Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)

Capítulo 62

-Claro, eso explicaría la confusión, pero cuando nos pregunten por qué nos esforzábamos en mantenerlo en secreto-.

-Diremos que queríamos intentarlo sin la presión de nuestros padres, pues si no funcionaba no queríamos que ello afectara a sus negocios-.

-¡Es brillante!, estoy sorprendido Russo-.

-¿Entonces?-.

-Por supuesto que sí, será un placer salvar sus traseros-.

-Que vulgar se ha tornado usted joven Ernesto, ese no es lenguaje para un futuro Lic. En ciencias políticas-.

-Pero si para un universitario – bromea – Hay que aprovechar el hoy Alessa-.

-Créeme, yo me he dicho mucho eso últimamente-.

-Bueno, entonces te veo mañana por allá, iré a la facultad temprano a entregar unos trabajos pero no me quedaré a clases, pediré un coche prestado a un amigo para llegar más rápido-.

-Vale, entonces nos vemos mañana.

-Oh, Alessa, una cosa más-.

-Sí, dime-.

-Intenta que Gianluca no se ponga "loco" con todo esto, tuvimos una situación incómoda anteriormente... ¿recuerdas?-.

Claro que recuerdo, Gianluca estaba hecho una furia cuando creyó que entre su hermano y yo había surgido una relación más allá de la amistad, yo me aferre a mi orgullo después de que él lo insinuara, ninguno de los dos quería ceder o retractarse. Básicamente no nos hablamos cerca de una semana y al final... todo se resolvió. Sin embargo una cosa era que Gianluca hubiese creído que había algo y otra muy distinta es que Gianluca y yo vayamos a actuar y decir que "hay algo" entre nosotros, pero eso puede ser nuestra balsa de salvación de aquí hasta la graduación, así el no pierde su plaza de profesor, ni corre el riesgo de ser acusado de pedofilia ya que cumplo 18 en unas semanas y yo no pierdo mi colegio.

-Descuida, yo me encargo de eso...-.

-Seguro sabrás como convencerlo – dice entre risas y cuelga antes de que yo pueda responderle. Muy hábil de su parte.

Me vuelvo y Gianluca está muy serio, no logro leer nada en él. Deslizo mi mano por la cama hasta cubrir la suya, él entrelaza sus dedos con los míos y aprieta fuertemente. Yo le sonrío y el me devuelve la sonrisa.

-¿Te molesta lo qué has escuchado?, ¿lo de Ernesto y lo que haremos?-.

-Me parece una buena idea-.

-Pero te molesta – le digo y yo ríe con desgana

-¿Soy muy obvio?– pregunta

-Gian.... - me acerco a él – si no estás de acuerdo con esto puedo llamarle a Erny y "abortar la misión", juntos podemos pensar algo más-.

-No, creo que eso sería una muy buena solución... es solo que...-.

-Solo que... - insisto en que termine su oración

-Me siento incomodo e impotente... no me gusta orillarte a este tipo de situaciones-.

- Gianluca, no estás obligándome a hacer nada, soy libre de elegir y ya sabes que te elegiré a ti. Así que basta con eso-.

-Bueno, lo acepto, me molesta un poco que Erny pueda hacer cosas contigo que yo no, como salir en público. No sé, creerás que es estúpido, pero daña mi orgullo de hombre-.

Río, a veces los hombres son una cosa extraña que quizá nunca llegue a entender.

-Bueno, pero yo puedo hacer cosas contigo que no hago con absolutamente nadie más – digo seductoramente y Gianluca sonríe de lado y me da una mirada felina.