Mis tatuajes tenían como único fin; ser artísticos, pero los de él, estaba seguro de que solo se los había hecho como parte de una rebeldía. Todo Niall Horan gritaba rebeldía, desde la manera en la que ignoraba a las personas que pedían su atención, o cuando desecha a los chicos y chicas después de haber conseguido lo que él quería, lo peor, todos estaban completamente advertidos sobre él, aún así, iban detrás del.
Y yo como cualquier tonto, tropezando con la misma roca que todos. Acostado sobre mi cama con la respiración agitada con el cuerpo tatuado de Niall a mi lado. No puedo negar que se ve perfecto ante mis ojos, su cabello teñido completamente despeinado, sus labios hinchados, el piercing que adorna su labio. Intentó buscar cual fue la diferencia de esta vez.
No es que sea una más de las muchas veces que tenemos un acostón, tampoco que esta vez haya sido él quien me ha buscado. Su semblante permanece serio mientras me mira, intentando descifrar mis pensamientos. No hemos dicho nada en minutos y no quiero arruinar la tranquilidad que se respira.
Entonces, comienza a acariciar mi brazo derecho, trazando los tatuajes de ese brazo, era primera vez que perecía apreciarlos, que parecía apreciarme. Le gustaba que tuvieramos sexo, pero era todo lo que nos unía y yo siempre terminaba en la misma trampa. Era un círculo vicioso, lo busco para terminar todo lo que estamos haciendo para dejar de dañarme, pero terminó en desnudo en alguna cama, casi siempre solo.
El nunca podrá amar, fue lo que dijo y han dicho las personas que lo conocen y por más que intente demostrar lo contrario, en el fondo sé que tienen razón. Niall solo sabe utilizar a la personas para su propia satisfacción.
-¿Por qué me has llamado? -decido entonces preguntar. El no deja de acariciar mi brazo, no tiene ninguna expresión en el rostro y se encuentra muy callado, lo que preocupa. El muy ruidoso.
-No lo sé, solo quería un buen momento. Lo de siempre.
Mi corazón se agrieta un poco más, no sé cuánto más falta antes de que se rompa. Me alejó un poco en un intento fallido de mantener la poco dignidad que me queda, sí es que aún hay.
-Zayn -me llama.
-Dime.
Intentó no mirarlo, en cuanto vea sus ojos el escudo que intento armar, caerá. Él no es el único que puede jugar al chico malo.
-Se lo que intentas hacer.
Me incorporo en la cama, procesando sus palabras y sacó un cigarrillo de la bolsa trasera de mi pantalón, consciente de la mueca que Niall que hacía cuando encendí el cigarro y le di la primera calada.
-No deberías fumar, trae consecuencias malas para ti.
Ruedo los ojos con enfado y expulsó el humo de mis pulmones. Me concentré en el humo y di otra calada. Fumaba porque me relajaba y me ayudaba a olvidar que tenía un idiota a un lado mío.
-No deberías preocuparte, solo soy un buen rato-le digo furioso, sin ni siquiera mirarlo.
-Intentas enamorarme-dice.
Se incorpora en la cama y comienza a masajearme los hombros, besó mi cuello y sigue con haciendo lo suyo mientras yo intento negar lo cierto.
-Sabía que eras un chico con propósitos complicados pero no imposibles.
-Dices entonces, que nunca te enamoraras.
-¿Para qué? El amor es como estar muerto.
Me doy la vuelta para mirarlo, su expresión sigue seria y me asusta, no sé si seguir con la conversación, pero aun asi continuo. Tengo una oportunidad para colarme en los pensamientos de Niall Horan.
-¿Muerto? ¿Qué clase de comparación es esa? -preguntó aclarándome la garganta.
-La más cercana que hay. El amor carece de los cinco sentidos-calla, sorpresivamente besa mis labios y continúa: - El amor es ciego, el amor no tiene gusto ni tacto.
-Es porque el amor es un sentimiento no una persona.
Me mira entonces con una sonrisa burlesca y ríe secamente que se es interrumpida por una tos a causa del humo se mi cigarro. Parece que se está ahogando pero no hago nada porque él siempre se las arregla para estar bien.
Su tos pasa después de varios segundos y se abraza una de mis almohadas intentando ocultar su rostro. No entiendo lo que está pasando, incluso parece que Niall está llorando, pero él no es del tipo de chicos que lloran y menos de los que lloran por nada. Entonces habla con la voz ahogada por la almohada.
-No quiero ser tu maldito propósito.
Se escucha vencido y quiero convencerlo de que no es un propósito para mí, pero por una parte lo es. Quería que todos vieran que había logrado enamorar al chico malo, al que realmente amo.
-No es divertido que todos intenten hacer algo de ti...Esta chica, ¿Sabes lo que dijo? Intentemos romperle el corazón al tonto Niall. El tonto y estúpido de Niall con la sonrisa torcida -su voz demuestra dolor y supongo que su rostro también pero no me deja mirarlo-En ese tiempo, tú no sabías de mi existencia.
Mentira. Claro que sabía de él, lo adoraba desde mucho antes de que decidiera arreglarse la sonrisa, mucho antes se hiciera su primer tatuaje. Mucho antes de Niall me robara el título de chico malo.
-En fin, ya no importa porque he logrado que me des igual.
Me acosté a su lado y alcance su mejilla, la bese con dulzura y susurre contra su oído: - ¿Hay alguna manera en la que pueda cambiar eso?
Niall rió y levantó su rostro para besarme.
-Supongo que mi nombre no se vería mal tatuado en ti-bromeó.
-Ya te llevo tatuado en todos lados.
