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TRACY

-No voy a hacerte daño.

De manera instintiva me acerco más a Zach para alejarme de la loca. Su cuello y sus hombros dan sacudidas como si un problemita neuronal no la permitiese quedarse quieta.

-He venido para contarte que Stefano está bien. Recuperado.

Mi respiración vuelve un poco a la normalidad aunque no lo suficiente.

-Si a él le ocurría algo por tu culpa, te mataría pero quiero que sepas que no es personal-declara-. Ya no. En su momento, aquellos experimentos de Los Jefes hicieron de nosotros una clara misión andante y era la de terminar con todas las personitas que están aquí... ¡Podría asesinarte ahora mismo!-suelta una carcajada que no me viene en gracia en absoluto. Percibo a Zach tan petrificado como yo-. Qué antipáticos. Me refiero a que ustedes me ayudaron y a Stef. Él no quería matarte en verdad, ¿lo sabes?

-Él-murmuro haciendo un esfuerzo enorme para que no me tiemble la voz-. Él no quiso hacerlo. Fueron ellos. Sé que ahora podrá entenderlo mejor.

-Está en eso-responde. Su mandíbula se exaspera y hay ocasiones en que apenas diviso lo que dice-. Me encargaré de que sepa protegernos. Sé quién es nuestra enemiga.

-¿Enemiga?-pregunto-. Enemigos, querrás decir. Sí, lo sé. Los Jefes, a ellos hay que matar.

-¡Eres tan graciosa!-la rubia suelta una carcajada.

¿A qué se refiere con eso de "nuestra enemiga"?

-¡Tracy!

Levanto la mirada y me encuentro por detrás del fuego de la fogata a Charlie quien se acerca con una manta en brazos y con su chaqueta de jean a medio colocar.

-¡¿Estás bien?!-me pregunta mientras sigue caminando en mi dirección.

Hago copia del gesto que Brandon me hizo momentos atrás y levanto mi mano con el dedo pulgar para indicarle un fingido "¡todo OK!".

Entonces...las cosas suceden demasiado rápido.

La gente parece alterarse cuando un sujeto se aparece corriendo desde el interior de los vestuarios hasta el campo.

El tipo toma del hombro derecho a Charlie y lo derriba de un puñetazo que impacta con fuerza en su rostro.

-¡¡THEO!!-le grito y me incorporo de pie en un instante-. ¡¡THEO, SUÉLTALO!!

Todos corren en su dirección para separarlos, entonces mi chico saca un arma y colca el cañón en la frente de Charlie.

Está fuera de sí.

Todos se apartan de golpe y voy donde ellos dejando las carcajadas enloquecidas y cargadas con malicia, de Kylie a mis espaldas.




-La besaste-dice y cada palabra le duele en la voz.

-¿Qué?-aúlla Charlie cargado de miedo hasta la médula-. ¡No sólo la besé, espero que eso haya quedado claro!

-¡ERES UN...!-grita marcando con fuerza el revólver en la cabeza de Charlie.

¿De qué están hablando?

Aunque referirse al "beso" me deja helada. Se enteró.

-¡ESTE ES EL JODIDO FIN DEL MUNDO!-grita Theo totalmente sacado de sus cabales-. ¡ES HORA DE HACER Y DECIR LO QUE QUERAMOS!

Audrey llega corriendo también.

-¡NO SEAS IDIOTA, THEODORE!-le reprende.

Él hace oídos sordos y continúa con su discursito apocalíptico:

-DESPUÉS DE TODO, MAÑANA ESTAREMOS MUERTOS. ¡NO HACE LA DIFERENCIA QUE TE MATE AHORA!

-¡Baja el arma, Theo!-le grito.

-Tracy, tú no te metas...

-Oh, entonces ya sé a qué te refieres-masculla Charlie.

-¡No te lo dije para que te pongas así imbécil!-suelta Audrey-. ¡Sólo quería ser sincera contigo!

Le arrojo una mirada asesina. ¿Qué necesidad imperiosa es esa de ser sincera conmigo?

-Tracy, lo siento-murmura Theo y me mira. Quita el seguro a su arma.

-No lo hagas. Te arrepentirás luego-sentencio y las lágrimas salen disparadas de mis ojos.

-Lo sé. Lo sé...-murmura y caigo en la cuenta de qué también está llorando.

Se presiona tanto las mandíbulas al morder con fuerza que parece herírselas en cualquier momento.

-Pero no tengo otra alternativa-sentencia.

Entonces, el estruendo nos ensordece a todos.

***


-Aaay, este chico, necesita disciplina.

Tachas se quita una gota de sudor mientras mira la abolladura que quedó en la asadera con la cual golpeó a Theodore.

Por un momento imaginé que el ruido fue un fogonazo.

-¿Está vivo?-pregunta Carl acercándose a su cuñado.

-Ha estado mejor. Sobrevivirá-sentencia May quien se aproxima también y lo examina al chico mientras Charlie se pone de pie, muerto de miedo; me sorprende ver que abraza a Audrey.

-¿Por qué lo hiciste?-le pregunta. Ella parece no ser capaz de mirarlo a los ojos.

-Tenía... Tenía que hacerlo, no me preguntes por qué-se la ve arrepentida-. Pero no pensé que reaccionaría de ese modo.

-Vamos a ponerle hielo y un calmante para que no duela al despertar. Trevor, ayúdame-Evans se acerca al chico y los tres del IIMD se encargan de auxiliar a Theodore quien poco a poco parece volver en sí mismo pero como si fuese drogado al cien por cien.

Voy tras ellos, dejando la mirada dolida de Charlie quien tiene a Audrey entre sus brazos pero la suelta a medida que le sostengo la mirada. Estoy echando chispas de la furia al comprenderlo todo: él le contó a la peliverde sobre el beso y esta le contó a Theo.

¿Desde cuándo son tan amigos los tres?

-Tracy, lo siento-murmura Charlie.

Pero se quedan sus palabras suspendidas en el aire.

No le respondo.

Espero que mi indiferencia le haga sufrir más de lo que su bocaza ha ocasionado.

Por hablar demás, se jugó la vida y le costó un golpazo a Thedore sumando una crisis de nervios. Charlie y Audrey juegan con él pero no saben por lo que ha pasado. No estuvieron en la clínica cuando tuvo que controlarse a sí mismo con tal de no matarse. No estuvieron cuando cayó en su adicción a la cocaína. Tampoco cuando tuvo que matar a un tipo para salvar a su madre y a su hermanita. Nadie estuvo cuando Theo siendo un pequeño debió consolar a su madre mientras veía a su hermano desangrarse.

Él no iba a hacerlo.

Lo vi en su mirada. En su desesperación.

Theo no iba a matar a Charlie.

El disparo iba dirigido a mí.



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BOY TOY #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora