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Busco mi móvil en lo de Theo y cuando llegamos al salón de clases, le escribo a Carl.

Espero con impaciencia a que diga algo sin embargo renuncio a la posibilidad y mientras busco su número en mis contactos, responde por fin.

-¿Qué ocurre?-me pregunta Theo quien permanece en el banco de mi lado e intenta ver de qué va toda la conversación. Realmente sigo sin poderme creer que este tipo de situaciones lo sigan poniendo celoso nada menos que con Carl.

-Me pregunta cuándo estaré por Iconic-respondo tecleando con pésima ortografía que si no es muy urgente, podría ir este fin de semana sino me tomo el primer autobús que salga para allá.

-¿Y cuándo irás?

-Eso estoy tratando de ver.

-Ah... ¿Y para qué te quiere ver? No encuentro viable que utilice a Tachas como una puta excusa para acercarse a ti.

Le arrojo una mirada asesina y él se encoge de hombros.

-Iré este viernes luego de clases-le aviso.

-Genial. Yo te llevo a Iconic.

-No.

-¿Qué?

-No necesito que me lleves-respondo a la defensiva, imaginando que hará de ese fin de semana un infierno.

A veces pienso que si apareciese Jacob y volviera con Carl, las cosas mejorarían pero nunca los he visto juntos en persona, no imagino cuál sería mi reacción aunque estoy segura que sólo despertarían ternura dentro de mí.

El punto es que no estoy segura de cuál sería la reacción de Theo. Si bien todos en la Bad House estaban al tanto de la sexualidad de Tachas, simulaban ser sus amigos y se divertían juntos, ninguno exceptuando Theo, se preocupó por él. Ninguno puso su asqueroso pellejo en peligro para salvar a su "amigo" en peligro.

-Sí que lo necesitas-contraataca Theo-. Luego del fin de semana pasado en esa jodida ciudad medio pueblerina, no dejaré que vayas sola. Lo último que espero es una noticia donde esta vez la desaparecida seas tú.

-O quizá esta vez prendan fuego una casa conmigo dentro-me burlo.

-Eso no fue...gracioso.

-Vamos, Theo. No puedes andar tras de mí a cada paso que pueda dar. No soy una bebé que necesita cuidado permanente-le digo en voz baja, mirándolo a los ojos y en un intento de evitar que alguno de los alumnos en el salón nos escuche.

-Quiero ir. Se trata de Tachas.

Su nueva excusa va por mejor camino. Además, en sus palabras ha quedado implícito el aviso de «Es mi hermano, ni creas que dejaré todo por las buenas».

Asiento.

-Si lo ves de ese modo-murmuro-. Pero puedes ir por tu parte.

-¿Y dejarte sola?

-¿Qué tan malo podría ser?


La última clase es de regreso al aula 13 donde anteriormente tuve el examen de Griego.

Aún no puedo creer que Theo se haya rigidizado, sin dar el brazo a torcer para dejarme ir con Carl a solas. Mi amigo se sentirá muy incómodo si tiene que hablar conmigo más la presencia, en el medio, de mi... novio. 

No termino de acostumbrarme a esa palabra.

¿Cuándo en mi vida me iba a imaginar que mi relación con Theo sería de ese modo, que llevaría etiquetas? Es asombroso. Desde pequeña me imaginé que en algún momento estaría de novia con un chico de suéter, gomina en el cabello y un libro bajo el brazo. Haríamos la escuela, la universidad, trabajaríamos en dos bonitas oficinas o en consultorios como médicos y tendríamos una sosa familia con una aburrida casa habitada más por empleados domésticos que por nosotros mismos.

BOY TOY #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora