Las lágrimas quemaban en sus ojos azules y se resbalaban lentamente por sus pálidas mejillas empapándolas. Sentía una opresión en su pecho que no le dejaba respirar como era debido.
Caminaba sin rumbo, sin tomar en cuenta el tiempo. Estaba oscureciendo rápidamente pero Niall Horan no era capaz de descifrar qué era aquello que llamaban noche, no en ese momento en que ni siquiera era consciente de su llanto.
Su corazón estaba siendo destrozado por la soledad y el desamor que su pareja le había causado. Todo había comenzado cuando había tomado la decisión de mudarse a América, su familia se negó pero Niall quería empezar desde cero en Nueva York. Así que partió sin nada en busca de la seria su vida perfecta. Venía acompañado del que decía amarlo profundamente y entonces los primeros meses en vez de convertirse en una experiencia de la que ambos podrían recordar con felicidad, se volvió todo lo contrario. Steve, el novio de Niall, se preocupó mucho por el dinero. Él quería que pudieran tener la vida perfecta, descuido de Niall y se alejó tanto de él que olvidó cómo quererlo, dejándolo solo, aunque estuvieran juntos.
Niall entró a un McDonald's porque le parecía bien rodearse de personas comiendo hamburguesas y niños pidiendo a sus padres poder ir a los juegos principalmente porque a todos les daría igual verlo. Aunque fuera a donde fuera, siempre sería lo mismo. ¿Entonces, porque McDonald's? Él sabía que Zayn estaría ahí. Lo encontraría trabajando y esperaba que pudiera tomarse el tiempo de hacerle compañía para apaciguar su soledad.
Se encaminó al mostrador del establecimiento de comida rápida, limpiando sus mejillas y observando muy bien la cocina del lugar, esperando encontrar al chico tatuado con su uniforme, preparando hamburguesas. Había muchos cuerpos en movimiento en la cocina, así que no pudo saber si él se encontraba.
- ¡Hola!- Le saludó con falso entusiasmo el chico del mostrador- ¿Qué va ordenar?
Niall realmente no escucha al chico. Intenta ponerse de puntas para poder observar tras el trabajador, y de nuevo es incapaz de encontrar a Zayn.
- Uhh- dice Niall, confundido al verse llamado. - Dame una cajita feliz, por favor.
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Los juegos parecen un lugar tranquilo a pesar de los niños gritando, empujando y sus terribles pies apestosos. Niall escogió un buen lugar, en la parte más alta, en la que los diseñadores habían planeado para parecer helicóptero. Si bien, algunas madres lo habían visto trepar hasta la cima del juego con cajita feliz y habían obligado bajar a sus hijos , asustadas de que fuera un pedófilo; Niall estaba muy cómodo.
- ¿Qué mierda?- la voz del trabajador fue lo que despertó a Niall. No sabía cuánto llevaba ahí- ¿Niall?
El rubio levantó su cara con pereza causando risa a su amigo debido a que todo su rostro tenía restos de salsa catsup y porque se había dormido sobre la caja de las McNuggets.
- ¿Qué haces aquí? Hace horas que cerramos y ya todo se están yendo a sus casas.
- ¿Tu que haces aquí?- preguntó, incorporándose .
- Escuche algo.
El irlandés asintió sin prestar atención, no le importaba de verdad el porque, solo le importaba que estaba ahí. No supo si fue su dignidad o algo por el estilo pero no se lanzó a abrazarlo. Su peor etapa ya había pasado, se sentía más calmado.
- ¿Tú qué haces aquí?- hizo énfasis al volver a preguntar.
- Me siento solo y el me engaño
No esperaba ser tan directo pero Zayn había hecho una pregunta y él la había respondido honestamente, estaba ahí porque su novio lo había engañado y no quería ir a la casa que compartían juntos. Aún lograba descifrar cómo se sentía realmente, primero decepcionado y triste, ahora no estaba seguro no con un hermoso moreno mirándolo. Se estaba perdiendo en sus ojos y en cómo se relamía los labios. Ya ni siquiera estaba teniendo pensamientos puros. ¿Cuándo fue que empezó a gustarle Zayn?
- ¿Cuál es el punto? Estabas tan enamorado.
Niall alzó una ceja confundido ¿El punto? Se sentía traicionado y si, lo iba admitir, estaba esperando por consuelo; un abrazo cariñoso y palabras sobre lo cuanto que valía. Ya sabía a dónde iba Zayn, a hacerlo reflexionar y esas tonterías. Sinceramente, prefería a alguien que solo le consolará.
- Pero sigues siendo el chico solitario. Lo eras antes, lo eres ahora. No hay diferencia- Zayn se acercó más a él, se recargó en la pequeña y rayada ventana que daba hacia las mesas del local de comida.- Seguro que lloraste porque fue el chico con el que soñaste.
El rostro de Niall se volvió una mueca mientras que la cara de Zayn ocultaba una sonrisa de suficiencia, sabía ser directo y había llegado la oportunidad que había estado esperando desde que conoció al rubio.
- Lo siento, tenía que decirte él no era lo suficiente para ti.
La distancia entre los dos se vio disminuida a una cantidad casi inexistente, a esa distancia que te pone los nervios de punta y hace que tu corazón se salga literalmente de tu pecho.
- Oh, Niall, tu nunca estarás solo conmigo. Eres el único para mi.
Comenzaron con un simple roce de labios, pero la temperatura parecía aumentar de poco a poco y ni siquiera habían llegado a las caricias. Zayn se encargó de profundizar su beso al poner sus manos en su nuca, queriéndolo cada vez más cerca. Niall solo rodeaba su cuello con sus brazos.
El moreno llevó sus manos a la cintura del rubio, donde tomó los bordes de la camiseta de este, sacandola, para ambos fue un tipo de alivio al ver que las prendas comenzaron a disminuir beso tras beso.
Claro, los juegos de Mcdonalds era un buen para hacerlo.
¿Qué tal quedó? No era lo que esperaba, pero bueno. La imagen no tiene nada que ver, pero me encanta.
¿Cuándo cumplen años?
