Capítulo 72

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PICCOLE IMPORTANTI COSE
(Pequeñas importantes cosas)

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La familia de Rita Benedetti vivía en una casa pequeña, modesta, y a la celebración sólo habían asistido unos pocos amigos cercanos.

La velada entera, la madre de Rita estuvo analizando a Angelo; el muchacho podía sentir su mirada, a pesar de que la mujer intentaba ser discreta. El muchacho supuso -obviamente- que Rita le había contado que él había pagado su colegiatura.

-Siempre quise tener un hermano mayor -dijo el hermano pequeño de Rita, a Angelo, mientras tomaba asiento a la mesa.

Angelo miró al niño -de siete años, quien era increíblemente parecido a Rita: enormes ojos color avellana, cabellos castaños y rostro redondo, armonioso- en silencio, sin saber qué debía responder a una confesión como ésa.

-¿Tienes hermanos? -siguió el niño; su madre servía los platos.

Finalmente, Angelo supo qué contestar:

-Sí. Dos.

-¿Son más grandes o más chicos?

-Uno es mayor y la otra menor.

-¿La menor cuántos años tiene? -preguntó él.

A Angelo le pareció que el niño se escuchaba emocionado.

-Dieciséis -le dijo.

Y, al escucharlo, el niño suspiró decepcionado, antes de dejar caer la cabeza sobre la mesa.

-Le cuesta trabajo hacer amigos -explicó la madre de Rita-. Entonces, siempre que puede, juega con los hermanos de los amigos de su hermana.

Angelo tampoco respondió nada a eso.

-¿Conoces a Lorenzo? -siguió el niño-. Es hermano de Lorena.

-Sí, es mi primo.

-¿Lorena es tu prima?

-Sí.

-Ah. A veces él juga conmigo.

-¿Sí?

-Sí. Pero hoy está trabajando... ¿Más tarde quieres jugar videojuegos conmigo?

-No lo molestes, Piero -le pidió Rita a su hermano.

El niño volvió a golpetear su frente contra la mesa.

-Juega un rato con él, Angelo -le pidió Lorena.

Angelo asintió mientras Piero lo miraba de reojo.

-¡Sí! -festejó, sonriendo de oreja a oreja-. ¿Volverás a venir? -se interesó inmediatamente-. O sea... si eres novio de Rita, quiere decir que volverás a venir, ¿no?

-¡Piero! -lo llamó Rita, con las mejillas encendidas-. Cierra-la-boca -le ordenó, intentado disimular su vergüenza, arreglándose los cabellos.

Más tarde, ya entrada la noche, cuando Lorena y Angelo dejaban la casa de Rita y se dirigían al auto de Giovanni, donde los esperaba el chofer, la pelirroja comentó:

-Rita está muy enamorada de ti.

Angelo miró a su prima en silencio, mientras ésta entraba al coche y, al reunirse con ella, sólo asintió, pero no aceptando su comentario, sino... sólo contestando algo, haciéndole saber que la había escuchado. Algunas veces, Angelo no sabía qué responder y... nunca se molestaba en probar básicamente porque no le interesaba, al decir verdad, pero tampoco terminaba de entender qué esperaba la gente como respuesta -o si esperaban respuesta- al hablarle de cosas que él no preguntaba y que tampoco le importaban.

Ambrosía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora