Capitulo 23.

2K 119 4
                                    

-Me duele, mucho- sabía que Alessa no se refería al dolor de sus piernas, había descubierto que odiaba verla triste, odiaba verla sufrir y odiaba ser yo el causante de ello. Pero esto era lo mejor para ambos, especialmente para ella, y eso es lo que quiero, aunque, es extraño, pero a mí también me duele. Piero tenía razón, es mejor detener esto antes de que sea demasiado tarde y Alessa salga lastimada por situaciones que me sobrepasan.

Ese mismo día, horas antes.

-Sabemos que acabas de llegar- Ernesto, Ignazio y Piero estaban de pie en la puerta de mi departamento.

-¿Qué quieren? - preguntó con cara de pocos amigos, aun siento algo de mareos y dolor de cabeza.

-Necesitamos hablar- dice Piero, y los tres irrumpen dentro de mi departamento, toman asiento en los sofás y yo me poso frente a ellos, con los brazos cruzados, lo admito, a la defensiva.

-Estábamos preocupados por ti- admite Ignazio- saliste muy alterado y luego no supimos más de ti, vinimos aquí temprano, pero no estabas, creímos que...-Ignazio me mira detenidamente y me dice con el ceño fruncido- ¿Estuviste bebiendo?-.

-Oh Gian-se queja Ernesto- eso no está bien, no estás acostumbrado, eso lo hace diferente para ti...fue una decisión poco sensata-.

-¿Qué son ustedes? ¿Mi mamá?- me burlo de sus caras de preocupación

-Gianluca, esto es serio- me reta Piero- estábamos muy preocupados por ti, no pasaste la noche aquí, pensamos que te había sucedido algo-.

-Estoy bien-Abro los brazos mostrándome ante ellos- Lo ven-.

-¿Dónde pasaste la noche?- pregunta Ignazio intentando relajar las cosas.

-Con una amiga- respondo.

-¿La que te acompaño ayer? ¿Cómo se llamaba?- Dice Piero memorizando.

-Alessandra- responde Ernesto- ¿Con Alessa?

-Sí, con ella- respondo con aire de superioridad.

-Oh Gian, y ayer, tú y ella...- la oración de Piero queda en el aire pero se justamente que está pensando.

-¿QUÉ?- reclamo - no, yo no...Cómo puedes creer que yo sería capaz de...? NO-.

-Pues estabas ebrio Gian- Dice Ignazio ahora- cabe la posibilidad de que, no sé, quizá no conscientemente tú y ella hayan...

-No chicos, no creo que Alessa lo hubiese permitido- interviene Ernesto y yo le agradezco con la mirada aunque me deja intrigado por lo interesado que se muestra hacia Alessa.

-Yo tampoco, no pasó nada, ella solo me cuido, se preocupó por mí y me brindo su amistad...fue justo lo que necesitaba. Pero nada de lo que están pensando, se identificar esa mirada acusadora PIERO.

-Y yo se identificar cuando te estas metiendo en un callejón sin salida, Gian- responde Piero en completa calma.

-Alessa no es...

-No me refiero a ella- me interrumpió Piero- me refiero a ti-.

-¿Qué pasa conmigo?-.

-Eso mismo me pregunto yo, ¿Qué pasa contigo?- Piero tomo aire- ¿Qué paso con Jessica? Y ¿Qué está ocurriendo con Alessa?-.

Finalmente me rindo, desenlazo mis brazos y me hundo en el sofá

-No lo sé, esa es la verdad- paso mis manos por mi rostro- yo creí que amaba a Jessica, pero ayer la vi y...no sentí nada-.

Piero Asiente, e Ignazio pregunta.- ¿Y Alessa?

-Lo único que sé es que no sé con qué cara voy a mirar a Alessa mañana en el colegio-.

Ernesto pone los ojos como plato, seguido de Ignazio que empieza a comprender la situación, pero no puedo decir lo mismo de Piero

-Se ve muy joven para ser profesora....-.

Niego con la cabeza

-Es que ella no es profesora, es... ella es mi alumna-.

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora