Capítulo 59

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Dejo el libro en la mesa. Mis manos tiemblan, podemos hacer algo mejor, solo ruego porque ahora si Gianluca no esté cansado de mi actitud, yo misma me he cansado de mí y de mis mismos miedos, de mis estúpidos fantasmas que parecen seguirme a donde vaya.

Camino hacia la entrada y dejo mi mochila en un asiento del pequeño vestíbulo, Gianluca ya no está dentro, me dirijo a la puerta y al abrirla un aire gélido azota en mi cara, está helando afuera, llueve, dentro de la biblioteca esta todo seco, silencioso y cálido, busco con la mirada y lo veo dirigirse rápidamente a su camioneta.

-¡GIANLUCA! – grito y veo que me ha escuchado pues se detiene, cojo valor y me introduzco en la lluvia.

El agua está helada, pero eso es lo que menos me interesa a mí y aparentemente a Gianluca también pues a pesar de que se está empapando me espera de pie, atento a mis movimientos.

-¿Por qué demonios me amas? – le pregunto acercándome a él

Gianluca suaviza un poco su rostro hasta el punto de esbozar una sonrisa, creo que es por mi tan poco dulce muy directa pregunta.

-Alessa, yo me pregunto lo mismo – dice sonriente.

No resisto más y corro hacia él y me recibe cálidamente entre sus brazos como si nada de lo que le dije allá dentro le hubiese hecho perder la fe.

-Si quiero salir – le digo envuelta en él – Es solo que tengo mucho miedo de hacerlo-.

-Yo lo sé, por eso no pienso dejarte sola-.

Lo estrujo más fuerte contra mí, la lluvia ha hecho que su camiseta se ciña a su cuerpo claramente, mientras él luce atractivo yo de seguro debo de parecer un desastre.

-Perdóname, sé que he sido realmente estúpida, mala, desconsidera...-.

-...Egoísta, insegura, algo infantil, un poco gruñona e impulsiva – continúa él mi lista y comienzo a reír porque sé que es verdad.

-Soy horrenda – digo aceptando mis culpas.

-No, eres hermosa, lo más precioso que hay ante mis ojos, incluso así toda empapada con tu cabellos en la frente... - dice él y aparta un mechón húmedo en un intento inútil ya que la lluvia no lo deja permanecer en su lugar – Pero igual que todos Alessa, tienes defectos, fantasmas-.

-Demasiados para ser soportable... - me lamento, darme cuenta de lo toxica y descompuesta que soy es algo duro, más viniendo de la boca de Gianluca

-Te equivocas en eso, yo por ti lucharé contra dragones si es necesario... pero no puedo luchar contra ti misma-.

-Solo quería hacer lo correcto-.

-Bueno, en ese caso yo te voy a ayudar a hacerte saber que es lo correcto-.

Los labios de Gianluca capturan los míos y una corriente recorre mi columna estremeciéndome rápidamente al sentir el contacto. Sus suaves labios parecen encajar perfectamente con los míos. El beso es hermoso, incluso podría calificarlo como perfecto. Hace vibrar cada fibra de mí en el menor intento y la lluvia que nos cae encima solo hace que la calidez de él sea más confortante. Comienzo a marearme cuando suelta mis labios y gruño por ello, pero sé qué también necesita respirar.

¿Cómo pude ser tan estúpida y dejar que mis inseguridades me dominaran una vez más? Claro que esto es amor, no solo nos emociona lo prohibido, no, lo prohibido es lo que nos detiene a confiar, pero en este momento, lo juro, puedo sentir que no hay cosa que junto a él no pueda superar.

Pasa una de sus manos por mi rostro y lleva mi cabello húmedo detrás de mí cuello. Mechones de pelo le escurren en la frente y lo hace ver más deseable, quiero volver a besarlo.

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora