Todo va estar bien

629 79 23
                                    



Los ojos claros de Niall parecían demasiado azules, opacando la suciedad que cubría todo su cuerpo, sus labios estaban pálidos y lucía demasiado delgado. Si no fuera porque observaron que aún respiraba lo hubieran dejado tirado, donde su muerte vendría tarde o temprano. Estaba demacrado, parecía uno de esos muertos vivientes que últimamente acechaban al mundo.

Todo había empezado como una epidemia local en África, no fue hasta que un misionero afectado fue traído a Europa que comenzaron los sucesos extraños. Un mes después de eso y ya era pandemia. Comenzaron a evacuar ciudades enteras con el fin huir de la enfermedad, irse a los lugares recónditos de la tierra, pero eran los humanos, quienes cargaban con ella, no había manera de huir solo de buscar por ti mismo la manera de sobrevivir. Morías luego volvías con el cuerpo totalmente muerto con el fin cambiar tu dieta de alimentos variados por un banquete de carne viva.

El mundo se dividió en grupos de sobrevivientes que poco a poco se han ido disminuyendo debido a la cifra creciente de muertos vivientes y a la dificultad de encontrar alimentos y medicamentos. Tendrías suerte si alguien te ayudaba. La epidemia no solo había despertaba a los muertos de la vida, si no también lo más oscuro de los vivos.

- ¿Me escuchas? - La voz de una chica de filtro por los oídos de Niall, confundiéndolo, solo era capaz de distinguir el rubio de su cabellera- Me llamó Astoria, aquí a mi lado se encuentra Lee y Zayn, quienes fueron los que te encontraron.

- ¿Zayn? - murmura demasiado bajo, reconociendo el nombre. El mismo que tenía su ex novio antes de que el fin del mundo empezará.

- Una vez que estás ya despierto, te hemos dejado comida. Te hare unas preguntas, ¿Crees que puedes responderlas?

Niall asintió, intentando incorporarse en el colchón, justo en el que estaba recostado.

- ¿Estas solo?

¿Estaba solo? Si lo estaba, había visto morir a todo su grupo en una pelea con otro grupo, había visto cómo las balas atravesaban sus cuerpos y como los muertos se acercaban a ellos y devoraban su carne. Había visto cómo cada uno de ellos caía muerto mientras él se escondía como cobarde.

- Sí.

-- ¿Cuándo fue la última vez que comiste?

Tragó un poco de saliva, su garganta ardió. Su vista apenas se estaba acostumbrando a la luz, cada vez podía ver mejor a la chica frente a él. Le dolía todo el cuerpo y sentía el lodo seco mezclado de sangre en sus brazos y rostro. No sabía si era suya, de los muertos o de sus amigos.

- Hace cuatro semanas- su voz salió esta vez en un volumen más fuerte. Su cuerpo no le había dejado rendirse en ningún momento. Sacaba fuerzas de donde no había.

- Tenías un cuchillo contigo ¿Es la única arma que posees?

Se las había arreglado para sobrevivir con armas simples; sartenes, cuchillos, martillos..., no sabía utilizar las armas de fuegos, de cualquier forma nunca se atrevía a enfrentarse los muertos a menos de que fuera necesario, sino solo corría o dejaba que los demás de encargaran.

- Sí.

- ¿Recuerdas lo último que hiciste antes de quedar inconsciente?

- Caí de la colina, habían cientos de muertos detrás de mí. ¿C-cómo es que...?

Parpadeó varias veces hasta que por fin fue capaz de ver claro, justo enfrente de él estaba un chico de ojos azules que lo miraba con curiosidad y la chica que le estaba hablando, quien le miraba con pena, se hacía una idea de lo que había pasado.

- Te encontramos- la voz se escuchó a su espalda, baja y rota.

Giró su rostro, para observar a la otra persona en la habitación. Era un chico de piel aceitunada que se encontraba sentado en un sofá desecho mientras ocultaba su rostro entre sus piernas. Vestía un pantalón desgastado y una camiseta sin mangas. No necesitaba ver su rostro para acordarse de él. Conocía cada tatuaje de sus brazos perfectamente.

