Capitulo 37.

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Tan solo faltan 5 minutos para el toque de salida, al parecer, el señor Astori creyó que era el momento perfecto para un último ejercicio de matemáticas.

-Conforme terminen el ejercicio podrán salir- sentenció- por mí no hay problema, tómense su tiempo- como odio cuando hace esto, en un día corriente no me preocuparía atrasarme unos 10,15 o 20 minutos, pero hoy no, estoy esperando salir desde después del almuerzo y ahora él me viene con esto.

Tan solo faltaban 3 minutos y yo apenas voy a la mitad del ejercicio, las matemáticas, de todas las materias, son mi punto débil, no voy mal, pero me resultan complejas y aburridas. Hecho un vistazo a mis compañeros y noto que con mi medio ejercicio soy la más avanzada, pero para mí no es suficiente. Quedamos con Gianluca a las 2:00, no es que me vaya a dejar ni mucho menos pero no quiero desaprovechar ningún segundo a su lado, mucho menos con un ejercicio de matemáticas. Entre Gianluca y yo solo hay unas X desaparecidas.

Me sorprendo a mí misma con mis habilidades cuando falta tan solo un minuto para las 2:00, mi ejercicio esta terminado. Guardo mis lápices, tomo mi mochila y me dirijo a la puerta donde el señor Astori está parado, por lo ancho de su barriga cubre casi toda la puerta, es un hombre de mediana edad, de apariencia tosca. Nada que ver con el hombre de ojos verdosos que espera por mí. Escucho a Elena susurrarme pero no alcanzo a entender, sospecho que quería mi ayuda o que la deje copiar mi ejercicio. Quizá en otra ocasión con gusto me detenía para dejar que ella y otros de mis compañeros echaran un vistazo a mi cuaderno, pero desafortunadamente hoy no.

-Vaya, Vaya Russo, parece que mi ejercicio no ha sido lo suficientemente complejo para atrasarla unos minutos.

Quizá su ejercicio no, pero si sigue hablando en lugar de revisar mi trabajo será el quien me atrase, yo sonrío gentilmente intentando que no descubra mi apuro, pues es capaz de hacerme atrasar apropósito.

-Bien, Bien- asiente mientras garabatea con su bolígrafo en mi cuaderno -Felicidades, al pareces se ira sin retraso... ¿a qué debemos su apuro?- me cuestiona extendiéndome el cuaderno- ¿No quiere dejar a un galán esperando?

Viejito entrometido

-Para nada- le respondo casi arrebatándole mi cuaderno de sus manos- soy muy estricta con mis horarios, y la clase termina a las 2:00 profesor-.

Salgo del aula, empiezo a agradecer mentalmente al viejito pues me ha evitado tener que poner en práctica mi elaborada excusa para Elena de por qué no caminaría con ella a la salida y me dirigía al estacionamiento de profesores. Quizá le tomara unos 15 minutos salir junto con el resto de mi clase. Ya veré que le digo mañana sobre mi salida rápida de clases.

Llego al estacionamiento y busco la camioneta de Gianluca, la conozco bien, entonces lo diviso de lejos, esta recargado en el frente de esta con los brazos cruzados, en una pose tan varonil que hace que la piel se me erice al verlo, él me ve y sonríe , con esa sonrisa que derrite

-Hola- le saludo mientras me acerco

-Hola, creí que te esperaría mas tiempo- me gusta sentir ese tono personal en sus palabras, tener que dirigirme a el en tercer persona como lo hago en clases es agotador

-He logrado zafarme del tiempo extra en matemática- le digo- el resto sigue luchando con el ejercicio-.

-¿Así que también eres una genio matemático?- bromea

-No, solo he corrido con suerte está vez...-confieso y él ríe

-¿Nos vamos?- me pregunta y asiento con la cabeza....Gianluca intenta quitarme la mochila de los hombros.

-No pesa- le digo negándome a dársela.

-La colocaré solo en la parte de atrás, para que no estorbe Alessa-no necesita decir nada mas para que se la entregue, ni siquiera se por qué me negué la primera vez.

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora