Los brazos de Zayn abrazaron al cuerpo desnudo de su novio y se apegó a él, sintiendo el roce cálido de la piel de Niall. Quería que la separación entre ellos fuera mínima. Solo habían pasado cuatro meses y ambos no podían estar más felices de tener lo que tenían.
Incluso, Niall solía olvidarse que tenía a un vampiro como novio o que tenían un montón de problemas rodeándolos a ambos. Desde que Niall supo la verdad de todo había tenido que tomar el lugar de su padre, pero Niall no quería acabar con los vampiros o con cualquier otra raza sobrenatural. Así que prefería protegerlas e intentaba mantener las relaciones humanas y sobrenaturales de manera pacífica. La verdad funcionaba aunque también estaban los rebeldes que se negaban a obedecer a un humano o a alguien que no fuera su líder. Los únicos que le hacían el trabajo fácil eran su novio y Liam.
-¿No has tenido algún sueño? -preguntó Zayn, besando su hombro lentamente.
Niall negó desilusionado. Había hablado con su abuelo después de que hubiera sido atrapado por Liam y Zayn, quien le explicó de los dones de la familia Horan; podían predecir ciertas situaciones a través de sueños. Niall llevaba semanas intentando recordar todos sus sueños, los analizaba y los comparaba con la realidad pero todo indicaba que carecía del don.
El aullido de Liam se escuchó por la casa del vampiro y supo lo que significaba; Zayn lo dejaría de nuevo para ver lo que sucedía con su amigo, casi siempre eran nuevos visitantes en busca de humanos inocentes o anomalías en el bosque. Nada que Liam no pudiera resolver solo aunque siempre llamaba a Malik. Realmente no lo soportaba.
-Tengo que irme, bebé. ¿Está bien? -el morocho comenzó a vestirse, dándole la espalda al rubio.
-Sí, ten cuidado. Me iré a casa.
Dicho eso ambos terminaban de vestirse, cometiendo un pequeño error al ponerse las camisas equivocadas, al rubio quedándole más grande y al morocho más pequeña ambos lo notaron instantáneamente pero ninguno hizo algún cambio. Estaban cómodos con la ropa del otro.
-Eres tú el que se tiene que cuidar, te has ganado varios enemigos.
Besó sus labios con dulzura pero los labios del irlandés apenas le respondían. Lo encontraba distraído últimamente y no sabía realmente lo que pasaba. Esperaba que solo fuera la falta del don pero algo le decía que era algo más.
Observo sus brazos desnudos y le ofreció una chaqueta.
-Toma, es de Liam. Bastará para que no mueras de frío.
El nombre de Liam explotó en la mente de Niall. No entendía como aquel chico con el que antes apenas hablaba ahora estaba tan relacionado con él, tan así que su novio le había ofrecido su chaqueta antes de darle una que perteneciera a él.
-Una cosa más-le detuvo Zayn, rebuscando entre los cajones del escritorio que estaba aún lado de la cama.
El morocho le extendió una pequeña cadena dorada con un pequeño dije redondo; era el ying yang. Niall le miró confundido, era como el tatuaje que adornaba la muñeca de su novio.
-Póntelo-le ordenó Zayn-No te lo quites para nada.
Niall asintió, pasó la cadena por su cuello sintiéndola demasiado fría para el calor que hacía en la casa de su morocho. Se le erizo la piel...Zayn sabía algo que él no.
-Bien-Niall dijo entre dientes y salió escuchando el revoloteo de las alas de Zayn convertido en murciélago.
/*/
Era jueves por la mañana y Niall había logrado evitar al vampiro cinco días enteros excusándose para ir al baño o para entregar algún trabajo. Zayn, por su lado, estaba al tanto del comportamiento de su rubio pero cuando intentaba hablarle este volvía a huir. ¿En qué momento había cometido un error?