No dijo nada, se puso de pie gastando todas sus fuerzas para dirigirse hacia él, durante todo el tiempo transcurrido, durante cada una de esas noches en las que tenía que mantenerse despierto para sobrevivir, no se había olvidado de él.

- ¿Zayn? - musitó esperando que lo mirara.

El moreno se levantó de la silla rápidamente y para sorpresa para el oji-azul lo abrazó con fuerza, no queriendo soltarlo jamás. Había pensado que lo había perdido para siempre. Una semana antes de que el mundo se fuera a la mierda, habían roto su relación y con ella su compromiso. Luego los muertos volvieron de sus tumbas, comenzaron a comerse a los humanos y Zayn no volvió a saber de Niall.

- Fuimos a tu casa, pero cuando llegamos ya no estabas. Intente llamarte pero las líneas estaban saturadas, no podíamos irnos sin ti- explicó Zayn, abrazando a Niall con fuerza- Nos quedamos en la ciudad por unos días, revisábamos tu casa en caso de que hubieras vuelto. La situación empeoro y no nos quedó más remedio que buscar un lugar mejor.

- ¿Harry? ¿Louis? ¿Liam? ¿Ed? ¿Elena? ¿Sophia? - preguntó rápidamente.

- Están aquí- Zayn se alejó un poco para mirar a Niall a los ojos y darle la mala noticia-Ed y Elena, no lo lograron. Tampoco sus familias.

Los ojos del rubio se llenaron de lágrimas: - ¿Tus hermanas?

El moreno negó.

- Lo siento.

Zayn asintió, bajando la mirada.

- Siento arruinar su reencuentro- dijo Astoria y le entregó una lata de frijoles y una botella de agua a Niall- Come, después toma un baño. Zayn te enseñará cómo funcionan las cosas por aquí No te olvides de llevarlo al Viernes de Mangar.

- ¿Entonces se queda?

Astoria asintió: - No te olvides de las condiciones de Jenn.

/*/

Los gemidos errantes de los muertos sonaban acechando la parte trasera del muro creado de ladrillo, eran atraídos por las luces y el barullo que había debido a un grupo de personas cenando la carne de un lobo que los que sabían cazar habían conseguido para cenar. La mayoría ya había acabado con su cena y solo disfrutaban de las anécdotas de los más viejos y las historias de cómo eran sus vidas antes de que el apocalipsis llegara a sus vidas.

Niall había sido llenado de abrazos de los que eran sus amigos antes y ahora se habían reencontrado, después varios meses llenos de muerte.

- ¿Qué piensas de todo esto? - le preguntó Zayn.

Estaban los dos sentados sobre el muro, puesto que a Zayn le tocaba guardia y Niall solo quería estar con él. Observaban como los muertos se pegaban a la pared y comenzaban a golpearla en un intento fallido de entrar. El olor a podrido ya no los inmuta.

- Creo que puede resistir.

- Yo también, llevamos varios meses con ellos. Jenn nos encontró y desde ahí nos ha protegido, no importa cuánto diga que somos molestos y ruidosos.

Niall rió un poco y con discreción busco la mano de Zayn para tomarla, el moreno sonrió y entrelazó sus dedos.

- Sabes, sé que tal vez ya haya pasado el tiempo...pero necesito que tengas esto- metió sus manos debajo de su camiseta y dejo de la cadena que colgaba de su cuello fuera vista. Era el anillo que alguna vez Niall había llevado sobre su mano.

- Zaynie...

- Sé que estamos rodeados de muerte y no sé cuándo nos vaya a llegar el momento de unirnos a los muertos, pero quiero que sepas que pasara lo que pasara siempre estuviste en mis pensamientos Niall. Y ahora que estás aquí, quiero que estemos juntos por el tiempo que tenga que ser.

Niall asintió con una sonrisa, con los ojos cristalizados.

- Estaremos bien, Zaynie- besó sus labios lentamente- Todo va estar bien.

Qué importaba si era mentira, se tenían a ellos dos para creerla.

Thangs and Stuff; ziall (Edición)Where stories live. Discover now