-¿Por qué?-pregunto antes de que nuestro mundo se desmorone.
Él frunce el entrecejo, aparta su cuerpo del mío y se pone rojo, violeta, de todos colores, no es necesario tocarlo para saber que está ardiendo.
-¿Lo dices en serio? ¿No...quieres? -Finalmente se incorpora de pie de un salto y estalla como la bomba que es y me veía venir-. ¡¿EN VERDAD NO QUIERES, DEMONIOS?! ¡¿TE VOLVISTE LOCA?! ¡¡¡PRIMERO ME ANDAS ROGANDO UN POCO DE AMOR ¿Y AHORA ME SALES CON ESTA MIERDA DE QUE NO QUIERES?!!!
Sigo sentada al borde de la cama y lo miro fijamente.
-Theo, cálmate-digo intentando que la voz no me tiemble...pese a que una parte de mi desea explotar como una estrella y desaparecer-. Sólo te estoy preguntando por qué quieres hacer semejante cosa. No es nada del otro mundo, te aviso que si le pides matrimonio a una chica tiene que haber mínimo alguna prueba que le de certeza. No puedes simplemente desaparecer cuando te da la gana y volver como si fueses un héroe porque no es así.
-Entonces soy el malo, ¿no? Soy la mayor escoria que puede existir y todo porque este asqueroso monstruo te pide que te cases...
-¡No es así!
-¡¿Y cómo mierda se supone que es?!
Se lleva las manos a la cabeza y parece que quiere arrancarse el pelo del cuero cabelludo, cuando accede por irse hasta la puerta y lo detengo.
-No, eso sí que no-afirmo y llego primera hasta la entrada-. No dejarás las cosas así, Theodore.
-Muévete, Tracy.
-No puedes hablarme de ese modo.
-Pero tú sí puedes hacer lo que te da la gana, ¿verdad?
Suspiro. Necesito calma. La cabeza me va a mil. Son millones de emociones encontradas que ni yo misma alcanzo a discernir entre una y la otra. ¿Es que estamos condenados a un desastre sin fin?
-Sólo...-murmuro-, te he preguntado por qué.
-Es obvio que si te pido matrimonio es porque quiero que te cases, no hay mucho para entender ni explicar ahí, Tracy Smith.
-¿Cuál es el motivo que te hizo querer pedírmelo? ¿Por qué ahora?
Parece que finalmente su cerebro empieza a conectar con su alma y logra empatizar un poco conmigo. Bien, no sé hasta qué punto pero al menos parece haber entendido mis preguntas.
-No merecía la pena proponerlo antes-dice esta vez sin gritos lo cual me devuelve cierta tranquilidad-. Mucho menos por chat. Así que estos días me lo estuve pensando e ideé un...ah, demonios, no vale la pena. En verdad.
-Sigue, Theo, por favor.
-Me estoy humillando.
-No, no lo estás haciendo. Te estás respetando a ti mismo al admitir lo que sientes.
Arquea una ceja.
Me está entendiendo, sé que lo hace. Por fin parece conectarse un poco con lo que ocurre dentro de sí.
-Si volvíamos a hablar...-continúa-, en estos días, yo... Simplemente tenía miedo de cagarla y soltarlo antes. Como lo hice ahora.
-Estabas intentando calmarme-le aclaro.
-Sin embargo ahora quien está intentando eso mismo eres tú conmigo.
La espontaneidad y la razón que llevan sus palabras hacen un clic en mi cabeza que me conduce a soltar una risita cargada de entusiasmo.
-¿Qué?-pregunta-. ¿Por qué te ríes? No lo hagas, por favor. Te ríes de mí cada vez que intento responder como debería.
-No, no, no-intento que no se vaya por la tangente-. No se trata de eso. Sólo que tienes mucha razón y no me había dado cuenta. ¿Cuál era tu plan? Lo que ideaste.
Me mira con impaciencia aunque noto la duda clavada en su expresión. «Confía en mí» le ruego en pensamientos, sin lograr decirlo en voz alta porque simplemente no me considero muy digna de ello.
-Tenía...planeada una cena-murmura-. Pero creo que eso ya lo hicimos antes y aún así no funcionó.
Me encojo de hombros.
-No soy de las personas que le gusten los lujos-aclaro.
Recuerdo la vez que me invitó a cenar en ese lugar tan caro donde pedí esa langosta al estilo francés que casi me hizo vomitar de solo mirar su aspecto y terminamos dándosela a un vagabundo.
-Sé que no haces buenas migas con el lujo y me lo suponía incluso antes de invitarte esa noche a cenar pero de todas formas quería que sintieras que yo estaba haciendo lo correcto.
-Como ahora-murmuro.
-¿Qué?
-¿Me pides matrimonio porque piensas que es lo correcto?
-¿Acaso eso...tiene una explicación?
Me muerdo el labio inferior.
Hasta hace unos momentos realmente parecía un montruo explotando de la rabia, sin embargo ahora mismo se lo ve vulnerable, con su voluntad de rodillas a mi compasión y estoy dispuesta a hacer algo bueno con ello.
-¿Podemos cancelar la reserva que tenías para esta noche?-le pregunto.
Mi acto de ceder ilumina su mirada aunque no deja de mostrarse confuso.
-Al diablo la reserva-accede sin preguntar lo innecesario.
Gesto que me provoca una sonrisa honesta y le prometo:
-Esta vez lo haremos a mi modo.
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#BOYTOYS #Thacy
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BOY TOY #3
Romance"Boy toy" es un chico de juguete, te sirve para una noche y luego pasas de él sin involucrar tus sentimientos. Al carajo tus chicos malos, que empiece la fiesta. Advertencia de contenido adulto +18 y violencia