-Me duele, mucho- sabía que Alessa no se refería al dolor de sus piernas, había descubierto que odiaba verla triste, odiaba verla sufrir y odiaba ser yo el causante de ello. Pero esto era lo mejor para ambos, especialmente para ella, y eso es lo que quiero, aunque, es extraño, pero a mí también me duele. Piero tenía razón, es mejor detener esto antes de que sea demasiado tarde y Alessa salga lastimada por situaciones que me sobrepasan.
Ese mismo día, horas antes.
-Sabemos que acabas de llegar- Ernesto, Ignazio y Piero estaban de pie en la puerta de mi departamento.
-¿Qué quieren? - preguntó con cara de pocos amigos, aun siento algo de mareos y dolor de cabeza.
-Necesitamos hablar- dice Piero, y los tres irrumpen dentro de mi departamento, toman asiento en los sofás y yo me poso frente a ellos, con los brazos cruzados, lo admito, a la defensiva.
-Estábamos preocupados por ti- admite Ignazio- saliste muy alterado y luego no supimos más de ti, vinimos aquí temprano, pero no estabas, creímos que...-Ignazio me mira detenidamente y me dice con el ceño fruncido- ¿Estuviste bebiendo?-.
-Oh Gian-se queja Ernesto- eso no está bien, no estás acostumbrado, eso lo hace diferente para ti...fue una decisión poco sensata-.
-¿Qué son ustedes? ¿Mi mamá?- me burlo de sus caras de preocupación
-Gianluca, esto es serio- me reta Piero- estábamos muy preocupados por ti, no pasaste la noche aquí, pensamos que te había sucedido algo-.
-Estoy bien-Abro los brazos mostrándome ante ellos- Lo ven-.
-¿Dónde pasaste la noche?- pregunta Ignazio intentando relajar las cosas.
-Con una amiga- respondo.
-¿La que te acompaño ayer? ¿Cómo se llamaba?- Dice Piero memorizando.
-Alessandra- responde Ernesto- ¿Con Alessa?
-Sí, con ella- respondo con aire de superioridad.
-Oh Gian, y ayer, tú y ella...- la oración de Piero queda en el aire pero se justamente que está pensando.
-¿QUÉ?- reclamo - no, yo no...Cómo puedes creer que yo sería capaz de...? NO-.
-Pues estabas ebrio Gian- Dice Ignazio ahora- cabe la posibilidad de que, no sé, quizá no conscientemente tú y ella hayan...
-No chicos, no creo que Alessa lo hubiese permitido- interviene Ernesto y yo le agradezco con la mirada aunque me deja intrigado por lo interesado que se muestra hacia Alessa.
-Yo tampoco, no pasó nada, ella solo me cuido, se preocupó por mí y me brindo su amistad...fue justo lo que necesitaba. Pero nada de lo que están pensando, se identificar esa mirada acusadora PIERO.
-Y yo se identificar cuando te estas metiendo en un callejón sin salida, Gian- responde Piero en completa calma.
-Alessa no es...
-No me refiero a ella- me interrumpió Piero- me refiero a ti-.
-¿Qué pasa conmigo?-.
-Eso mismo me pregunto yo, ¿Qué pasa contigo?- Piero tomo aire- ¿Qué paso con Jessica? Y ¿Qué está ocurriendo con Alessa?-.
Finalmente me rindo, desenlazo mis brazos y me hundo en el sofá
-No lo sé, esa es la verdad- paso mis manos por mi rostro- yo creí que amaba a Jessica, pero ayer la vi y...no sentí nada-.
Piero Asiente, e Ignazio pregunta.- ¿Y Alessa?
-Lo único que sé es que no sé con qué cara voy a mirar a Alessa mañana en el colegio-.
Ernesto pone los ojos como plato, seguido de Ignazio que empieza a comprender la situación, pero no puedo decir lo mismo de Piero
-Se ve muy joven para ser profesora....-.
Niego con la cabeza
-Es que ella no es profesora, es... ella es mi alumna-.
ESTÁS LEYENDO
Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)
Fiksi Penggemar"Cuando lo vi entrar por la puerta supe que seria mi perdición, era muy joven como para ser profesor de Historia, excesivamente atractivo para creerlo, sus ojos coquetos , cuerpo bien formado y actitud de casanova. Aquel hombre había cautivado a tod...