo explicar.

-En definitiva no hay como una pueda luchar contra una mujer así - se queja Donna con un puchero en su cara.

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora