Capítulo 67

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[Gianluca]

El salón quedo en un silencio de repente, para cuando volví la mirada solo vi la puerta principal menearse, varios tenían caras perplejas, entonces la busque a ella, y mi desesperación creció cuando no la vi por ninguna parte. Exactamente donde ella estaba trabajando con las otras dos chicas se encontraba Sophie, eso no podía presagiar nada bueno. A la misma velocidad que yo me acerque allí Sophie se alejó.

Ambas chicas se veían con preocupación o angustia, como en un estado de shock, yo quería preguntar directamente por Alessa, pero mi posición en ese momento me lo impedía, así que tuve que dar un poco más de rodeos.

-¿Qué paso aquí?-.

Ambas se miraron la una a la otra, mi desesperación iba en aumento así que fui más directo, al carajo con mi posición.

-¿Dónde está Alessandra?-.

-Ella... - tartamudeo la chica rubia – salió corriendo-.

Eche un vistazo al fondo, aun sus cosas seguían allí, su bolso y su abrigo-.

-No tomo nada – añade la castaña – lucia muy mal-.

-¿Qué fue lo que la puso así? – pregunto

-Estabamos platicando con Alessa sobre... cosas, entonces se acercó la chica... ella, la de allá – señala a Sophie, eso era lo que me temía.

-¿Y luego?-.

-Comenzó a criticar nuestro trabajo, lucía como si su intención fuese molestar a Alessandra, pero ella permanecía muy tranquila hasta que...-.

-¿Hasta qué? – acaso no puede terminar de hablar de una sola vez.

-Ella dijo cosas feas sobre la mamá de Alessa, sobre que estaba muerta-.

Golpe bajo, supo exactamente donde hacer el corte para hacer más daño.

Veo a Sophie acercarse a Diana, espero que no esté intentando buscar protección pues no me importa que justificación mediocre vaya a ofrecernos, yo sé muy bien que no fue un accidente lo que hizo, ella quería causar daño a Alessa. Camino rápidamente hacia ella intentando controlar mi furia, ella ha lastimado a mi Alessa.

-Gian, yo te puedo explicar – interviene Diana cuando me ve caminando hecho una fiera.

-Lo que usted ha hecho Srta. Costa no es ninguna gracia – digo intentando mantenerme lo más que puedo en mi postura de profesor pero es muy difícil. – Ella ha lastimado intencionalmente a una de sus compañeras, ¿qué justificación hay para eso Diana?-.

-Ella no sabía que Alessandra iba a reaccionar así – explica – Debes de reconocer que esa niña también es un poquito exagerada-.

Por primera vez comprendí perfectamente a que se refería Alessa cuando decía que había obtenido su título en una tómbola. Ella era psicóloga, cómo podía ser tan insensible, acaso no podía ver el dolor en los ojos de Alessa cada vez que se mencionaba el tema, eso la hería de sobremanera. Ella debería ayudarla a vivir con ello, no juzgarla ni señalarla como si fuera un adefesio.

-Lo que hiciste Sophie se llama bullying, tu si sabias lo mucho que le dolería a Alessandra el tema de su mamá, tú querías herirla, y felicidades, lo lograste, has lastimado muy profundamente a una de tus compañeras, debes de sentirte orgullosa-.

-No debes de hablarle así – interviene en su defensa Diana.

-No Diana, tu no deberías defenderla así, se supone que ese es tu trabajo, pero esta jovencita comete una falta maltratando a una de sus compañeras y tú se lo celebras protegiéndola como si ella fuera la víctima. Somos los responsables aquí y se cometió una falta que ten por seguro Sophie, me encargaré que se te asignen las consecuencias por tus actos, basta ya de hacer como que no pasa nada Diana-.

-Creo que el que está tomando favoritismo eres tú solo porque esa niña sale con tu hermano, su reacción es completamente para llamar la atención, por dios, si eso fue ya hace más de 6 años, debió de haberlo superado de una buena vez por todas-.

-No puedo creer lo insensible que eres. Sabes Diana, tienes razón, Alessa es mi familia ahora, pero también soy un ser humano, capaz de entender lo que aquí sucede. Cuando tú a tus once años veas a tu madre morir frente a tus ojos, veas como se desangra y la vida se le escapa, cuando tú hayas tenido que gritar suplicando por ayuda, pero te digan que no hay nada que hacer, que te digan que ella va a morir, entonces ven y dime que no importa que la gente bromee con ello-.

Todos están atentos a nuestra discusión, quisiera gritarles que es mi Alessa a la que ha hecho daño. Siento tanta impotencia dentro de mí. El presidente del consejo se acerca a nosotros.

-El Sr. Ginoble tiene razón, según me comentan Sophie se acercó a molestar a Alessa donde estaban trabajando en lo que yo le había asignado. Es por esto, Srta.Diana, que solo miembros del consejo trabajamos en el evento y no admitimos a otros, pero por consideración a usted hicimos una excepción, y aquí están los resultados. Lamento informarle que no podré pasar esto por alto, debo informarlo con los prefectos, la agresión psicológica es tan penada como la física en el reglamento de este colegio-.

-Voy a salir a buscarla, si le ocurre algo...-.

-Podríamos tener problemas mayores – añade el chico.

"No podré soportarlo" era lo que realmente quería decir.

-¿Cree que deberíamos avisar a su padre? – sugiere él.

-Yo me encargo – le respondo – Me voy, si no crees que yo también estoy exagerando Diana, puedes quedarte a cargo de los chicos, solo espero que si uno le rompe la pierna al otro no vayas a creer que fue culpa del herido, por atravesarse en el camino del otro-.

Ella luce avergonzada, pero es lo que menos me interesa. Tomo mi abrigo y las cosas de Alessa, doy una última indicación a los chicos que he delegado mi responsabilidad con las instalaciones eléctricas y parto a buscar a Alessa.

Sin embargo no se me ocurre donde puede estar, afuera el poco sol que asomo por la mañana ha desaparecido y una espesa neblina cubre el área del colegio, la temperatura es muy helada y Alessa anda por allí sin su abrigo. A dónde iría ella, ¿conmigo? Es claro que no podía, lo estaba haciendo de su profesor, no de su novio, ¿con Elena?, ella no está en la ciudad, ¿A su casa?, poco probable si su papá está allí, ella sufre con este tema sin él.

Alessa, ¿Donde estás?

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora