Capítulo 78

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[Gianluca]

Si el salón de la ceremonia me había impactado, sin lugar a dudas el de la recepción me dejó boquiabierto. Lo habían transformado completamente. Las paredes estaban cubiertas por largas telas blancas iluminadas con luces azules y violetas, los arreglos eran de rosas blancas organizadas como si fueran pequeñas nubes. Los cristales colgaban por el lugar dando la ilusión de estar en un palacio de hielo. Lo consiguieron, este lugar parece sacado de los cuentos de hadas que Alessa considera la farsa más aceptada de la humanidad.

Alessa, no tengo idea como conseguí mantener el control durante toda la ceremonia. Afortunadamente todo el mundo estaba concentrado en Piero y Kathy o hubiese sido muy notorio que yo no le podía quitar la vista de encima. Ha llegado el momento del brindis, después de esto seré libre y podré acercarme a ella, escuchar su voz risueña. Si tan solo Dina se apresurara con su discurso, ¿por qué todos la escuchan tan entretenidos?, además miente, yo fui quien causo que Piero y Kathy se conocieran.

-Deseo que se amen por muchos, muchos, años más. Los quiero - finalmente Dina termina y me cede la palabra, la gente aplaude. A llegado mi turno de hablar y sé exactamente las cosas que quiero decir.

-Bien, bien, eso fue lindo Dina - le digo a ella - sólo quiero aclarar que quién realmente junto a la pareja fui yo - hay unas risas, incluso de Dina - de hecho, es curioso como yo me acerqué primero a Kathy... y ahora estoy en su boda con mi mejor amigo - la gente en general suelta una carcajada - pero venga, no me mal entiendan con ello, Katherine y Piero son el uno para el otro, Kathy, tu eres muy comprensiva... Piero es algo testarudo, Kathy es soñadora y Piero realista, Kathy es hermosa y Piero.... bueno él está sano - hay más risas - a lo que voy es que si algo es predecible en la vida es lo impredecible que es, como encontrar al amor de tu vida en la chica que señalo tu mejor amigo durante esas vacaciones y que todos los caminos te llevaran a ella una y otra vez, descubrir que no había nadie que se comparada con ella, ni siquiera se comparaba con algún amor del pasado o quizá que el mejor amigo del chico raro de la alberca fuese a convertirse en tu esposo algún día. Es por eso que me encanta estar vivo, lo admito, jamás deja de sorprenderme lo complejo y asombros que son nuestros destinos. - Piero me presta más atención de la que él resto de las personas, y eso ya es decir mucho, todos parecen estar atentos a lo que digo - y porque sean nuestros no significan que deban ser sencillos. Kathy, Piero, sólo ustedes dos mejor que nadie saben todo lo que han tenido que vivir para que hoy estemos aquí reunidos en este bello lugar celebrando su boda junto a ustedes. Aún recuerdo el rostro de Piero cuando llegó con Ignazio y conmigo a decirnos "voy a pedirle a Katherine que sea mi esposa". Realmente Kathy nuestra mayor preocupación fue que salieras corriendo mientras podías - ella me da una sonrisa divertida - pero en el fondo sabíamos que no lo harías, porque en si la boda era un simple paso final porque tú ya eras parte de nuestra familia de corazón. No pienso extenderme mucho con esto, sólo quiero rescatar algo muy importante que quizá sirva de lección a muchos de los aquí presente - ahogo una risa - profesor tenía que ser, ¿no? - todos ríen - en esa misma ocasión en la que Piero nos compartió sus planes de pedirle a Kathy que fuera su esposa yo le cuestioné sobre si estaba seguro de esa decisión, nada contra de ti Kathy, lo reitero, solo que era mi pequeña venganza con él sobre una historia que es de esas que no vale recordar - el me hizo la misma pregunta cuando planeaba pedirle a Jessica que fuera mi esposa, muy en el fondo deseaba que corriera con mi misma suerte, ahora sé que fue lo mejor que me pudo pasar, de otra forma no hubiese conocido a la preciosa chica que está a unas mesas de mí junto a su padre, escuchándome y con su cautivante mirada sobre mí - bueno, lo importante de todo es la respuesta que Piero me dio, jamás la olvidaré, él me dijo que podrían ser dos años a tu lado o esperar otros siete, pero eso no iba cambiar lo que él ya sentía por ti, sólo sería prolongar lo inevitable, porque él te quería a ti para el resto de su vida. Ustedes dos son el ejemplo perfecto de que cuando el amor es verdadero no siempre es el más sencillo, pero si el más precioso y por el que vale la pena luchar hasta el final-.

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora